Teresa Ortega Rivera el día de su boda
Por Esperanza Cabello
Cuando comenzamos en blog (en abril de 2009) una de las primeras personas a las que quisimos rendir homenaje fue nuestra tía Teresa Ortega,
a la que todos conocíamos como Teresita. Es una de las personas de la
familia más apreciada, más querida y más admirada por todos.
Nosotros la queríamos como a una madre, pero
eso era muy fácil, Teresa es una de esas personas entrañables que se
hace querer y respetar por todos, una de esas personas que siempre está
atenta a los deseos de los demás, que es capaz de educar sin levantar la
voz, que está siempre pendiente de todos, por encima de sí misma.
No tenemos muy claro qué son las casualidades
ni por qué las cosas pasan. Pero si que es cierto que a veces se dan
una serie de circunstancias que te hacen pensar.
Teresa murió hace ya muchos años, pero nos
acordamos de ella muchas veces. Sin embargo, en los últimos días hemos
hablado y nos han hablado de ella tantas veces que no lo hemos pensado
más y hemos decidido volver a escribir sobre ella.
Hace unos días, cuando hablábamos de las
Piñeritas, nuestra prima Antonia María nos comentaba que su madre
siempre le hablaba de ellas, y en casa decíamos que Teresita era tan
buena y tan primorosa como las Piñeritas.
Las mujeres de nuestra familia
en la boda de nuestro primo Leandro, años ochenta.
Teresita con Elisa, María Remedios, Natalia y Esperanza
Unos días después nuestra madre nos dio esta
fotografía de la boda de nuestro primo Leandro (Teresa está con su
nieta Elisa en brazos) para que la conserváramos, y nos estuvo hablando
de Teresa, de lo mal que lo pasó cuando murió nuestra abuela y de lo que
habría sufrido al saber que tita Reme también había muerto. Nos contó
el gran apoyo que Teresa fue para nuestra abuela Natalia, de las veces
que la ayudó, de lo mucho que se encargó de nuestros bisabuelos y de lo
feliz que era con sus nietos, Elisa y Rafael.
La familia Pérez Ortega en la feria de Ubrique
Al día siguiente (viernes) nuestra prima
María Teresa nos preguntó por unas fotografías familiares que habíamos
escaneado el año pasado y en las que estaba toda su familia: Francisco,
Teresa, Antonia María y María Teresa. Estas dos imágenes son también de
esos escaneos.
La familia Pérez Ortega a principios de los sesenta
El sábado, preparando una entrada en la que hablábamos de un juego de
tocador, estuvimos recordando el montón de detalles que tuvo nuestra
tía Teresa con nosotros, lo buena que fue siempre haciéndonos caso y
contándonos historias familiares. Teresita nos regaló una pieza del
tocador de nuestra bisabuela hace muchísimos años.
Por la tarde celebramos un cumpleaños (¡Felicidades, Luis!) y
estuvimos hablando de la leche condensada, Teresita tenía siempre una
lata de leche condensada la Lechera abierta en una fresquera, y cada vez
que íbamos a verla nos dejaba que cogiéramos una cucharada. Lo
estuvimos comentando durante la merienda.
Ayer, domingo, hicimos una entrada sobre el juego de las tabas y recordamos unas bolsitas de tela que Teresita nos había hecho para guardarlas.
Mantel confeccionado por Teresita en 1982
Pero lo que nos ha hecho, definitivamente, pensar que no puede ser
casualidad, es que estábamos planchando tranquilamente y nuestra prima
nos ha dicho "¡Qué paño tan bonito! ¿Tú has hecho el croché? Me recuerda
a las costuras de abuela y de Teresita".
Y nos hemos quedado de piedra. Teresita nos había hecho ese paño en
1982, tan bien hecho y tan primoroso como todas las cosas que hacía,
siempre con delicadeza y siempre con cariño. Era la costurera más
meticulosa y perfeccionista que conocemos, siempre hacendosa y
trabajadora, siempre atareada.
Puntadas milimétricas y croché perfecto
Ese era el sello de Teresita
Todos estos días hemos estado recordando a nuestra tía, y aunque es
verdad que nos acordamos de ella muchísimas veces, hemos pensado que lo
mejor que podíamos hacer era dedicarle esta entrada, para que todos la
recordemos como hasta ahora, con alegría, con admiración y con cariño.
Un recuerdo muy bonito Esperanza. Yo recuerdo la leche condensada e intentaba que la cucharada durara lo maximo en la boca, aunque quien se podía resistir, !!pá dentro¡¡.
ResponderEliminarEsperanza, muchas gracias por quererla tanto,y por recordarla siempre, si ella pudiera ver esto se estaria emocionando, porque os queria a todos y se sentia querida por todos,un beso:)
ResponderEliminar¡¡Qué recuerdos tengo mas entrañables de Teresita!!!, la tengo como de las personas mas buenas del mundo, ya no hay personas así.
ResponderEliminarJolinesssssssssss cunatos recuerdos me habeis traido a la mente....cuando volvia a mi casa del asilo y paraba en casa de Teresita, jalaba de la cuerdecita para abrir la puerta y directa a la leche condensada...jajajajaja
ResponderEliminar¡Veo que estamos hechos todos unos golosos! Ella debe de estar contenta por habernos dejado unos recuerdos tan dulces a todos.
ResponderEliminarUn beso, primos