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miércoles, 25 de abril de 2007

Manuel Cabello Janeiro y Esperanza Izquierdo Fernández

Esperanza Izquierdo y Manuel Cabello paseando por la calle San Sebastián


Dos personas dedicadas a su familia y su pueblo: UBRIQUE
Durante toda su vida, Manuel Cabello y Esperanza Izquierdo han dedicado su tiempo, sus ilusiones y su cariño a su familia y a su pueblo. En este blog queremos hacerles un homenaje y preservar, al mismo tiempo, el trabajo de investigación que han realizado durante toda su vida. Lamentablemente Manuel Cabello no está con nosotros desde mayo del año 2000, pero contamos con la inestimable presencia de Esperanza Izquierdo y su buenísima memoria para recuperar el resultado de sus investigaciones. No pretendemos hacer un trabajo riguroso desde el punto de vista científico, sino recoger sus enseñanzas con cariño y respeto.



Esperanza Cabello, Ubrique, 17 de abril de 2007

Billares en Villaluenga


 
BILLARES EN VILLALUENGA


Ya hacía unos años que había terminado la guerra, pero aún eran los tiempos de los "maquis". Manuel Cabello era un jovencito con muchos ánimos, poco miedo y sólo un real en los bolsillos. Esa mañana se había puesto de acuerdo con dos de sus amigos: Paco Izquierdo, que después sería su cuñado, y Fernando Corrales. Una partida de billar o de futbolín en Ubrique costaba dos reales, mientras que en el casino de Villaluenga sólo un real, así que los tres cogieron el camino de la Calera y en un santiamén se plantaron en Villaluenga. Echaron su billar, y como no tenían más dinero, tuvieron que volver muertos de hambre por el mismo camino que habían subido.
¡Imaginense la preocupación de sus madres, todo el día sin saber nada de ellos y pasada la hora de comer! Al llegar a Ubrique, Manuel no tuvo más ocurrencia que explicar que aunque se había ido sin permiso, allí había sido educado, porque no había aceptado, de ninguna manera, la invitación para comer algo que una vecina les había hecho.


Esperanza Cabello.


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