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lunes, 26 de mayo de 2014

¡Enhorabuena, doctor!

 
Serafín Ruiz Cabello
Un flamante doctor en la familia



Por Esperanza Cabello


El pasado 23 de mayo fue un día muy especial, el día que marcaba un antes y un después para muchos de los miembros de esta familia: Serafín Ruiz Cabello se doctoraba en matemáticas en la Universidad Autónoma de Madrid.
Para los que no estamos muy al día de la carrera académica el doctorado es algo desconocido, algo muy lejano, que no está al alcance de casi ninguno de nosotros, de hecho, Serafín es el primer doctor de nuestra familia y pensamos que seguirá siendo el único durante muchos años.
Hay que trabajar mucho, estudiar mucho y dedicarse mucho para conseguirlo. Hace diez años que nuestro hijo estudia y trabaja en la universidad, dedicado a la investigación matemática, y poquito a poco hemos ido viendo cómo terminaba primero una licenciatura, después otra, después un máster y, finalmente, el doctorado.
Y para él han sido largos años de estudio y de esfuerzo, a nosotros nos alucinaba que disfrutara investigando, pero también ha debido rendir y trabajar.


 El doctorando preparando la defensa de su tesis



No, no ha sido un camino de rosas, Serafín ha pasado muchas largas horas dedicado al estudio y a la investigación, le ofrecieron la oportunidad de irse a Madrid, a la Universidad Autónoma, becario, gracias a su magnífico expediente y a su currículum, (en este enlace pueden leerse su currículum y sus publicaciones) y él aprovechó la oportunidad. Durante los últimos años ha vivido dedicado a sus estudios, dirigido siempre por su "jefe", don Fernando Chamizo Lorente, que se ha convertido, más que un jefe, en un amigo, y que ha significado mucho para él.
También ha sido muy afortunado, porque lo han rodeado personas extraodrdinarias, que se han convertido en su familia madrileña. Tuvimos la ocasión de conocer a algunos de ellos, a sus compañeros y a sus profesores, y hemos guardado un recuerdo extraordinario. Nos parece maravilloso ver cómo trabajan, cómo se ayudan, cómo se apoyan...
Al conocer a la Jefa de su Departamento (doña Carmen Ruiz-Rivas) tuvimos la gratísima impresión de descubrir en ella a una gran persona, una científica de primera que al mismo tiempo se sentía orgullosa de los suyos y feliz de los pequeños y grandes éxitos de sus doctorandos.
A todos ellos quisiéramos agradecerles todos los detalles, toda la ayuda, todo el apoyo que han prestado a Serafín, pues estamos seguros de que, sin ellos, nunca hubiera sido lo mismo.






 Comienza la exposición: 50 minutos de una serie apasionante de detalles,
 minuciosamente elaborados



Por fin llegó el gran momento, el momento de la defensa de la tesis doctoral: "Generadores de primos, identidades aproximadas y funciones multifractales" (en este enlace puede leerse)
Nosotros apenas pudimos comprender lo esencial de este trabajo, entre los matemáticos que había en la sala seguramente entendían bastante de lo que explicó, pero todos estaban de acuerdo en que era algo muy difícil. El trabajo estaba repartido en tres capítulos, que corresponde cada uno a un artículo publicado (el tercero está en preparación), y en cincuenta minutos había que hacer una explicación, contar cómo habían ido haciendo el descubrimiento y dejar claras las aplicaciones de cada uno de ellos.
Impecable; después de tantas horas de trabajo, de tantos ensayos, de tanto empeño, la presentación fue impecable.


 Si echamos un vistacillo a la pizarra veremos que las matemáticas no son solo números


A pesar de no estar en absoluto acostumbrados a estos actos académicos, nos pareció todo fabuloso. La sala se llenó de amigos, familiares y profesores de Serafín, el tribunal ocupaba la primera fila y todos guardamos un silencio expectante, divididos entre los nervios y la admiración, porque, independientemente de nuestro propio desconocimiento matemático, la seguridad y la facilidad del ponente nos parecían increíbles. Cómo dominaba la situación, cómo lo tenía todo pensado y calculado (¡Claro, es de ciencias, jeje!) cómo había incluso cambiado su fonética para que castellanos, riojanos y catalanes lo comprendieran. Esa seguridad en si mismo y en su exposición nos tranquilizaron y nos enorgullecieron terriblemente.

