En el programa de la feria de 1968 hemos podido leer varios artículos muy interesantes, entre ellos uno titulado "Apuntes para una historia", en el que Manuel Cabello Janeiro hace un primer esbozo de la situación histórica y geográfica de Ubrique, y nos cuenta al mismo tiempo sus primeros descubrimientos de restos prehistóricos y su primera experiencia escolar visitando los lugares históricos. Lo transcribimos a continuación:
Ubrique: Apuntes para una historia, por Manuel Cabello Janeiro.
"La privilegiada situación de Ubrique nos hace pensar que en todo tiempo fue apetecido por los pueblos de la antigüedad.
Si analizamos esta situación bajo el aspecto ofensivo-defensivo de la época, no podemos encontrar lugar de mayor interés desde las costas gaditanas donde se producirían las infiltraciones hacia el interior que las moles rocosas que nos rodean, llamada Montaña Magna en tiempos romanos o Sistema Penibético en la actualidad. Tajos recortados, murallas naturales, lugares inaccesibles, abundancia de agua y de alimentos...
Y si analizamos esta situación desde un punto de vista geográfico, indudablemente alcanza un valor estratégico extraordinario. Como he dicho antes, todas las invasiones que sufrió España en la antigüedad y que penetraron por el sur, forzosamente hubieron de pasar por aquí. Después de atravesar las grandes llanuras gaditanas (campiñas de Jerez, llanos de Caulina y de la Mata) el primer obstáculo que encontraban a su paso era el río Guadalete (antiguo río Lethe, de etimología céltica) y una vez atravesado éste, que de por sí era una frontera natural, primero encontramos elevados montes que van desde la Sierra de las Cabras hasta Zahara de la Sierra, pasando por Arcos, Prado del Rey y Algodonales.
Este segundo murallón de montes, más o menos elevados, presentaba una segunda muralla natural para la defensa de estas invasiones, las cuales, si se asentaron en estos lugares, indudablemente debía de ser por poco tiempo, aunque posteriormente, y dentro ya de la Civilización Romana, aparecen dentro de la zona tres centros que alcanzan gran esplendor en la época. Me refiero al de Cabeza de Hortales (Ituppci), al de Bornos (Clarisa Aurelia) y por último al de Grazalema (La Lacídula romana). Pero una vez pasada esta cadena de montes aparecen las gigantescas montañas de Ubrique, verdadero paraíso para el hombre prehistórico. Y aunque vivió durante muchos miles de años en esta zona, como posteriormente demostraremos, fue durante el período Eneolítico cuando alcanzó su máxima vivencia. Así lo confirman innumerables hallazgos de esta época, donde se entremezclan el uso de los metales con la piedra finamente pulimentada.
Y una vez situados en el actual término municipal de Ubrique, investigaciones sobre el terreno nos demuestran que hubo un verdadero foco de cultura eneolítica en la zona comprendida entre el Peñón del Caldereto y el Salto del Pollo, en el lugar denominado "el Rincón".
Si analizamos esta situación bajo el aspecto ofensivo-defensivo de la época, no podemos encontrar lugar de mayor interés desde las costas gaditanas donde se producirían las infiltraciones hacia el interior que las moles rocosas que nos rodean, llamada Montaña Magna en tiempos romanos o Sistema Penibético en la actualidad. Tajos recortados, murallas naturales, lugares inaccesibles, abundancia de agua y de alimentos...
Y si analizamos esta situación desde un punto de vista geográfico, indudablemente alcanza un valor estratégico extraordinario. Como he dicho antes, todas las invasiones que sufrió España en la antigüedad y que penetraron por el sur, forzosamente hubieron de pasar por aquí. Después de atravesar las grandes llanuras gaditanas (campiñas de Jerez, llanos de Caulina y de la Mata) el primer obstáculo que encontraban a su paso era el río Guadalete (antiguo río Lethe, de etimología céltica) y una vez atravesado éste, que de por sí era una frontera natural, primero encontramos elevados montes que van desde la Sierra de las Cabras hasta Zahara de la Sierra, pasando por Arcos, Prado del Rey y Algodonales.
Este segundo murallón de montes, más o menos elevados, presentaba una segunda muralla natural para la defensa de estas invasiones, las cuales, si se asentaron en estos lugares, indudablemente debía de ser por poco tiempo, aunque posteriormente, y dentro ya de la Civilización Romana, aparecen dentro de la zona tres centros que alcanzan gran esplendor en la época. Me refiero al de Cabeza de Hortales (Ituppci), al de Bornos (Clarisa Aurelia) y por último al de Grazalema (La Lacídula romana). Pero una vez pasada esta cadena de montes aparecen las gigantescas montañas de Ubrique, verdadero paraíso para el hombre prehistórico. Y aunque vivió durante muchos miles de años en esta zona, como posteriormente demostraremos, fue durante el período Eneolítico cuando alcanzó su máxima vivencia. Así lo confirman innumerables hallazgos de esta época, donde se entremezclan el uso de los metales con la piedra finamente pulimentada.
Y una vez situados en el actual término municipal de Ubrique, investigaciones sobre el terreno nos demuestran que hubo un verdadero foco de cultura eneolítica en la zona comprendida entre el Peñón del Caldereto y el Salto del Pollo, en el lugar denominado "el Rincón".
Bajo el aspecto histórico de nuestro pueblo, hay un dato de indudable interés que no es por muchos conocido: en mayo de 1963 un grupo de amigos, entre ellos el actual alcalde de Ubrique, Manuel Janeiro, los hermanos Vilches Moreno, Rojas, Mateos y el autor de este trabajo realizamos una exploración a la cueva del Berrueco. A unos 200 metros de profundidad encontramos unos huesos totalmente fosilizados que en principio creímos que eran sólo humanos. Posteriores estudios nos demuestran que son humanos, pero entremezclados con los de un animal gigantesco, posiblemente un oso de las cavernas, y que desde luego puede asegurarse que tienen una antigüedad superior a los 60.000 años. Estos restos se encuentran en la Universidad de Sevilla para su total estudio.
