Camino del Garciago
Por Esperanza Cabello
Fotos: Luis Eduardo Rubio
El pasado Día de Andalucía decidimos ir al Garciago para buscar las fuentes que según nuestro padre hay en la zona. Ya hemos comentado que, curiosamente, varias personas de la familia habíamos decidido ir a la misma zona en el mismo día, sin ponernos previamente de acuerdo y por distintas rutas.
Nosotros entramos por los Veinte Pilares, desde el principio se nota que la del Garciago era una zona muy poblada, se ven restos de edificaciones por todas partes. Está claro que el agua, la buena tierra y la cercanía del pueblo tienen mucho que ver con esta población.
Una casa en ruinas
camino del Garciago
Un antiguo horno de pan
Un cercado para guardar el ganado
Al poco tiempo el camino se hace más empinado, y empezamos a tener algunos problemas para proseguir. Se supone que hay una vereda que nos lleva hasta las fuentes del Garciago, pero los nuevos propietarios han ido cerrando caminos y cortando veredas, así que tuvimos que pedir permiso a nuesttra amiga Raquel para seguir avanzando.
Llegando al Garciago
Realmente la Sierra es más majestuosa a medida que nos vamos acercando, y merece la pena el esfuerzo del camino (en realidad es un sendero bastante cómodo) para ver los cortados y la vegetación que dominan todo el panorama.
Las buitreras del Garciago
Por encima de las peñas, tan tranquilos, los buitres (al menos una docena podemos ver), secándose al sol y yendo y viniendo de sus buitreras. Tuvimos la ocasión de comtemplar algunos muy de cerca, y recordamos cuando éramos chicos y nos decían que si nos tumbábamos en un llano y no nos movíamos vendrían a ver si éramos comestibles...
¡Cuántos buenos ratos habremos pasado esperando, inocentemente, que vinieran los buitres a olisquearnos! Jamás vino ninguno, seguramente porque habría que haber tenido infinita paciencia y porque a varios metros seguían los padres preparando la paella.
Volando bajo, muy cerquita
Descansando al sol
Oteando el horizonte
Después de disfrutar un poquito de los buitres, continuamos nuestro camino hacia las fuentes. Esperábamos encontrar el nacimiento del Garciago y la fuente del Boliche, siempre pensando en el inventario para el proyecto "Conoce tus fuentes", aunque la verdad es que nos fuimos entreteniendo en cada rincón, en cada jardín natural que nos fuimos encontrando, porque parece que la primavera ya ha llegado a la sierra. Desde luego la que más disfrutó del paseo fue Kika, que, aunque hizo una buena parte del recorrido con su correa, tuvo también la ocasión de corretear un poquito a sus anchas.
Una buena carrera
En un jardín natural lleno de vincas color violeta
En un espacio muy reducido, sobre un conglomerado de caliza
encontramos una increíble asociación vegetal:
algarrobos, acebuches, chumberas,
esparragueras, vincas, gamones y tagarninas
Por fin nos vamos aproximando al nacimiento. Llegamos arriba y... ¡Oh, decepción! No sólo estaba totalmente seco, sino que el pozo tan feo que hicieron hace unos años buscando la fuente del agua es aún más feo que lo recordábamos.
Toda la sierra seca, ni una gota de agua, en ninguno de los resquicios, en ninguno de los arroyuelos, en ninguna parte de la roca... nada de agua.
Seco el arroyo
Seco el pozo
Seco el nacimiento...
Secas las salidas laterales
Y un feo pozo con las piedras descarnadas
Como era tan grande nuestra decepción, no hemos tenido más remedio que recurrir a unas fotografías que hizo nuestro sobrino Francisco José en la última visita familiar al Garciago, a finales de 2009, cuando llovía tanto y todo el Garciago estaba reventando de agua por todas las rocas, el arroyo cargado y rugiente y el agua saliendo por todas las fisuras hasta a diez metros por encima de nuestras cabezas. Si pinchamos en este enlace vamos directamente a esa entrada con fotos del Garciago rebosante.
Finalmente hemos hecho una comparativa de la zona con mucha agua y completamente seca, que podemos ver pinchando aquí.
