LAS OBRAS DE LOS NUEVE CAÑOS
Texto y Fotos: Leandro Cabello
Como complemento a la entrada sobre las fuentes y el agua en Ubrique de ayer me gustaría añadir algunos datos que me han dado los hermanos Romero, dos señores con los que me gusta echar un rato de charla en la Plaza.
Me cuentan que cuando realizaron las obras de los Nueve Caños y la traída del agua hasta los motores del depósito de la Cornicabra el padre de ellos fue uno de los trabajadores, él mismo también trabajó en la casa de los azulejos que hay en la Plaza y en la casa de los Bujeos. Así que sus hijos fueron testigos de todas esas obras.
El Acueducto del Convento: Ayer y hoy
Cada día, al empezar la jornada y entrar al trabajo fichaban en el edificio donde estaba el cuartel de los carabineros, frente a la calzada romana.
Me han contado que el lavadero del Benalfi, construido en 1927, se perdió pues se quería ensanchar la carretera. Para reformar la zona empezaron a usar barrenos pero tuvieron que dejar de usarlos pues veían que las explosiones afectaban al nacimiento y es verdad que se notó una merma en el caudal.
Hicieron una conducción subterránea para el agua , por la que dicen se podía caminar de pie. Esta conducción llegaba hasta donde se encuentran los motores, por lo que elevaron la calle, dejando así el antiguo puente del Rodezno muy abajo y los arcos del acueducto que venía del Convento casi tapados.
Puente del Rodezno
También se construyo el depósito. En una de sus visitas le preguntaron a su padre por qué habían dejado un callejón entre los muros, era una doble pared construida por seguridad.
Aún se pueden ver los arcos del antiguo acueducto detrás del depósito que se encuentra delante del Rodezno.
El acueducto del Convento se vislumbra entre los ladrillos
Cuando Rafael, uno de los hermanos, me ve venir hacia él en la Plaza siempre me dice: "Leandro pregunta, pregunta". Rafael tiene casi tanto interés como yo en que las historias de Ubrique no se pierdan. Ante tal ofrecimiento no puedo dejar escapar la oportunidad de conocer las cosas de Ubrique de boca de unos testigos privilegiados de su historia.
El desagüe de la casa en cuya
construcción trabajó el padre de Rafael Romero
En esta casa también estuvo trabajando el padre de Rafael, y él fue testigo de la obra. Esperamos que sus historias nos duren mucho tiempo y podamos seguir disfrutando con sus relatos.
Precisamente en las obras de esa casa, que entonces era de la familia Peña, fue donde nuestra madre se cayó y empezó una de las historias más entrañables de este blog.
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Es curioso, nunca me habria imaginado que subieran la carretera, y menos que quedara el acueducto debajo
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