Azulejos engarzados en hierro forjado
Por Esperanza Cabello
Hace unos días tuvimos la oportunidad de compartir una jornada familiar en "El Refugio", uno de los restaurantes con más historia de Benaocaz.
Hace ya más de veinte años que Angélica y Santiago se encargan de este rinconcito gourmet de la sierra y es realmente original y recomendable. Buen trato, comida casera, ambiente agradable y, para nuestro asombro, una decoración muy singular.
Casi todas las paredes están tapizadas de cuadros de nuestros pintores favoritos, sobre todo de nuestro querido Martel, eso ya le da un encanto particular y solo por ver sus cuadros y sentirte en un museo ya merece la pena la visita.
Lástima que no tuvimos la idea de fotografiar algunos de sus cuadros o de los de Morgado u otros tantos tan espectaculares. Pero sí que nos acordamos de fotografiar las lámparas, son las originales del establecimiento, cuando se inauguró quizás en los noventa, y que los actuales propietarios han tenido el acierto de conservar.
Se trata de lámparas artesanales, fabricadas con hierro forjado y con un cuerpo de azulejos, seguro que hechos bajo demanda, decorados con los nombres de los lugares más visitables de la zona. Haciendo honor al turismo serrano. Muy originales, como la carta del restaurante (en este enlace).
Río de El Bosque, Ruinas de Ocurris, Barrio nazarí, Cueva de la Pileta... todos los nombres de los enclaves que ahora son conocidísimos y se han convertido en destino prioritario del turismo rural.
O sea, publicidad turística en lámparas, así se hacen las cosas, dando importancia y valor a lo que tenemos con nosotros, y realzándolo como es debido.
Aparte de esta curiosidad lamparera, queremos agradecer a Angélica, a Santiago y a todo su equipo las atenciones y la oportunidad de conocer más de cerca su gastronomía casera.
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