Páginas

sábado, 5 de marzo de 2011

El Garciago: Vestigios Andalusíes en la Sierra de Cádiz

El Garciago
Asentamiento Nazarí

Fotografías: Manuel Cabello Izquierdo
Texto: Esperanza Cabello

Hace muchísimos años nuestro padre nos llevó un día (como tantos otros) de excursión: Íbamos al Garciago. Nos dijo que era un poblado nazarí, de cuando los árabes vivían en nuestra sierra.
Se trataba de una excursión familiar: los padres y los cinco hijos, y llevábamos la merienda. Llegamos andando a los Veinte Pilares, allí nos comimos nuestro pan con chocolate con un poquito de agua de la fuente y empezamos nuestro camino hasta el poblado. Estuvimos andando un buen rato, y llegamos, por fin, al pie del poblado, y después tuvimos que subir un poco. Allí había todo tipo de restos, aunque muy insignificantes: un trocito de vidrio, un poquito de cerámica, algún resto de hierro y poco más. 
Recuerdo que recogí y guardé un trocito de barro, resto de un lebrillo o de una tinaja, y aún sigue guardado en una cajita.



El Garciago desde las alturas



La excursión al Garciago debió de calar muy hondo en todos los hermanos, porque hemos vuelto allí muchas veces y, casualmente, los cuatro mayores hemos estado en las últimas semanas.
Manolo decidió el Día de Andalucía.que era una buena idea ir a visitar el poblado nazarí del Garciago, y estuvo buscando restos de aquella población.




Subiendo al Garciago desde la Merga
Impresionante vista de Ubrique



Empezó el camino de forma poco habitual... ¡¡¡por el Aljibe y por la Merga!!! Es una bonita manera de ver la Sierra en todo su esplendor. De esa forma tuvo la oportunidad de ver obras de arte de la naturaleza, formaciones rocosas, árboles singulares, pasos imposibles...



 Espeleotemas (sal de moro) del Salto del Pollo





Y también obras de artesanía, realizadas por unas manos habituadas al trabajo, nos referimos a los pilones de la sierra. Por lo visto la costumbre era que el dueño de la tierra arrendaba la hierba a un colono, que se obligaba a hacer un pilón tallado cada año en forma de pago, podemos ver muchos de estos pilones en los paseos por nuestra sierra, quizás estaría bien organizar un itinerario de pilón a pilón. Existe una gran cantidad de ellos (casi un centenar) en Sierra Alta y en Sierra Baja.



Pilón tallado a mano en la roca caliza


El paseo hasta el Garciago permite también ver vestigios de todos los que han poblado y trabajado en nuestra sierra desde siempre. Por ejemplo, es muy habitual encontrar llanos de carboneros, llanos en los que se fabricaba el cisco y el picón quemando lentiscos y ramas secas, en los que aún hoy día se pueden ver los restos de cenizas.



 Llano de carboneros con el suelo ennegrecido






 Un montón de ramas preparadas
para hacer una "piconá"



Prosiguiendo su camino por el Salto del Pollo, Manolo llegó a Garciago por su parte superior. Es muy impresionante encontrarse allí arriba, tan cerca de los buitres que viven en la zona tan tranquilos, y con un panorama absolutamente envidiable.
 Hay muchísimos buitres en el Garciago
No era cuestión de seguir por arriba, así que fue descendiendo poco a poco, hasta que llegó a la zona que, supuestamente, estuvo más poblada,  aunque lamentablemente no queda casi nada, porque el poblado fue destruido a finales del siglo XV (parece que en 1472) por don Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz, y sus habitantes se fueron a Ubrique.

 Restos de construcciones


Pero si se sigue buscando en la zona, se pueden encontrar multitud de restos constructivos, suponemos que sobre la base de las construcciones primitivas otras civilizaciones más actuales habrán ido construyendo sus casas.
Trozos de muros
Lo que es seguro es que los primitivos pobladores del Garciago utilizaron rocas areniscas traídas de la zona de los Gamonales (muy próxima) y las fueron mezclando con las rocas calizas del Garciago. Así encontramos paredes de piedra en las que se ven perfectamente los dos tipos de rocas:


 Construcciones con rocas areniscas y calizas
Del Garciago ya habló el Padre Sebastián de Ubrique en su "Historia de la villa de Ubrique" y nos explicó cómo sus habitantes se habían refugiado en Ubrique. También nuestro padre en su libro "Ubrique, encrucijada histórica" habla del poblado árabe, explicando que fue destruido a finales del siglo XV.
También se pueden encontrar algunos datos sobre el poblado en el libro publicado con motivo del Centenario del Señorío de las Siete Villas en 2002 por la Fundación de las Siete Villas y coordinado por Fernando Sígler y Juan Carrasco. En septiembre de 2009 el historiador Alejandro Pérez Ordóñez publicó "Sierra de Cádiz Andalusí", y también en este libro podemos leer algunos datos sobre el saqueo de la qarya del Garciago (qarya es una palabra árabe que significa "lugar poblado").
Pero el caso es que el Garciago tiene, a buen seguro, una historia por contar, y sería fabuloso que se hiciera un estudio arqueológico de una de las  zonas más privilegiadas de nuestro entorno.
Ojalá que las fotografías de estos muros tomadas por Manuel inciten a los profesionales al estudio serio de la zona.


.

1 comentario:

Sus comentarios son siempre bienvenidos. No publicamos comentarios publicitarios, ofensivos o incorrectos en ningún caso, y tampoco comentarios anónimos. Muchas gracias