 
 Todo se desarrolla según lo previsto.
El teorema está a punto de ser desvelado

 Por fin íbamos llegando al final de la defensa, Serafín nos había explicado cuál era su trabajo, resumido en sus propias palabras podría ser este:

-" La sucesión de Rowland. Es una sucesión numérica definida mediante una sencilla recurrencia y con la propiedad de que el crecimiento en cada paso siempre es o un 1 o un número primo. Estudiamos propiedades de esa sucesión y de sus generalizaciones.
- Identidades aproximadas y formas de Maass. Una identidad aproximada es una expresión numérica que está muy cerca de alguna cantidad conocida (como el número pi o el número e). En este capítulo obtenemos muchos ejemplos de estas identidades sobre el semiplano de Poincaré, un modelo del plano basado en la distancia hiperbólica.
- Espectro de singularidades y formas modulares. Una función multifractal es aquella que separa los puntos de un intervalo en muchos conjuntos de fractales de distintas dimensiones. Nosotros vamos a probar que una familia de funciones procedentes de las formas modulares son multifractales.

En principio lo que hacemos es totalmente teórico, pero la teoría de números tiene muchas aplicaciones hoy en día (cualquier registro de contraseñas por ordenador, por ejemplo, se hace con teoría de números). En lo que nosotros hemos hecho, el estudio de multifractales tiene aplicaciones al estudio de fluidos turbulentos y la resolución numérica de las ecuaciones de Navier-Stokes. El capítulo de Rowland es un generador natural de primos (un objeto de gran valor en la literatura matemática, aunque nosotros no lo hemos descubierto, sólo profundizado su análisis). El capítulo del centro es el más estético, aunque podría tener aplicaciones al estudio de la distribución de la función aritmética r(n)".

 No sabríamos decir si está claro o clarísimo, pero ese es su trabajo y eso fue lo que defendió magistralmente. Después de aquella exposición llegó el turno de los comentarios, las críticas, las felicitaciones y la nota.


 Don Antonio Córdoba, presidente del tribunal, dando paso al turno de preguntas
de los evaluadores y de los doctores.


En su tribunal el presidente y presentador fue don Antonio Córdoba (director del  director de la tesis, don Fernando Chamizo, y uno de los matemáticos más prestigiosos de España. Tiene muchas publicaciones en la revista Annals of Mathematics, que es de algún modo la revista matemática más importante del mundo porque tiene el mayor índice de impacto).
Los otros miembros del tribunal fueron don Javier Cilleruelo, también de la Autónoma; don Juan Arias de Reyna, profesor de la Universidad de Sevilla, que había sido profesor de Teoría de Números de Serafín; don Jorge Jiménez de la Universitat Politècnica de Catalunya y don Juan Luis Varona, de la Universidad de La Rioja.

Nos encantó oir cómo lo felicitaban, cómo le daban la enhorabuena por haber hecho algo tan difícil y ver cómo eran capaces hasta de bromear con esas cosas que no comprendíamos.
Pero lo mejor de todo fue cómo aceptó los comentarios críticos. Suponemos que un trabajo de esta magnitud siempre tendrá lados por descubrir y temas de trabajo futuro, nunca estará completo del todo, así es el campo de la ciencia.
Uno de los profesores del tribunal explicó que había visto tres erratas que, aunque en la presentación ya estaban corregidas, no lo estaban en la tesis (que había sido depositada con anterioridad) y el talante del doctorando fue ejemplar, al menos  para los que estábamos en la sala, a los que nos dejó aún más asombrados, si es que eso era posible.

