Por Esperanza Cabello
La tarde de hoy nos recuerda a alguna de aquellas de la infancia en las que esperábamos algo con ilusión e incertidumbre, esperando pacientemente a que llegara la hora.
Después de un magnífico concierto de Gregorio Benítez, organizado por el Museo de la Piel y el Ayuntamiento de Ubrique, en un auditorio lleno a rebosar (a pesar de que el concierto coincidía con uno de los partidos del equipo español en el mundial de fútbol) y con un público embelesado al que ha deleitado durante hora y media con su piano, nos hemos puesto a ultimar los preparativos para mañana.
Después de un magnífico concierto de Gregorio Benítez, organizado por el Museo de la Piel y el Ayuntamiento de Ubrique, en un auditorio lleno a rebosar (a pesar de que el concierto coincidía con uno de los partidos del equipo español en el mundial de fútbol) y con un público embelesado al que ha deleitado durante hora y media con su piano, nos hemos puesto a ultimar los preparativos para mañana.
Y ahora ya está todo preparado: las túnicas, las talegas para el agua, los cinturones, las coronas de laurel, los cascos, las togas y, lo que más nos gusta de todo, las pegatinas que dicen "Me gusta Ocurris".
Esa va a ser una de nuestras aportaciones a la bajada; hemos cogido el logo de la Bajada que diseñó Martel y hemos encargado a David Menacho, de la empresa de comunicación "La ventolera.com" un montón de pegatinas para repartir mañana entre los romanos que participan.
Lo mejor de las pegatinas es la cantidad de contradiciones que encierran en sí mismas, además de lo fantásticas que nos parecen.
Por eso, aunque las legiones romanas no puedan entrar en el Salto de la Mora, ya que somos demasiados, todos nos llevaremos Ocurris en el recuerdo.
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Esa va a ser una de nuestras aportaciones a la bajada; hemos cogido el logo de la Bajada que diseñó Martel y hemos encargado a David Menacho, de la empresa de comunicación "La ventolera.com" un montón de pegatinas para repartir mañana entre los romanos que participan.
Lo mejor de las pegatinas es la cantidad de contradiciones que encierran en sí mismas, además de lo fantásticas que nos parecen.
Por eso, aunque las legiones romanas no puedan entrar en el Salto de la Mora, ya que somos demasiados, todos nos llevaremos Ocurris en el recuerdo.
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