Ahora que no sabemos qué aparato debemos poner para
Como nuestro pueblo está situado entre montañas, siempre le han llegado las ondas hertzianas más bien regular. Las radios de válvulas, aparte de la mala señal que les llegaba tenían el problema de que al tener que ir enchufadas y teniendo Ubrique una pésima estabilidad de corriente era imposible disfrutar de ningún programa con un buen sonido.
Mi madre me cuenta que escuchar el regreso de los niños que tuvieron que irse a Rusia después de la guerra le fue casi imposible debido a las continuas subidas y bajadas de corriente. En Ubrique había el dicho y la cancioncilla de: Esto de la luz es un cachondeo….
En los cincuenta aparecieron en Ubrique los primeros televisores, mi abuelo Leandro trajo un Philips de Madrid que incluso tenía dos puertas que se podían cerrar con llave (eso si que es bloqueo parental). Pero el problema era gordo, porque sin repetidor era imposible recibir ninguna señal.
De modo que a grandes males grandes remedios y en la Cruz del Tajo comenzaron a aparecer antenas (como nuevas cruces) y cables que llevaban la señal hasta la cada receptor. Por lo visto (no hay unanimidad) el primero fue el bar Chisparra, cobraba a los niños una peseta por verlo y a los clientes nada.
Ese receptor estaba cerca del tajo pero el siguiente llegó a la casa de don Diego Reguera (que puso la antena junto a la Cruz de la Viñuela) y después otros más, que fueron poniendo antenas poco a poco. hasta que también llegó a la casa de mis abuelos. Y todo esto con un cable desde la Cruz del Tajo o de la Viñuela hasta la correspondiente casa, las más cercanas a casi
Me imagino el aspecto que tendría Ubrique con todas aquellas antenas en la montaña. Incluso a principio de los sesenta vino una murga de Prado Del Rey que decía. “Los de Ubrique son muy, finos y los de Prado muy bastos, pero para ver la tele no tenemos que poner la antena en alto.
Otro problema grave era el precio de los receptores (muy caros al ser tecnología punta), pero se agudizó el ingenio y además de las ditas (pagar poquito a poco) hubo una forma de pago muy curiosa: Apareció una radio a la que para escucharla, había que echarle una moneda. De vez en cuando venia el vendedor y recogía el dinero, así se iba pagando el aparato. Una vez pagada se le quitaba el monedero. Esto me lo ha contado Rafael Jurado pues su tío tenía una así en su barbería en la calle San Pedro.
Alguna radio no se pudo pagar, como la de un famoso bar de Ubrique. Cuando se la llevaron el dueño puso en su repisa una perdiz disecada y cada vez que un cliente, con guasa, le preguntaba por la radio este respondía señalando al ave, "
LEANDRO CABELLO
La puesta de la antena del Bar Chisparra en la Cruz de Tajo fué todo un acontecimiento, dado que a nadie se le había ocurrido, por lo que creo que fué la primera televisión en Ubrique, me acuerdo perfectamente que nos cobraban una peseta por verla y mi padre Angel Janeiro Rubiales se subia al Bar a ver las primeras emisiones de corridas de toros, todo un acontecimiento, saludos,
ResponderEliminarEste fin de semana nos hemos tomado una copa en el Chisparra (antes de visitar el san Antonio) y el dueño nos ha indicado el sitio donde estaba aquel primer televisor.toda una experiencia.Por lo visto subian hasta los del ayuntamiento a tomarse el café allí.
ResponderEliminarUn saludo Javier.