El Chorro Aguay, una de nuestras mejores fuentes
Fotografías: Luis Eduardo Rubio
Ya les dijimos hace unos días que íbamos a terminar "enguanchinnaos" con tanta fuente. La verdad es que en Ubrique, mires donde mires, tienes una fuente, un nacimiento, un manantial o un pozo.
Ya llevamos unas cuantas fuentes inventariadas, entre ellas la del Chorro Aguay, una magnífica fuente que está en una de las laderas de Fátima, por el camino hacia la Esparragosilla.
El Chorro Aguay (a unos siete kilómetros de Ubrique) debe su nombre, según decía nuestro padre, a la cantinela que unos y otros decían por el camino a la fuente. Los que buscaban agua preguntaban a los que volvían "¿Hay agua?" y éstos respondían "Agua hay".
El Chorro Aguay
Ya habíamos estado antes en la fuente, pero con la ocasión de está búsqueda de fotos para el proyecto decidimos hacer una excursión, con una familia amiga, aprovechando un fantástico domingo casi primaveral.
Primer pilón del Chorro
De mampostería
El camino es muy fácil, una vez dejada la carretera sólo tienes que seguir la vereda unos doscientos metros, hasta llegar a la "vereda real" que iba a unir la Esparragosilla con el camino de Fátima, y cuya construcción se truncó casi al final.
Señalando el camino
Encontramos hasta una flecha que señalaba el camino, bromeando con que era prehistórica. Unos cientos de metros más adelante, el primer cruce, que lleva hasta la finca "La Cebilla", de cuyo propietario, José Moreno, hablaremos más tarde.
Desde el Chorro se ven las casas de Cardela
y el pantano de los Hurones
Justo antes del segundo cruce, el que desvía el camino hacia la Esparragosilla o la casa del guarda de Cardela, está la fuente. Preciosa, fresca y con el agua manando con un caudal que da gusto verla.
Los árboles de alrededor gigantescos, y una parra centenaria junto a una higuera inmensa.
La vegetación, exhuberante
En el camino de vuelta nos encontramos a José Moreno, con su mulo Rufino, muy amable se puso a conversar con nosotros, mientras montaba a las niñas en Rufino.
José Moreno
Necesita el mulo para llegar a su casa
Su historia es incríble, creíamos que ya no quedaba gente así. Vive solo en el rancho "La Cebilla" (en el que, por cierto, hay una fuente con el mismo nombre) y ha vivido allí desde siempre. Sus abuelos hicieron la casa y allí vivieron sus padres. Él vivió con ellos hasta que hace veinte años murió su madre, desde entonces está solo con sus ovejas, sus gallinas y su mulo.
¡El rancho no tiene acceso con coche! Cuando hicieron el pantano cubrieron el puente que había sobre el río Ubrique y desde entonces tiene que subir la ladera de Fátima para poder bajar a su casa con el mulo.
José monta en su mulo, Rufino
a las pequeñas Inma y Esperanza
Por lo visto la Junta hizo un carril para pasar sobre el río en verano, pero unos vecinos le han cortado el paso.
Así que José, con sus setenta años, vive solo en un campo al que solamente se llega en mulo o andando. Viene muy poco al pueblo, pues algún buen vecino le hace algún mandaíllo. El agua prefiere recogarla del Chorro Aguay, porque dice que es mejor que la de su fuente, y no necesita mucho más en el mundo, que le hagan una visitilla de vez en cuando.
Cuando nos despedimos de José vimos que otra familia lo paraba y le preguntaban algo... Al minuto estaba José montando en su mulo Rufino a otra niña.
Muchas Gracias, José, por tu amabilidad y las historias que nos contaste.
Un paseito con José y Rufino
por las laderas de Fátima
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Buena historia la de José que habéis conocido cuando íbais a "inventariar" una fuente. Bonitas sorpresas que nos da la Sierra.
ResponderEliminarUn saludo.