Páginas

domingo, 29 de enero de 2023

Juan Ramírez Domínguez: "¡Ay, mi niño!"

 

Portada del libro de Juan Ramírez ¡Ay mi niño! Editorial Alfil

Dedicado a su hijo Juan Manuel



Por Esperanza Cabello


Nuestro paisano Juan Ramírez Domínguez, del que hemos hablado en muchas ocasiones anteriormente, (en este enlace) nos ha comunicado que ya está en el mercado la nueva edición de "¡Ay mi niño!", su primer libro, sus primeras "palabras para ahuyentar el dolor".

 


 

Su hijo Juan Manuel murió inesperadamente en la flor de la vida, y Juan lleva muchos años escribiendo mientras intenta, como él mismo dice, ahuyentar el dolor. Y su amor queda plasmado en muchas páginas llenas de dolor, que al mismo tiempo ayudan a otros padres que han sufrido la misma desgracia.




Juan explica las razones de este título:

Dar título a este libro, por desgracia me ha resultado muy fácil. Fue la primera exclamación que pronuncié cuando descubrí la que iba a ser la más dolorosa de las noticias que había recibido jamás. En ese momento se desató un terremoto que con sus terribles sacudidas comprimió y zarandeó mis indefensas entrañas. El corazón se convulsionó arrancando desde lo más profundo del alma esas tres palabras que estallaron con la fuerza de un huracán. Eran las únicas que fui capaz de pronunciar. Estuvieron retumbando y vibrando dentro de mi mente muchos minutos o quizás muchas horas, multiplicándose en un sinfín de ecos ensordecedores que se entremezclaban con las lágrimas que desde entonces no han parado de brotar. Destrozado y cada vez más dolorido las repetía una y otra vez. Hoy, casi con la misma intensidad siguen tronando en mi interior, aún están presentes en mis llanteras solitarias. Aunque pudiera, no quiero desprenderme de ellas.

Hasta ahora sus libros han tenido ediciones limitadas, Juan regalaba los ejemplares a amigos y familiares, pero ha llegado el momento en que la editorial Alfil ha hecho una nueva edición de esta obra y está al alcance de todos.

Podemos encontrarla en internet, en este enlace y en este otro enlace.


 



Es un libro desgarrado y lleno de sentimientos que permite a lector hacerse una pequeña idea de la terrible tragedia que representa la pérdida tan temprana e inesperada de un hijo  y que al mismo tiempo nos acerca a una escritura llana y clara, llena de lirismo y de, inexplicablemente, belleza.
Recuerdos, amor, consternación, rezos y palabras que nos ayudan a comprender o al menos a aceptar la dureza de la vida.
Y seguramente ese nacimiento como escritor, la escritura de estos versos y de estos recuerdos (Juan mezcla poesía y prosa en sus escritos) con esa prosa clara y perfecta, con esa cercanía que a veces nos hace pensar que somos indiscretos al entrar tan directamente en su corazón, permita a todos, lectores y escritor, encontrar, en cierta forma, un consuelo y una comprensión que de cualquier otra forma serían imposibles.
 
 
 
 



VIVE LA SIERRA en Ubrique.

 

Francisco Cabello Izquierdo durante la entrevista para "Vive la Sierra", el programa de televisión provincial


 

 

Por Esperanza Cabello

La semana pasada tuvimos una estupenda sorpresa: Nuestro hermano Francisco enviaba al grupo familiar, en primicia, un estupendo reportaje que desde el programa "Vive la Sierra" dedicaban a Ubrique. En primer lugar pudimos verlo en Facebook (en este enlace) con la primera parte del programa, y más tarde una segunda parte (en este enlace), con los otros tres protagonistas.

Finalmente hemos podido ver en Youtube todo el programa completo y estamos seguros de que este excelente trabajo



Se trata de un magnífico reportaje sobre nuestro pueblo, sus calles, su historia, sus personajes, sus fuentes, sus artículos de piel, su presente y su futuro, además de las singularidades de una raza canina y la excelente calidad de las aguas.

Nosotros hemos puedo especial interés en la primera parte, no puede ser menos, tratándose de nuestro hermano Francisco Cabello que, como profesor e historiador, ha esbozado un magnífico panorama de la historia de nuestro pueblo, centrándose en los primeros pobladores, en los romanos, los árabes, las construcciones modernas y por supuesto, las fuentes.

