Padrón de Ubrique, 1930
Gentileza de Manuel Zaldívar
(Archivo Municipal en la Biblioteca de Ubrique)
Por Esperanza Cabello
Cada día recibimos una nueva y gran sorpresa. Nuestro amigo Manuel Zaldívar sigue enviándonos trocitos de historia de nuestro pueblo y de nuestra familia. Nos encanta encontrarnos tan cerca de las historias que siempre hemos oido y que siempre hemos conocido.
La sorpresa de hoy es del padrón de 1930, en la calle Presbítero Francisco Guerrero. (Esta calle se llamaba Progreso en 1920).
En el número 16 viven Antonio Benítez Vegazo (uno de los primero fabricantes de Ubrique) y María Arenas Guerrero (hermana del último alcalde republicano de Ubrique), bisabuelos de nuestros sobrinos Laura y Leandro Cabello Benítez.
En el número 18 viven Serafín Ruiz Menacho y Patrocinio Carrasco Medinilla, bisabuelos de Serafín y Julia Ruiz Cabello, con sus tres hijos Antonio, Serafín (abuelo de Serafín y Julia, que entonces tenía 14 años y ya era de profesión petaquero) y José Ruiz Carrasco. Tuvimos la suerte de conocer a Patrocinio, que era una señora encantadora, amable y educada.
Y en el número 22 vivía la familia de Francisco Lobatón Gómez (entonces Lovatón) y Francisca Herrera Medinilla. Siempre hemos oido que nuestro abuelo Leandro compró a la familia de "Los Lobatones" la gran casa familiar en la que nacimos y nos criamos.
Era una casa de 1922 que don Francisco Lobatón Gómez había construido para su familia numerosa (en el padrón constan los padres, la hermana de Francisco, nueve hijos y dos mujeres más, seguramente "las muchachas", como se llamaban entonces las asistentas).
Como el buen hombre era propietario de campos y tenía fincas, pidió a un amigo, que era el dueño del pinsapar, permiso para cortar unos árboles y hacer las puertas y ventanas de "una casita" que se estaba construyendo en Ubrique: ¡¡¡Más de cien!!!
Nuestro abuelo contaba que había comprado la casa a una familia que había venido de Algar y que después de la guerra había vuelto a Jerez de la Frontera (pinchar aquí para leer la historia).
Se empeñó en esa casa y don Francisco Lobatón Herrera (el hijo mayor de la familia, pues el padre había fallecido antes de la guerra) se la vendió a él, aunque había otro ubriqueño (don José Arenas) que también quería comprarla.
La casa construida por don Francisco Lobatón en 1922
Hogar de la familia Izquierdo Fernández entre 1940 y 1986
Fotografía de Manuel Cabello Janeiro 1992
Lo que no nos cuadra mucho de la historia que conocemos y del documento del padrón es que la casa de la familia Lobatón existía desde 1922, y está en la calle San Pedro, número 22, no en la calle Presbítero Francisco Guerrero. También sabemos que la familia Ruiz Carrasco vivía en la calle Horno, que es una calle paralela. Quizás no sepamos nunca si hay algún error o si circunstancialmente las tres familias vivían en esa calle en 1930.
Seguramente sea debido a que la vivienda familiar (gigantesca) daba a cuatro calles: San Pedro, Progreso, Horno y Rojas.
En cualquier caso agradecemos de corazón a Manuel Zaldívar que nos siga regalando estos trocitos de historia de nuestra familia y de nuestro pueblo.
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