Abuela Julia con sus nietos
Maritina, Francisco José y Antonio
Agosto de 1971
Por Esperanza Cabello
Seguro que fue nuestro querido tío Antonio Sanz quien hizo esta magnífica fotografía, tan tierna, tan bonita, tan entrañable, con esos niños tan preciosos y esa abuela tan feliz y satisfecha de estar compartiendo vacaciones con su María Remedios.
Este mes de septiembre siempre nos trae recuerdos agridulces, que el tiempo se va encargando de endulzar cada día un poquito más. Nuestra abuela Julia era una mujer excepcional para la que estas fechas eran las más señaladas.
El día de la Patrona, de su Virgen, con toda su devoción, era uno de los más destacados del año, ella formaba parte de la Hermandad desde siempre y colaboraba, además, con todas las celebraciones y los actos.
Puso el nombre de María Remedios a su hija pequeña en su honor, y estamos seguros de que el fervor y la devoción que nuestro padre profesaba le vino desde pequeño.
Postal escrita a su hija Remedios por su santo
Me pides un recuerdo, hija, querida, y en el día de tu santo, te lo doy,
con palabras muy sentidas para espresarte lo que siento hoy.
Hoy como ayer y ayer como mañana mis deseos para ti iguales son,
que llegues a mujer buena y cristiana y des al Buen Jesús todo tu amor.
Te deseo también la paz del alma, no olvides mi querida Remeditos
que con el bien y la virtud se alcanza.
Si consigues vivir de esta manera, serás feliz, y no te obstines,
en conseguir las cosas pasajeras.
Tu madre
Ubrique, ocho de septiembre de 1949
Nos parecen muy hermosas estas palabras, y recordamos a nuestra abuela siempre tierna, siempre cariñosa, siempre atenta. Aunque firme y dispuesta cuando era necesario La recordamos también rezando el rosario y haciéndonos unas recomendaciones siempre bien intencionadas. Ella solo quería la felicidad de los suyos y luchaba por conseguirla.
Y un mes de septiembre también fue el de su despedida, el tres de septiembre de hace ya cuarenta y dos años. Aquel año no hubo mantones en los balcones, ni visitas a la procesión, ni cantos de la Salve, ni Rosario de la Aurora.
Pero desde entonces y cada año, en la familia nos hemos encargado de mantener su memoria, también cada vez que pasa la Virgen en procesión por nuestros balcones.
Por eso septiembre siempre será para nosotros un mes de familia y de recuerdos, y estamos seguros de que nuestra abuela asiste emocionada a las sorpresas y las alegrías que, tantos años después, uno de sus nietos mayores le sigue ofreciendo, septiembre tras septiembre, conservando las tradiciones familiares y participando con gran afán y devoción en los actos solemnes que tienen lugar en este mes tan señalado.
Francisco, uno de los nietos mayores, es el secretario de la Hermandad de Nuestra Señora de los Remedios de Ubrique, y participa, año tras año, cargando el trono de la Patrona durante las tres procesiones que tienen lugar cada septiembre.
Nota: Agradecemos a nuestro amigo Manolo Canto que nos haya proporcionado esta fotografía de nuestro hermano, tomada durante la procesión del Día del Voto.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sus comentarios son siempre bienvenidos. No publicamos comentarios publicitarios, ofensivos o incorrectos en ningún caso, y tampoco comentarios anónimos. Muchas gracias