Trabajo de campo de Manuel Cabello
con el equipo de Misión Rescate, 1969
con el equipo de Misión Rescate, 1969
Aunque se les vea de espaldas, la silueta de estos batidores de Misión Rescate es inconfundible: Manuel, Francisco, José Luis, Ángel, Pepe, Manolo, Zurita, Pepe Gómez, Leandro...
Manuel Cabello recorrió una y mil veces nuestra sierra, acompañado casi siempre por su mujer, Esperanza, o llevando a sus alumnos a conocer nuevos lugares. Consiguió catalogar más de doscientos yacimientos arqueológicos, y se puso en contacto con todos los organismos posibles para llamar la atención sobre estos yacimientos para que no cayeran en el olvido.
Hoy transcribimos una parte del capítulo XI de "Ubrique, encrucijada histórica", en el que relata cómo a mediados de los setenta localizaron Archite, un poblado medieval abandonado en 1522, del que se sabía poca cosa hasta el momento. Manuel Cabello se aseguró de su existencia en los Archivos de Benaocaz, estudiando los documentos del "Señorío de las Siete Villas", y posteriormente procedió a su localización y señalización.
Manuel Cabello recorrió una y mil veces nuestra sierra, acompañado casi siempre por su mujer, Esperanza, o llevando a sus alumnos a conocer nuevos lugares. Consiguió catalogar más de doscientos yacimientos arqueológicos, y se puso en contacto con todos los organismos posibles para llamar la atención sobre estos yacimientos para que no cayeran en el olvido.
Hoy transcribimos una parte del capítulo XI de "Ubrique, encrucijada histórica", en el que relata cómo a mediados de los setenta localizaron Archite, un poblado medieval abandonado en 1522, del que se sabía poca cosa hasta el momento. Manuel Cabello se aseguró de su existencia en los Archivos de Benaocaz, estudiando los documentos del "Señorío de las Siete Villas", y posteriormente procedió a su localización y señalización.
CAPÍTULO XI
EL ARCHIVO HISTÓRICO DE BENAOCAZ
LA PANDILLA LOCALIZA ARCHITE Y OTRAS ZONAS ARQUEOLÓGICAS
EL ARCHIVO HISTÓRICO DE BENAOCAZ
LA PANDILLA LOCALIZA ARCHITE Y OTRAS ZONAS ARQUEOLÓGICAS
Lamentablemente quedaría dormida la piqueta de los arqueólogos por unos años, trás el cierre de las excavaciones oficiales del Salto de la Mora que ya se conocía como muy importante en la proyección de la arqueología nacional.
Si en capítulos anteriores decíamos que "las cosas de palacio van despacio", la situación de la arqueología, por aquellas fechas, iba que... ¡ya, ya...!
Tenemos que recordar, una vez más, la visita a las fiestas ancestrales de Benaocaz, y cómo, visitando el antro de lo que fuera la cárcel de la villa, en los bajos del Ayuntamiento, vimos tirado por los suelos un conjunto de legajos y librotes de los que, en principio, no pudimos tener ni idea de su contenido ni de su calidad histórica.
Después, buscando y seleccionando el material de archivo, seleccionamos 24 legajos, de los que destacamos uno de 1555, compuesto por 103 folios manuscritos que interpretamos como "Ordenanzas dadas por el Duque de Arcos para la buena marcha de los pueblos de la Serranía de Villaluenga", más otros 23 que estudiamos en profundidad, y que relacionaremos al final del presente capítulo, no sin antes añadir que fueron tantos días y tantas horas, lupa, máquina y lápices en mano, que, agotados muchas veces, descansábamos paseando o haciendo excursiones por los alrededores de Benaocaz. Porque...
...Archite, no cabía duda, era una de las Siete Villas, situada entre Ubrique y Benaocaz. Pero ¿Dónde estaba? Muchas veces habíamos recorrido la calzada, camino primitivo entre estas dos poblaciones, casi siempre rastreando a la busca de cualquier testimonio histórico. Pero intentar localizar Archite era algo aventurado, porque en el corto espacio entre las dos poblaciones, apenas una legua, no era fácil encontrar el llano más apropiado para su localización, Sólo había dos, el del Rano, muy próximo a Ubrique, y el del Chite, pequeña finca muy próxima a Benaocaz, y en ninguno de los dos se daba el condicionamiento idóneo para la ubicación de una población, con el entorno natural de aquella época medieval, como era la altura para su propia defensa.
Pero, a fuer de ser sinceros, aquella pequeña parcelación, conocida como "El Chite", nos daba cada día más y más sospecha de que pudiera tener su origen en la desaparecida Archite. Así pues centramos nuestras investigaciones en aquella zona, y con sólo un par de visitas, ya el verano cayendo, cuando todo está limpio por las primeras aguas septembrinas y los pastos agostados, pudimos observar (en esta visita nos acompañaba nuestro buen amigo don Francisco Álvarez, propietario de la finca) in situ los vestigios de la población desaparecida.
Efectivamente su trazado, con algunas calles perfectamente delimitadas, sus cuadros de edificaciones aisladas, a manera de ínsulas, unos enterramientos descubiertos tiempo atrás por el propio señor Álvarez, canales para el riego de esa zona tan fértil y favorecida por las aguas de la Fuente Santa...
