Isabel Álvarez Janeiro
La decana de la familia
Por Esperanza Cabello
Nuestra tía Isabel Álvarez es, como todos sabemos, la mayor de la familia. Para nosotros, además, una de las personas más importantes, no sólo por la relación y el cariño que nos profesamos, sino porque con su prodigiosa memoria es una de las principales colaboradoras de nuestro trabajo.
Impecable y fascinante a sus noventa y dos años tiene una alegría, unas ganas de vivir y una salud impresionantes. Y precisamente esta semana ha sido su cumpleaños.
Isabel nació el veinte de junio de 1919, el día de Santa Elia, en el seno de una familia muy numerosa. Ha trabajado desde muy pequeña primero cosiendo sombreros, después en las fábricas de petacas de Francisco Cabello y Norberto Aparicio.
Isabel Álvarez Janeiro
En la Plaza, 1933
Recuerda que trabajaba de sol a sol desde muy pequeñita. Era muy mañosa y muy habilidosa, así que los fabricantes la eleghían para hacer las pitilleras de cocodrilo.
Su jornada de trabajo, con apenas dieciséis años, empezaba a las siete de la mañana. A la hora del ángelus, a las doce, paraban para el almuerzo, y retomaban el trabajo a las dos.
Después trabajaban durante toda la tarde hasta las nueve y, los días de bulla, volvían desde las diez hasta la una de la madrugada.
Por esa jornada, seis días a la semana, Isabel ganaba, poco antes de la guerra, una peseta semanal.
Además hacía "por cuenta" pitilleras de cocodrilo (tres pesetas por cada doce) y carteras de documentos (tres reales cada una). Por las noches se ponía con su hermano Julio a hacer las tareas, y así conseguían los dos un sobresueldo para la familia.
Su madre había enviudado muy pronto y ella colaboró todo el tiempo en la manutención de la familia.
Hoy le hemos preguntado cuántos años tenía el mayor de su familia cuando murió: sesenta y cuatro años. Todos han fallecido muy pronto, así que su longevidad no parece genética. Entonces hemos querido saber su secreto y nos lo ha contado: ha pasado toda su vida trabajando mucho y queriendo a todos los suyos.
Quizás esa sea una fórmula mágica trabajo y amor. A Isabel le está dando muy buen resultado.
¡Feliz cumpleaños, preciosa!
¡Que sigas así de bien muchos años!
Cuando nos veníamos, nos ha recordado que hoy era la víspera de San Juan. Estaba en la casa también nuestra amiga Consuelo Bohórquez, y las dos nos han contado que en la víspera de San Juan se hacían varios juegos para saber de los amores.
Por ejemplo, se echaban en un plato hondo con agua dos alfileres, cada uno de ellos representaba a uno de los enamorados. Durante toda la noche al parecer se movían los alfileres, y el que más se había movido era el que más amaba de los dos.
También se quemaban ligeramente, al fuego de las cocinas, dos alcauciles. Si al amanecer habían florecido, eso significaba que los dos se amaban. Si sólo florecía uno, era porque sólo uno de los dos amaba, y si los dos se quedaban mustios era porque la relación no tenía ningún futuro.
Estas curiosidades están totalmente perdidas en nuestro pueblo, pero no dejan de ser increíbles.
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¡Qué linda la foto de pequeña, tiene la misma cara! Felicidades, y que cumplas muchos más.
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