 Serafín es felicitado por los miembros del tribunal


Y por fin llegó el momento más difícil del día. El presidente mandó desalojar la sala y los miembros del tribunal se reunieron a calificar la tesis y la defensa. Aunque Serafín estaba muy satisfecho con todo y parecía que el resultado iba a ser el máximo, y aunque normalmente estas cosas ya están decididas de antemano y una tesis de cuatro años  supervisada y dirigida por una autoridad en la materia y trabajada meticulosamente días y noches sin descanso suele ser valorada muy positivamente, nosotros teníamos una pequeña inquietud... que no tenía ninguna razón de ser:
Muy sonriente don Antonio Córdoba nos volvió a reunir a todos para darnos el resultado y la calificación: sobresaliente cum laude para este trabajo excepcional.

No sabemos quién estaba más satisfecho y feliz de todos, si el doctorando, si la familia (toda la familia se había apelotonado con el doctor, hasta la familia de Francia, que había venido expresamente a apoyarlo en estos momentos), si los amigos, si sus profesores, si sus compañeros o si él mismo.
En el momento de la noticia nosotros estábamos cerca de la jefa del departamento, doña Carmen Ruiz-Rivas, que estaba casi tan contenta como nosotros mismos, y a la que agradecemos profundamente todo el interés y la dedicación que ha tenido con nuestro hijo.
Cuenta Serafín que es el alma del departamento, y que está siempre pendiente de todo y de todos, que gracias a ella tienen muchos becarios y que se preocupa de ellos como de su familia.
Gracias, Carmen.

 
 Comienza la celebración: Serafín con su hermana Julia,
 su acompañante y admiradora más ferviente

Ya tranquilos con la calificación y con el desarrollo de la mañana, comenzó la celebración: todos queríamos fotografiarnos con el flamante doctor y darle nuestra enhorabuena. 
Nos ha llamado la atención cómo se organizan entre los compañeros para la celebración; cuando llegamos por la mañana allí estaban todos:  Sofía, David, Ana, Félix, María, Ping, Mariluz eran los primeros, como hermanos, dispuestos a preparar todo para que no faltara ni un solo detalle, después fueron llegando los demás para echar una mano y acompañar a nuestro hijo en este día tan importante.
Todo nuestro agradecimiento también para ellos.


 Reme, David, Abraham, Julia, Esperanza, Ève, Mila, Lise... y Amets
Todos acompañando a Serafín

 Han sido muchos los amigos de Serafín que lo han acompañado y felicitado, algunos de su etapa madrileña, pero otros, como David y Reme, de cuando estaba en el instituto. 
Seguro que para los que han hecho una tesis doctoral, la han defendido y han conseguido el grado de doctor ese ha sido uno de los días más especiales de sus vidas, nosotros conocemos a muy pocos doctores, nuestra amiga Mila es un ejemplo, y sabemos que podrá apreciar mejor que nadie las dificultades por las que ha pasado Serafín para llegar hasta aquí.  Pero que Mila, Ève y Lise hayan venido expresamente desde Francia para acompañar a Serafín este día,(más aún estando Lise embarazada, esperando al  pequeño Amets) es un gesto muy de agradecer, para nosotros ha sido muy importante saber que nuestro hijo es apreciado de esta manera.
Merci beaucoup, mes amies!



 La familia de Francia y la de Ubrique rodeando a su nuevo doctor


 Al hacernos la foto de familia no podíamos dejar de pensar en lo importantísimo que hubiera sido este día para los abuelos de Serafín: Serafín, María Jesús, Manuel y Esperanza; si hubieran podido venir y acompañarlo habrían sido los abuelos más felices del mundo y se habrían dejado seducir por sus palabras, por su bien hacer, por su tranquilidad, por su entereza... y en esta foto no habría faltado, por supuesto, Tita Reme, que por nada del mundo se habría perdido este acontecimiento y habría proclamado a los cuatro vientos que tiene el sobrino más listo del mundo y sería también  la tía más feliz del mundo.


