LA CUEVA DEL BERRUECO
La historia que contamos a continuación tuvo lugar en 1961. Manuel Cabello tenía un espíritu inquieto y curioso, siempre ávido de nuevos descubrimientos y nuevas aventuras. A pesar de estar casado y tener ya tres hijos, no paraba de organizar actividades, paseos y expediciones en Ubrique y sus alrededores. En esta ocasión decidió, con un grupo de amigos entre los que se encontraban Enrique Ayarra y Pepe Núñez, entre otros, inspeccionar la cueva del Berrueco, en el camino de Cortes de la Frontera, para descubrir si era muy profunda y si había vestigios de alguna civilización.
Comenzó la prospección y, al intentar atravesar la primera gatera, que es muy angosta, se le quedó atascada la cartera, que llevaba en el bolsillo trasero del pantalón, en una pequeña grieta de la roca. Así que no podía avanzar ni retroceder. Momentos angustiosos...
Finalmente pudo retroceder, y allí terminó la carrera de espeleólogo de Manuel Cabello, que siguió interesado por los vestigios de otras civilizaciones, pero siempre al aire libre.
Comenzó la prospección y, al intentar atravesar la primera gatera, que es muy angosta, se le quedó atascada la cartera, que llevaba en el bolsillo trasero del pantalón, en una pequeña grieta de la roca. Así que no podía avanzar ni retroceder. Momentos angustiosos...
Finalmente pudo retroceder, y allí terminó la carrera de espeleólogo de Manuel Cabello, que siguió interesado por los vestigios de otras civilizaciones, pero siempre al aire libre.
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