 

 


 

Francisco fue el precursor de un grupo de trabajo del IES Las Cumbres, de Ubrique, sobre la importancia del agua como recurso educativo.

Previamente, nuestro padre, Manuel Cabello Janeiro, había publicado en sus libros que Ubrique es "La Villa de las Cien Fuentes" (en este enlace), y a raíz de unos trabajos del Instituto del Agua y la Universidad de Granada, toda la familia Cabello Izquierdo se puso manos a la obra hasta conseguir catalogar más de ciento veinte fuentes en Ubrique (en este enlace) y  un total de ciento cincuenta en pueblos de la comarca.

Francisco explicó, con amenidad y soltura, algunos acontecimientos históricos de nuestro pueblo, centrándose en los más importantes y conocidos. 

Nos enterneció su modo de hablar y expresarse, puesto que nos recordaba muchísimo a nuestro padre, que, como él, fue profesor de historia durante muchísimos años y conocía los entresijos históricos de Ubrique.

 

 


 

El reportaje continuaba con una entrevista a Antonio García en la plaza de la Verdura, que habló sobre los perros de agua de Ubrique y los detalles de la raza.

 


 

El siguiente entrevistado fue, en los Nueve Caños, el palista Antonio Gómez,  un personaje ubriqueño ejemplo de superación y humildad, pues es subcampeón del mundo en su modalidad deportiva. Antonio explicó los detalles de su práctica deportiva, cómo el piragüismo ha sido su actividad sanadora después de su accidente y cómo su entorno se ha volcado con él, agradeciendo al club sevillano al que pertenece su apoyo.

 

 


Manuel Márquez, gerente de la empresa del agua en Ubrique, continuó el reportaje, con una detenida explicación de las ventajas e inconvenientes de la gestión del agua en nuestro pueblo. Cercano y atento como siempre, Manuel acompañó al reportero junto al cauce del río de Ubrique, aún seco, pues el programa se grabó en octubre.



Tratándose de Ubrique, no podía faltar la visita al Museo de la Piel, donde Maribel Lobato pudo explicar la evolución de nuestra industria y la creación de la exposición permanente.

Como siempre, con todo tipo de datos y anécdotas, gran conocedora de todo lo que esté relacionado con la piel.

 



 Finalmente, para concluir este magnífico recorrido por nuestro pueblo, nuestra mejor representante, nuestra alcaldesa, Isabel Gómez García, conversó animadamente con el reportero de Vive la Sierra, exponiendo todos los trabajos que desde el ayuntamiento se realizan a todos los niveles, tanto de consolidación de las actuaciones emprendidas como de los proyectos que constantemente nos hacen avanzar, dando una visión de conjunto del Ubrique actual con sus problemas y sus ventajas, con la apuesta por el turismo, la inclusión, la ciencia, la cultura, la igualdad y mucho más.

Isabel, desde la sencillez y la dignidad, se mostró muy orgullosa de nuestro pueblo y dejó bien claro que el Ubrique de todos continuará avanzando. 

Muchísimas gracias a todos los que han hecho posible este reportaje y de nuevo enhorabuena a todos.💜💜💜 

 

.

sábado, 28 de enero de 2023

La primera vez que fui a Ubrique, por Emilio Vázquez Sarmiento

 


 Ubrique en 1960

 

 

UBRIQUE. LA PRIMERA VEZ QUE FUI

 

Cuando fui por vez primera

a la población de Ubrique

nunca había viajado fuera.

Fue una mañana radiante

de esos lindos días de abril

que el rocío se hace diamante

en la tupida pradera

y sobre las primas flores

de la joven primavera.

Este indeleble viaje

lo realicé con mi abuela

a quien le rindo homenaje.

 

En una burra lo hicimos;

yo, cabalgando en la bestia,

y ella a pie todo el camino.

Ha quedado retratada

en mí aquella carretera

de eucaliptos jalonada.

Desde abajo se escuchaban

en el ramaje más verde

las abejas que libaban;

era un zumbido de enjambres

que en su idioma es un clamor

de muchedumbre con hambre.

Era angosta y serpenteaba;

y daba la sensación

que nunca se terminaba...

 

Pasamos: Revuelta Blanca;

por los míticos Cañitos;

La Cuesta de la Barranca;

La Zarza y el Redondel;

El Marrocano; Tavizna;

y un lugar que huele a hiel

donde abundaba la fronda

cerca de La Variante

que le llaman La Hedionda.