 Por fin podemos relajarnos, empieza la celebración

Las charlas durante la celebración fueron todas en el mismo sentido: todo parabienes y felicidades, que lo había hecho francamente bien y que había sido todo muy difícil, pero que él lo había conseguido.
No tuvimos ocasión de hablar sosegadamente con su director, don Fernando Chamizo. En estos años hemos oído hablar de él constantemente, es un excelente matemático y un mejor profesor, y nos hubiera gustado expresar nuestro agradecimiento por todo lo bueno que ha hecho durante todo este tiempo por Serafín.
¡Gracias, Fernando!

 El momento de los regalos; los más divertidos: la batamanta y el tirador


 Y por fin llegó el momento de los regalos. Los amigos y compañeros se habían organizado para que no faltara ni un solo detalle: las bromas, los regalos de campeonato y los detalles divertidos y cariñosos se sucedieron.
¡Gracias, amigos!



 Los amigos rodean al nuevo doctor con todo el cariño del mundo
Es una gran alegría ver cómo lo quieren y lo aprecian


 Todos los rodeaban felices y sonrientes, satisfechos del éxito de su amigo como si fuera el suyo propio. Está claro que no solo fue un día de ciencia y de sabiduría, sino de amistad y de fraternidad.
Está claro que en la vida lo más importante no son los éxitos (académicos, como es el caso), sino la gente que te rodea, los amigos que te acompañan, las personas queridas.
Y si tuviéramos que calificar a Serafín por su calidad humana, no dudaríamos ni un ápice en otorgarle, por supuesto, un supersobresaliente cum laude, y si esa calificación no existiera, la inventaríamos para él.



Serafín después de su discurso informal de agradecimiento.
Mirando el comic de su vida, regalo de sus compañeros.


Al final llegaron los brindis y los agradecimientos informales, a los amigos, a los profesores, a sus maestros, a su familia. 
Y nosotros quisimos agradecer a todos todo lo que han hecho estos años por nuestro hijo. Dicen que es de bien nacidos se agradecidos.
Como quiera que nosotros solo comprendimos de la tesis precisamente esta parte, la de los agradecimientos, hemos querido repetirla, sin comentarios y sin imágenes, para volver a disfrutar de su lectura...



Agradecimientos



Completar este documento supone la síntesis de varios años de trabajo y, aunque sólo sea simbólicamente, es el fin de un largo camino. Llegar hasta aquí ha sido duro. Pero a medida que me acercaba al final estaba cada vez más seguro de lo que ahora sé; ha merecido la pena. No sólo por el premio de aportar una pequeña contribución al conocimiento matemático, sino también por el camino recorrido. Entre las muchas horas entre papeles y pantallas queda en el recuerdo lo aprendido, las personas, los momentos; queda lo bueno.





Lograrlo no habría sido posible sin la inestimable colaboración, de una u otra forma, de mucha gente. Seguramente haya dicho algo parecido varias veces, pero en pocas será tan cierto como en esta ocasión. Quería aprovechar este momento para recordar a algunas de esas personas, a vosotros, y daros las gracias.





Gracias a Fernando, mi director. Son muchas las razones que podría escoger y, pusiera las que pusiera, me quedaría corto. Gracias por todas las horas y el empeño que me has dedicado; por tu forma humilde de enseñarme, haciendo fáciles las explicaciones difíciles; por todos los grandes y pequeños detalles que has puesto de tu parte para que esto sea una realidad. Gracias por ser, más que un jefe, un amigo que siempre me ha hecho sentir que llegaríamos a buen puerto. Gracias porque te imagino pensando que exagero cuando digo todo esto, y eso hace que lo piense aún más. Gracias también por la mayoría de los dibujos de la tesis.





Gracias a Dulci, mi hermana de tesis. Parte de lo que hay en estas páginas lleva también tu firma. Y es mucho más divertido acotar integrales e irse de viaje en compañía. Por eso y por las palabras, gestos, y toda esa gran parte de ti que nos has pegado a todos, gracias.





