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martes, 8 de septiembre de 2009

Las ruinas de La Fantasía

La casa de "La Umbría de la Garganta Millán"
Una de las últimas fincas de ensueño en Los Alcornocales
Foto: Leandro Cabello

LAS RUINAS DE LA FANTASÍA...

El título de esta entrada podría servir perfectamente para comenzar una poesía, y me lleva a los primeros contactos con el Bosque de Los Alcornocales. De pequeño ya visitaba con frecuencia estos parajes buscando ruinas de antiguas civilizaciones. Conocí con mi padre unos restos romanos que se encuentran en la finca de La Fantasía, lugar de paso entre el Campo de Gibraltar y el resto de la Península. Lo recorrí tanto con los amigos (acampábamos junto a la Cueva de La Motilla) como con la familia, y siempre me llamaban la atención esos nombres mágicos (La Fantasía, La Fantasma…).

En Los Alcornocales supe de la existencia de los popularmente llamados MIEDOS (luces y figuras que aparecían por las noches). Una vez mi padre y yo conocimos a un hombre en una finca cerca del Puerto Galis que había hecho un gigantesco agujero justo donde él veía unas luces por las noches, el hombre estaba convencido de que debajo de las luces había un tesoro dejado por los moros o cualquier otra civilización.

También hablamos con Rafael que, cabalgando una noche hacia Jimena para cerrar un trato de ganado y una vez pasada la venta del Puerto Galis vio unas luces y de pronto el sombrero le salió volando inexplicablemente, estas cosas le hicieron retroceder y refugiarse en la venta.

Otro de los “miedos” era la mujer que aparecía en la carretera de Cortes…


Guiso en la Garganta Millán

Foto: Carlos López Pacheco


Con el tiempo yo he podido disfrutar de Los Alcornocales; una de las fincas ha pertenecido durante muchos años a la familia de mi mujer, y llegamos a convertir “La Umbría de la Garganta Millán” en nuestra segunda casa durante más de catorce años; allí nos reunimos con los amigos y con la familia, allí celebramos guisos y allí vivimos. Y aunque las luces que visto en la noche (me imagino que serían los ojos de alguna comadreja o de alguna gineta) no lleguen al programa Cuarto Milenio ni a otros por el estilo, la verdad es que esta bosque me ha hechizado y embrujado para siempre.


Leandro y Laura disfrutando de Los Alcornocales

Garganta Millán, 2008



El hombre ha puesto límites a las provincias y a los términos municipales, pero creo que Ubrique forma parte (con todo derecho y aunque en el cruce de Las Cumbres no haya ninguna indicación) de Los Alcornocales, ese bosque mágico en el que siempre podremos seguir encontrando “miedos” , misterios y maravillas.

Leandro Cabello Izquierdo, septiembre 2009



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