Foto: Luis Eduardo Rubio
Entrada a la Cueva del Berrueco, actualemente cerrada para la protección de refugios de quirópteros cavernícolas (murciélagos).
Entrada a la Cueva del Berrueco, actualemente cerrada para la protección de refugios de quirópteros cavernícolas (murciélagos).
Considero vitalísima esta apreciación histórica para el conocimiento de la comarca. Es el hecho histórico más antiguo de Ubrique, y sale por primera vez a la luz pública.
He de abandonar estos apuntes que me han sido necesarios para que el lector sepa que el hombre vivía, desde esa época remota, en un paraíso rodeado de todos los medios para cubrir sus necesidades, agua, caza, pesca, refugio...
¡Ese paraíso es Ubrique!
EL COLUMBARIO.
He de abandonar estos apuntes que me han sido necesarios para que el lector sepa que el hombre vivía, desde esa época remota, en un paraíso rodeado de todos los medios para cubrir sus necesidades, agua, caza, pesca, refugio...
¡Ese paraíso es Ubrique!
EL COLUMBARIO.
Fue un maestro precisamente, Don Fernando Gavilán, quien, cuando aún no tendría yo 10 años, nos llevó de paseo al Salto de la Mora. Nuestra mentalidad infantil bullía, cómo no, a la búsqueda de tesoros. Y, efectivamente, a flor de tierra encontré el mío, una moneda, ilegible y desgastada, pero romana al fin y al cabo. ¡Con qué placer la guardo! Ha sido ella la que ha influido en mí para despertar mi afición arqueológica. Posteriormente mis excursiones al Salto de la Mora han sido muy numerosas, y siempre me llamaba la atención aquel edificio que está cerca de la entrada y que todos llaman "Mezquita".
Ya de mayor me dolía terriblemente que aquella maravilla arqueológica, como así la han definido los expertos en la materia, se encontrara en estado tan ruinoso, como el resto de las edificaciones de la misma época y que servía de porqueriza o redil. Todos los pueblos deben preocuparse por la obra de sus mayores, porque si no fuera así no tendríamos historia.
Ya de mayor me dolía terriblemente que aquella maravilla arqueológica, como así la han definido los expertos en la materia, se encontrara en estado tan ruinoso, como el resto de las edificaciones de la misma época y que servía de porqueriza o redil. Todos los pueblos deben preocuparse por la obra de sus mayores, porque si no fuera así no tendríamos historia.
... Y un día escuché la famosa voz de Misión Rescate llamando a todos los maestros. Y de ella me hice eco. Durante varios meses del pasado año hice ver a los organismos rectores de esta Misión popularizada por RNE y TVE que en Ubrique se conservaban vestigios muy interesantes de su antiguo esplendor. Pero mi palabra debía ir acompañada por el dictamen de un técnico. Por eso el año anterior pasamos desapercibidos. Durante el pasado verano me puse en contacto con el Prospector Arqueológico de la Universidad de Sevilla, Don Salvador deSancha, el cual, trás una visita de inspección al templo funerario, quedó maravillado.
Después de varias entrevistas, el pasado mes de enero Ubrique se honra con la visita de don Juan de Mata Carriazo , eminente arqueólogo, Catedrático de la Universidad de Sevilla y Delegado Regional de excavaciones arqueológicas, quien visita el Salto de la Mora.
Sus expresiones, entusiastas y sinceras, aún las recordamos con satisfacción. Le hizo a nuestro alcalde un bosquejo de las obras que allí han de realizarse, sobre todo de estudio, pues por encima del aspecto exterior que posee, puede ser que guarde en su interior vestigios de una super cultura que podría ser símbolo de una grandeza única no sólo en esta comarca, sino en España entera.
Elevadas a Madrid todas estas impresiones que hemos ido recogiendo durante el pasado curso, TVE nos honró el día 5 de enero situándonos en el Libro de Oro de Misión Rescate y al final del curso la gran satisfacción del Trofeo de Plata.
Aparte de esto, el Ministerio de Información y Turismo, conocedor de esta Misión Cumplida, otorga a Ubrique un Premio Nacional de Promoción al Turismo."
Después de varias entrevistas, el pasado mes de enero Ubrique se honra con la visita de don Juan de Mata Carriazo , eminente arqueólogo, Catedrático de la Universidad de Sevilla y Delegado Regional de excavaciones arqueológicas, quien visita el Salto de la Mora.
Sus expresiones, entusiastas y sinceras, aún las recordamos con satisfacción. Le hizo a nuestro alcalde un bosquejo de las obras que allí han de realizarse, sobre todo de estudio, pues por encima del aspecto exterior que posee, puede ser que guarde en su interior vestigios de una super cultura que podría ser símbolo de una grandeza única no sólo en esta comarca, sino en España entera.
Elevadas a Madrid todas estas impresiones que hemos ido recogiendo durante el pasado curso, TVE nos honró el día 5 de enero situándonos en el Libro de Oro de Misión Rescate y al final del curso la gran satisfacción del Trofeo de Plata.
Aparte de esto, el Ministerio de Información y Turismo, conocedor de esta Misión Cumplida, otorga a Ubrique un Premio Nacional de Promoción al Turismo."
Manuel Cabello Janeiro
Ubrique, septiembre de 1968
Ubrique, septiembre de 1968
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