Todavía nos quedaba la fuente del Boliche. A estas alturas seguimos subiendo un poquito, dejando atrás el Garciago y los "Calzones del Garciago" (una formación rocosa que recuerda a los calzones que usaban nuestros abuelos) miramos todavía con un poquito de decepción los arroyos secos.
Los caminos del Garciago
Buscando la fuente del Boliche
Bajo los Calzones del Garciago
Todavía teníamos que pasar por una zona en la que actualmente no se puede escalar, aunque en los años noventa unos ubriqueños montaron las primeras vías de escalada.
Antiguas vías de los años 90
Acercándonos al Boliche
Antes de venir al Garciago estuvimos informándonos sobre el significado del las palabras Garciago y Boliche, de la primera sólo supimos que era un asentamiento árabe que fue destruido por el Marqués de Cádiz en el siglo XV. Ya estuvimos hablando la semana pasada de esta qarya: "lugar poblado".
Y sobre la palabra "boliche" tenemos varias posibilidades:
1. Un boliche es un lugar, en general.
2. Un boliche es un lugar en el que varias personas hacen el mismo trabajo.
3. Un boliche es un lugar en el que se hace carbón.
Nuestro hermano Leandro piensa que el nombre de esta fuente es el mismo que denomina a las actuales petaquerías en Ubrique: boliche: lugar en el que varias personas hacen el mismo trabajo. Pero nosotros pensamos que la fuente del Boliche debe su nombre al carbón. Es una zona idónea para la fabricación del carbón, del picón y del cisco, tan necesarios hace unos años, ya que hay llanos, mucha vegetación y, sobre todo, agua, imprescindible para "apagar" el picón.
La fuente está justo debajo de un gran conglomerado de caliza, en apariencia es sólo un agujero en el suelo, pero tiene un precioso pilón de caliza que sirve como abrevadero y, si prestamos atención, oiremos cómo cae el agua un poco más abajo. Justo allí, escondido bajo unos zarezales terribles, hay un lindo pozo que va recogiendo el agua. Suponemos que habrá sido muy útil en su momento.
Actualmente el propietario de la finca tiene canalizada el agua hasta un aljibe para dar de beber al ganado.
La fuente del Boliche
El pocito del Boliche
El pilón del Boliche
Habíamos conseguido nuestro objetivo. Recorrimos la zona del Garciago y fotografiamos nuestras fuentes. El camino de vuelta mucho más sencillo: preguntamos al dueño de la finca cómo podíamos salir y nos dio permiso para salir por su carril. También supimos que hay gente que va a la zona y no respeta nada, ni las fuentes, ni a los animales, ni el trabajo de los dueños. Por eso hay tanta reticencia para dejar el camino libre.
Así que seguimos por su carril y desembocamos en la "Cañá de los Gamonales", donde se celebra la romería y donde pudimos comprobar, como cada años, que los gamones allí aún no había florecido, por eso es en esa zona donde mejor están cuando se acerca el tres de mayo, el Día de la Cruz, la fiesta de los Gamones de nuestro pueblo.
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Según me ha contado un señor de más de ochenta años y que ha pasado practicamente toda su vida dedicado a diferentes trabajos en el campo el boliche era el grupo de personas,que en el campo, desarrollaban las mismas tareas. Una vez que los campos se fueron abandonando y se vinieron a trabajar en las petaquerias se trajeron el nombre y se lo pusieron a los pequeños centros de trabajo marroquinero en Ubrique y que todos conocemos como boliche. Por lo menos el usaba esa palabra.El cuenta que cuando echaba carbón al sitio donde lo hacian le llamaban alfanje.
ResponderEliminarAunque he buscado bastante, no he visto en internet información sobre la buitrera del Garciago y creo que debe ser una de las más importantes de la zona pues he contado algunas veces más de cien buitres planeando a la vez. Sería interesante que si alguien tiene información la compartiera con nosotros
¡Qué buenas fotos!y que paseíto más agradable :)
ResponderEliminarComo siempre, una entrada preciosa, sencilla, familiar e instructiva. A ver cuando hacemos una escapa juntos.
ResponderEliminarSalud.
Gracias Manuel.
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