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jueves, 24 de septiembre de 2009

Ana Córdoba Leytón. La almona de jabón.

Plaza de la Verdura, años 60



Ana Córdoba Leytón: Hoy tú, mañana yo


Ese es el epitafio que podemos encontrar en la tumba de nuestra tatarabuela, Ana Córdoba, madre de Manuel Janeiro Córdoba, y bisabuela de nuestra tía Isabel, que nos ha contado otra interesante historia:

"Mi bisabuela Ana había nacido en Marchenilla (Cádiz), en 1855, se casó con un gallego, Manuel Janeiro López, que había nacido en El Barco de Valdehorras en 1828. Vivían en Ubrique en la Plaza de la Verdura, en la misma casa de siempre, donde estuvo el café de Janeiro.

Tuvieron cinco hijos, Manuel, Teresa, Emilio, José y Eduardo. Desde muy pronto Ana tuvo que buscarse la vida para sacar adelante a sus hijos, y montó varios negocios: donde hoy está lo de Carriles, tenía una fábrica de fideos, que después llevó mi tío Humberto. Era muy curioso ver las madejas de fideos enrolladas secándose en la puerta.


También tenía el café, aquí en la esquina de la plaza, que después regentó mi abuelo Manuel, y además allí, junto a la calle Madera, donde estaba la posada y al lado de la pescadería, mi bisabuela Ana tenía una almona.


Una almona es una fábrica de jabón. En unos noques como los de los curtidos se mezclaba agua, sosa caustica y grasa, que no siempre era aceite, también se podían usar trozos de cerdo. (Mi padre nos contaba que después de una epidemia de peste porcina, echaron cerdos casi enteros en los noques de sosa para hacer jabón).
Ese jabón se vendía en la misma almona, y se utilizaba en las casas tanto para lavar la ropa, como para limpiar el suelo o el aseo personal".

La almona de nuestra tatarabuela desapareció a principios del siglo XX, a partir de entonces en cada casa se hacía el jabón necesario para el gasto, pero con los tiempos modernos, el proceso de su fabricación se ha ido perdiéndo en las últimas fechas hasta casi olvidarse.

Nosotros tuvimos la suerte de conocer la receta de jabón que se hacía en la casa de nuestra abuela Natalia, y Pepa Morales nos enseñó a hacerlo. Aunque se trata de sustancias tóxicas y no conviene hacerlo en casa, ni mucho menos utilizarlo para el aseo personal, hemos decidido explicar el procedimiento, para que no se pierda.


Utensilios para hacer jabón Foto: Esperanza Cabello

En primer lugar, los utensilios: nos hemos modernizado y en vez de la vara para mezclar utilizamos una batidora (su uso es exclusivo para el jabón), un cubo para hacer la mezcla, un recipiente para el jabón y guantes y mascarilla para protegersnos.




Ingredientes para hacer jabón Foto: Esperanza Cabello

En segundo lugar los ingredientes: agua, sosa y aceite usado: una parte de sosa, el doble de agua y el doble de esta última cantidad  de aceite. Por ejemplo, medio Kilo de sosa, un litro de agua y dos litros de aceite. Con todos los ingredientes a mano, los guantes y la mascarilla puestos y un grifo cerca, hay que ponerse en un lugar ventilado, se echa la sosa en el cubo, después el agua y se remueve bien con la vara, finalmente se va añadiendo el aceite despacito, como si fuera una mayonesa, mientras se bate con la batidora.
Hay que tener mucho cuidado con la sosa que se utiliza, la de bolitas de los grandes supermercados no sirve, porque su composición es diferente y no cuaja bien. Más vale utilizar la sosa en escamas de siempre, de venta en droguerías o en pequeños comercios.



Jabón recién hecho Foto: Esperanza Cabello

Al terminar de añadir el aceite, la mezcla ya será un poco más consistente. Se vierte con cuidado en el molde y se deja reposar un día entero. Con un cuchillo (especial sólo para el jabón) se hacen unos cortes antes de desmoldarlo.




Ya se ha cuajado el jabón
Foto: Esperanza Cabello


Finalmente se desmolda y se dejar secar unas horas. Después lo guardamos en una caja hermética.
Ahora utilizamos este jabón sólo para la lavadora o para el suelo, pero es estupendo, y todas las tías, abuelas y amigas están encantadas de poder usar el mismo jabón de siempre.




Jabón ya terminado
Foto: Esperanza Cabello


3 comentarios:

  1. Madre mia! Completa artesanía. Y que sencillo!

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  2. Además de ser útil, recoges el aceite usado de toda la familia, así que recuperamos y reutilizamos.

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  3. Buena idea la batidora¡¡ yo lo hacía con mi abuela de pequeña, nos poníamos en la azotea y había que tener paciencia, moviendo con la vara siempre en el mismo sentido.

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