Nunca nos cansaremos de repetir que fue una auténtica canallada demoler nuestra Plaza de Toros, no porque seamos aficionados, ni porque la hiciera construir nuestro bisabuelo Manuel Janeiro Córdoba, sino porque era un edificio centenario singular y nuestro pueblo necesita esos espacios.
Hoy nuestro tío Javier Janeiro nos ha enviado una fotografía del primer cuarto del siglo XX; hacía ocho años que la plaza había sido inaugurada y suponemos que la instantánea estará tomada en la feria. Podemos ver a nuestra tía abuela Francisca y a su hermana María.
Nos llama poderosamente la atención el atuendo de los aficionados, sobre todo los sombreros de los señores (fabricados en Ubrique, seguramente en uno de los talleres de los hermanos Arenas Rubiales) y también el uniforme de las fuerzas de la autoridad.
Los "palcos" de la derecha nos hacen entender algunas fotografías que hemos publicado con anterioridad (pinchar aquí), porque no veíamos cómo podían ponerse los mantones de Manila en las gradas, ahora vemos que las señoras se ponían en esos "palcos" y extendían banderas o mantones.
Hoy nuestro tío Javier Janeiro nos ha enviado una fotografía del primer cuarto del siglo XX; hacía ocho años que la plaza había sido inaugurada y suponemos que la instantánea estará tomada en la feria. Podemos ver a nuestra tía abuela Francisca y a su hermana María.
Nos llama poderosamente la atención el atuendo de los aficionados, sobre todo los sombreros de los señores (fabricados en Ubrique, seguramente en uno de los talleres de los hermanos Arenas Rubiales) y también el uniforme de las fuerzas de la autoridad.
Los "palcos" de la derecha nos hacen entender algunas fotografías que hemos publicado con anterioridad (pinchar aquí), porque no veíamos cómo podían ponerse los mantones de Manila en las gradas, ahora vemos que las señoras se ponían en esos "palcos" y extendían banderas o mantones.
Esperanza Cabello, noviembre 2009
Una pena que la plaza de toros y Turrolandia no pudieran coexistir...
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