Podemos asegurar que nos encontrábamos en la antigua población de Archite, de la que, consultados algunos textos, sabemos que pervivió hasta el año 1552, cuando sus vecinos decidieron abandonar aquellos lugares para instalarse en Ubrique.
Y cuenta el Padre Sebastián de Ubrique, historiador Capuchino, que, en dicho traslado se trajeron a esta última población a su Patrona la Inmaculada, que seguramente fue la antigua titular de la parroquia de Nuestra Señora de la O, talla muy curiosa, entre ojival y renacimiento, que fue quemada en los sucesos de abril de 1936.
Aragón Macías, otro historiador ubriqueño, nacido en Arcos, nos dejó una interesante relación de los primeros cuarenta repobladores de Archite, en su libro "Miscelánea", pero habrá que dejar a los futuros historiadores esa parcela, ya que nuestra obra sólo atiende a los hechos anecdóticos y testimoniales en busca de los protagonistas de la historia comarcal."
Termina el capítulo haciendo un listado de los interesantísimos documentos que pudieron consultar en el Archivo Municipal de Benaocaz, y llamando la atención de las autoridades, para que ese "tesoro fuera custodiado al máximo, evitando con ello su destrucción y olvido, y así conservarlo para que los eruditos y las generaciones venideras puedan gozar de su contenido."
Si en capítulos anteriores decíamos que "las cosas de palacio van despacio", la situación de la arqueología, por aquellas fechas, iba que... ¡ya, ya...!
Tenemos que recordar, una vez más, la visita a las fiestas ancestrales de Benaocaz, y cómo, visitando el antro de lo que fuera la cárcel de la villa, en los bajos del Ayuntamiento, vimos tirado por los suelos un conjunto de legajos y librotes de los que, en principio, no pudimos tener ni idea de su contenido ni de su calidad histórica.
Después, buscando y seleccionando el material de archivo, seleccionamos 24 legajos, de los que destacamos uno de 1555, compuesto por 103 folios manuscritos que interpretamos como "Ordenanzas dadas por el Duque de Arcos para la buena marcha de los pueblos de la Serranía de Villaluenga", más otros 23 que estudiamos en profundidad, y que relacionaremos al final del presente capítulo, no sin antes añadir que fueron tantos días y tantas horas, lupa, máquina y lápices en mano, que, agotados muchas veces, descansábamos paseando o haciendo excursiones por los alrededores de Benaocaz. Porque...
...Archite, no cabía duda, era una de las Siete Villas, situada entre Ubrique y Benaocaz. Pero ¿Dónde estaba? Muchas veces habíamos recorrido la calzada, camino primitivo entre estas dos poblaciones, casi siempre rastreando a la busca de cualquier testimonio histórico. Pero intentar localizar Archite era algo aventurado, porque en el corto espacio entre las dos poblaciones, apenas una legua, no era fácil encontrar el llano más apropiado para su localización, Sólo había dos, el del Rano, muy próximo a Ubrique, y el del Chite, pequeña finca muy próxima a Benaocaz, y en ninguno de los dos se daba el condicionamiento idóneo para la ubicación de una población, con el entorno natural de aquella época medieval, como era la altura para su propia defensa.
Pero, a fuer de ser sinceros, aquella pequeña parcelación, conocida como "El Chite", nos daba cada día más y más sospecha de que pudiera tener su origen en la desaparecida Archite. Así pues centramos nuestras investigaciones en aquella zona, y con sólo un par de visitas, ya el verano cayendo, cuando todo está limpio por las primeras aguas septembrinas y los pastos agostados, pudimos observar (en esta visita nos acompañaba nuestro buen amigo don Francisco Álvarez, propietario de la finca) in situ los vestigios de la población desaparecida.
Efectivamente su trazado, con algunas calles perfectamente delimitadas, sus cuadros de edificaciones aisladas, a manera de ínsulas, unos enterramientos descubiertos tiempo atrás por el propio señor Álvarez, canales para el riego de esa zona tan fértil y favorecida por las aguas de la Fuente Santa...
Podemos asegurar que nos encontrábamos en la antigua población de Archite, de la que, consultados algunos textos, sabemos que pervivió hasta el año 1552, cuando sus vecinos decidieron abandonar aquellos lugares para instalarse en Ubrique.
Y cuenta el Padre Sebastián de Ubrique, historiador Capuchino, que, en dicho traslado se trajeron a esta última población a su Patrona la Inmaculada, que seguramente fue la antigua titular de la parroquia de Nuestra Señora de la O, talla muy curiosa, entre ojival y renacimiento, que fue quemada en los sucesos de abril de 1936.
Aragón Macías, otro historiador ubriqueño, nacido en Arcos, nos dejó una interesante relación de los primeros cuarenta repobladores de Archite, en su libro "Miscelánea", pero habrá que dejar a los futuros historiadores esa parcela, ya que nuestra obra sólo atiende a los hechos anecdóticos y testimoniales en busca de los protagonistas de la historia comarcal."
Termina el capítulo haciendo un listado de los interesantísimos documentos que pudieron consultar en el Archivo Municipal de Benaocaz, y llamando la atención de las autoridades, para que ese "tesoro fuera custodiado al máximo, evitando con ello su destrucción y olvido, y así conservarlo para que los eruditos y las generaciones venideras puedan gozar de su contenido."
Esperanza Cabello, octubre 2009
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