Gracias a Adrián por tus sugerencias y correcciones del último capítulo, por concederme el honor de ser el lector de la tesis y por tus preguntas. A Javier, por la oportunidad que tuve de hacer el trabajo fin de Máster contigo y de aprender combinatoria. A Antonio, por sentarte en aquel sofá a escucharme hablar de los ceros de la función zeta, por contagiarnos tu amor por las matemáticas y por todas tus firmas.





Cuando me vine al Norte, fue extraño comenzar de cero en una ciudad tan grande, y enfrentarme a matemáticas más grandes aún.  Empezamos en esto juntos. Si no hubierais estado, supongo que habría conseguido terminar, pero no habría sido lo mismo. Así que, porque gracias a vosotros nunca me he sentido solo, por ser siempre un modelo en el que fijarme, por más razones de las que cabrían aquí... Ana, Félix, gracias.





Alguien dijo alguna vez que la gente se conoce de verdad no en los momentos especiales, sino en la rutina del día a día. Así que gracias a los que han sido mis compañeros en nuestro gallinero particular; el gran despacho 613. Además de los ya mencionados están Razvan (el chico latino), Pablo (¡qué bueno que viniste, reverendo pelotudo!), Sofi (gracias por los cafés, y las sonrisas), Su (Dove si trova il Biscottino? Celo sul pavimento è l'emozione più grande che esiste), Chao (Thanks for translating the quote, you handsome guy!), Ping (waiting for your Chinese food) y nuestro fichaje estrella de 2014, Irina (que tiene flechas y pronto tendrá un arco). Gracias a todos.





Gracias al gran elenco de becarios, no becarios, PIFs, PDIs, post-docs y jovenzuelos en general, porque pasarse el día entre cafés, charlas, comidas, deportes y algo de trabajo de vez en cuando con vosotros es uno de los mejores reclamos que tiene nuestro departamento. Entre los muchos que sois querría nombrar a unos cuantos. David, gracias por tus recomendaciones musicales, por nuestras bromas que nadie más entiende, por poder contar contigo siempre, por muchas más cosas, eres un grande; Jose, gracias por todos los buenos momentos, y por todo lo que he aprendido de ti; Beatriz, seguramente la más responsable y la que nos hace sensatos a los demás (gracias por aguantar todas nuestras tonterías); Luis Daniel, eres un modelo para (casi) todo, al menos para todo lo bueno; Ang, me enseñaste todos los secretos de los becarios, recuerdo muchas tardes de irme a casa y ver la puerta del 610 abierta cuando te tocaba a ti terminar; Soto, el gran maestro en la Teoría de la Aproximación; Carlos, gracias por abrirme las puertas de la Autónoma aquella mañana de septiembre y por aquel nefasto fichaje que hiciste para el Lujo; Pedro, eres lo más grande que ha parío Utrera; Enrique y Ernesto, oficialmente contáis como jovenzuelos; Javi, Charro, Marijose, Cristi, Nati, Ana Primo, Alberto, Bego, Mariluz, David F., Juanjo, Joan, Diana, Leyter (gracias por descubrirme la cocina peruana); Iason; Juan (te espera una derrota lenta y dolorosa en el ajedrez reciclado), Adri, Carlos A., Guille (eh oiga, soy ciudadano americano), Ángel (ja, ja, ja), María, Javi, David G., Felipe, y muchos otros a los que siento olvidar.





Gracias a todos los que habéis sido mis alumnos estos años. Vuestras palabras de agradecimiento y la sensación de haber podido ayudaros me ha servido de mucho, y me ha dado aliento en las peores etapas. Gracias también a los profesores con los que he compartido docencia estos años. Especialmente a Javi Cárcamo, a Tomeu y a Eugenio (gracias por hacerme sentir como en casa desde literalmente el primer día), además de algunos más que ya he nombrado. Gracias a Adolfo, me ayudaste mucho con pequeños detalles cuando empecé el máster y andaba un poco perdido. A Carmen, nuestra directora todos estos años, a la que he podido ver en primera línea defendiendo los intereses de nuestro departamento y de sus estudiantes y becarios. Gracias a toda la familia del C-XV.