Los hálitos matutinos

levantaban vaharadas

que envolvían los caminos

de atmósfera perfumada

por acre hinojo, poleo

y por flores variadas.

 

Comenzó un sutil diluvio

producido por la brisa,

de ingrávidos efluvios

de algodonada textura

imitando, en cierto modo,

a la nieve blanca y pura;

eran aéreas semillas

provenientes de la flora

que fluctúan en paragüillas.

 

En los berruecos más duros

veíanse los algarrobos

con sus frutos inmaduros.

Los obscuros encinares

a la diestra de Tavizna;

y, al fondo, Cerro Pajares.

A la izquierda de estos lares

los sugerentes cuclillos

cantan en los olivares.

La imagen vetusta y clara

pintada en el horizonte

del Castillo de Aznalmara,

se erige sobre un alcor,

lleno de magia y de historia

su derruido interior.

 

Por debajo había un trazado

de una carretera antigua

evocando su pasado.

La turquesa infinitud

del celaje denotaba

la espléndida juventud

que Primavera gozaba

quien con verdor y milhojas

y flores se engalanaba.

 

Ya los primeros columbres

del precioso y blanco Ubrique

los vimos desde Las Cumbres.

Fue una impresión exclusiva,

única, maravillosa,

redonda y definitiva.

¡Aquella blanca expresión

de casas arracimadas

en la hermosa estribación

de una empinada montaña,

que hace que esta población

sea la más bella de España!

 

Vamos, tengo que decir,

que esa primera impresión

yo no la sé describir.

Si alguien me hubiera afirmado

que estábamos en Palermo

yo no lo hubiera dudado.

Recuerdo que no se oía

rugir de motocicletas,

que había pocas todavía.

Pero, sí, de los chavales,

la infantil algarabía

en los centros escolares.

 

No había contaminación

porque apenas si existían

los coches de automoción.

Y, el aire se respiraba,

puro como el esplendor

que el éter difuminaba.

 

Los Callejones


En la curva de Las Pitas

estaba el puesto de arbitrios

junto a una blanca casita.

Eran tantas impresiones

que me bajé de la burra

entrando en Los Callejones,

un acceso ensombrillado

por los árboles añosos

con que estaba flanqueado.

 

La Avenida no existía,

y, el derredor del Alcázar,

era una zona baldía

donde luego construyeron

todo un campo de deportes

que, ay, después, lo demolieron.

 


Tantísimo me abstraía

con aquel paisaje urbano

que mi abuela me tendía

una mano maternal

para asir la mano mía;

la otra llevaba el ronzal.

Caminando por las calles

la infantil curiosidad

me hacía mirar los detalles;

en los zócalos vi algunos

que la atención me atraían

porque nunca vi ninguno

puesto en mi pueblo natal;

era una puertezuela

muy pequeña de metal

con dos letras muy palpables:

( A.U. ) Después me enteré

que era del agua potable.

Para mí eso era impensable.

¡¿Agua potable en las casas?!

¡Qué invento tan formidable!

 

Era un tesoro rural

las calles del casco antiguo

enjalbegadas de cal;

con mudéjares tejados

sus casitas musulmanas,

y los suelos empedrados.

Sin plomo ni simetría

hay rincones que reflejan

su mora tipología

que arranca de los bancales

usados de escalinatas

desde tiempos medievales.

Vi allí por primera vez

cuán bonitas son las casas

trazadas con sencillez.

 

 

El Callejón del Norte

Fotografía de Leandro Cabello


 

Mi abuela en Ubrique era

conocida por su oficio

de viajante matutera.

Ella lo que más hacía

era comprar contrabando

que luego lo revendía.

En la tienda que tenía

su amiga Isabel Hernández

mi abuela se abastecía.

Si tenía oportunidad

había veces que subía

sin burra, a La Trinidad.

 


La Trinidad fue de antaño

un mercado a la intemperie

como el baratillo hogaño.

Pero en éste se vendía

sobre todo frutos grandes,

sidras, melones, sandías...

Así, sobre el mediodía,

ya mi abuela había cargado

la profusa mercancía.

En lo de Hernández comimos,

y ahí se acabó mi excursión

porque al comer nos vinimos. 

 

Emilio Vázquez Sarmiento

El Bosque, enero de 2023

 

 

.