Por Esperanza
Cabello
Nos ha parecido muy curioso leer esta carta de ""El Imparcial"" (con dobles comillas, por ser un título y por ser terriblemente parcial) del 14 de octubre de 1869. Cuenta el diario que una partida republicana andaba por la sierra, entre Villauenga y Cortes, pasando por Jimera y Ubrique, y cómo buscaron armas y dinero en Villaluenga.
Si el diario no hubiera sido del otro bando habrían dado esta noticia de una forma radicalmente diferente, habrían explicado que unos valientes luchaban por sus vidas y los derechos de todos y que tristemente cuatro personas habían perdido la vida en esta contienda:
"Los periódicos
de Cádiz que recibimos hoy publican una carta de Grazalema en que se da cuenta
detallada de los movimientos de los republicanos en los alrededores. Dice así:
“Se presentó
en Villaluenga a las diez de la mañana del día 6 la partida republicana al
mando de Paul y Salvoechea, compuesta de unos 170 hombres, parte de ellos
desarmados: entre ellos iban Carrasco, el exsecretario de Paterna y el hijo de
Pedro el Chico. De Algar dicen que iban tres, Juan Vallejo, Miguel Domínguez y
otro que no he podido averiguar quién sea. Amenazaron de muerte a muchas personas,
recogieron algunas escopetas, pues registraron casi todas las casas del pueblo;
trabajaron mucho para llevarse los fondos municipales, pero se encontraron las
arcas limpias, pues con anticipación se habían retirado aquellos. Con el
pretexto de recoger armas, se robaba por la canalla cuanto podía; y estando
ocupándose de exigir una contribución a los vecinos pudientes, supieron que las
fuerzas de Ubrique les seguían, no teniendo tiempo para consumar sus proyectos,
que es difícil calcular el alcance que tuviesen, y se marcharon como a la una
del mismo día dirigiéndose a tomar la falda de la sierra de Livar y a Cortes donde
pernoctaron.
Uno de los
mayores males que en Villaluenga se han tocado ha sido el de haber algunos
malos vecinos informando de las personas y sus… a los jefes y con esos
antecedentes molestaron mucho. Quisieron fusilar a don Juan Antonio Menacho y a
don Juan Zapata; y el señor cura que no abandonó con tiempo la población fue
objeto de toda clase de insultos, pero no llegaron las amenazas a vías de
hecho, pues al fin se escapó sin que lo notaran. Así como otras muchas casas,
allanaron las capitulares de donde sacaron la talla, quemándola y unos globos
de lata que destrozaron. Al archivo no le tocaron y Paul estuvo revisando los
libros de intervención para cerciorarse de la existencia de las arcas. Es un
servicio que han prestado don Eugenio Sánchez, el depositario, y el alcalde don
Diego Ortega, ocultando los fondos.
Hasta aquí lo
ocurrido en Villaluenga. Los republicanos iban perseguidos en su marcha a
Cortes por un batallón que creo procede de esa guardia civil y carabineros que
ayer marcharon de Villaluenga; pues bien, salió la partida de Cortes y se
dirigió a Jimera de Lívar, que está a distancia como de una legua; pero anoche
llegaba otro batallón procedente de Málaga y cortándole la retirada por la otra
parte y puesto en combinación con las otras fuerzas, están cercados los
rebeldes, cuyo cerco tuvo lugar al amanecer de hoy; de modo que en Jimera tienen
hoy lugar la lucha, que dará por resultado infalible la destrucción completa de
toda la partida. En Villaluenga se recibió parte diciendo que la vanguardia de
la columna, al llegar a la venta de Villaluenga, tuvo algún fuego con los
dispersos y que habían resultado algunos muertos. Los cuatro desgraciados que
se han quedado en el campo en esta
escaramuza ha sido el secretario de un club de Medina, un aparador de calzado de Cádiz y natural de
Ubrique, un vejete como de sesenta años, tirador corsario de Paterna, y otro de
Ubrique que vivía en dicha Paterna.
En Ubrique no
exigieron contribuciones, pero si hubo registros de casas para recoger
escopetas y robos de caballerías. Llegaron a levantar algunas barricadas
temiendo ser atacados, fortificándose en la iglesia y ayuntamiento. Este pueblo
fue sin duda tratado con alguna más consideración, por ir en la partida el hijo
de Pedro Bohórque (el chico) y Carrasco, naturales del mismo."
Nosotros sabemos que el hijo de Pedro Bohórquez era Cristóbal Bohórquez Gómez, natural de Ubrique, nacido el 8 de mayo de 1847, según consta en el registro:
Y que Cristóbal moriría precisamente un día después de publicada esta noticia en Benaoján, junto al diputado Rafael Guillén
En la tesis doctoral "Cádiz durante el sexenio democrático. El copnflicto Iglesia-Secularización", del licenciado Antonio Orozco Guerrero podemos leer, (en este enlace, p. 197) en relación con el número de entidades y asociaciones republicanas existentes en Cádiz:
"A la amplia relación de entidades republicnas hay que añadir el "Círculo Cristóbal Bohórquez", no mencionado en el informe. Bohórquez, de 18 años, falleció al mismo tiempo que el diputado Rafael Guillén Martínez en la insurrección republicana de 1869 en la Sierra de Cádiz. Este levantamiento dio lugar a la disolución del Ayuntamiento Republicano de Rafael Guillén Estévez, primo del anterior, que fue sustituido por el del unionista Juan Valverde".
En este enlace podemos leer toda la historia de los Bohórquez Republicanos en Ubrique
.