Porque las buenas horas que pasamos mientras vosotros trabajáis, gracias también a Pili, la persona más simpática y con menos maldad que conozco; a Migue, por sacarnos una sonrisa todas las mañanas; a Nico, el mejor humorista de la facultad, a Jose, Cati, Javi y Antonio. Gracias también a Elisa, Antonio, Paloma y Cristina.





Gracias a Jorge por tu acogida en Barcelona y a Florian por las horas que compartimos en el curso de aproximación diofántica. Parte de lo que me contaste me ha servido para ilustrar la teoría del tercer capítulo. Gracias a Guillermo Curbera; a través de ti accedí a la beca que me trajo aquí. Gracias a Diana también por mostrarme esta puerta, y por convencerme de que la atravesara; gracias por todo. A Juan Arias de Reyna, por enseñarme con tanta dedicación teoría analítica de números y teoría de la medida (hay algo de las dos en estas páginas). Y también muchísimas gracias por tus innumerables comentarios y correcciones del manuscrito de la tesis, que ha mejorado mucho. Gracias a Rosario, porque me acercaste por primera vez al mundo de la investigación. Y a Mariví, porque me convenciste para que estudiara matemáticas.





Durante los años de la carrera, compartí clases, charlas, tardes al sol y días buenos y mejores con mucha gente. No habría podido dar el siguiente paso sin todo aquello. Gracias a Marta, Inma, Cristi, María, Verito, Jose, Nieves, Carmen, Belén, Correa, Rafa, Gentus, Carlis, Borri, Llors, Manu, Marisa, Antonio, las spice, Carlos Poochie, Pablo, Álex, Pallares, Pamos, Vane, Ali, Pilar, Sami, entre otros. También por supuesto a Anita y Antonio Herrera. Gracias a Manolo, David, Jesuli, Sergio, Benig, Rafa, Lamela, Jimmy, Alberto, Jesús... ahora estoy lejos y nos vemos menos que antes, pero aunque nos hayamos ido haciendo mayores siempre es especial cuando volvemos a vernos. Gracias también a Iván (Jimmy), Julio y Manuel. Gracias a Aida por enseñarme que las personas como tú existen de verdad y por todo lo que me diste. Aunque quedan un poco más lejos, no puedo evitar acordarme de mis años en Las Cumbres, donde todos nos conocíamos y éramos -somos- como una gran familia, y sé que una pequeña parte de la culpa de que haya llegado hasta aquí es vuestra también. Gracias a todos los que estabais allí.





Aunque vayáis al final, sois los más importantes. Gracias, de corazón, a toda mi familia. Hasta que no te vas tan lejos no te das cuenta de lo que significa volver a casa. Gracias a mis hermanas, Espe y Juli. Sois lo mejor que me ha pasado en la vida. Os quiero. A mi madre; seguramente me conoces mejor que yo mismo. Casi nada que escriba con palabras va a ser suficiente. Gracias por ser tan buena, tan cariñosa, tan luchadora, por ser mi madre, por todo lo bueno que me das y nos das siempre. Tutem. A mi padre; me parezco muchísimo a ti, y no podría elegir a alguien mejor para eso. Gracias por tu ejemplo, tu cariño, por hacerme mejor. Gracias por estar ahí siempre. Te quiero. Bram, ¿ya te puedo llamar cuñado? Gracias por tu calidez, y por las risas que nos echamos juntos. Edu, gracias por echarme de menos, por contar conmingo, por espabilarme, por todo lo que compartimos. Chari, gracias por escucharme y darme apoyo, en los buenos momentos y cuando me ha hecho más falta. Gracias a mis abuelos Esperanza, Mª Jesús, Manolo y Serafín; todo lo bueno que tengo es por vosotros. También a mis abuelos postizos, Memi y Luis. A mís tíos Cabello (que como dice el villancico, son de oro), en especial a mi tía Reme, y a la tercera generación (forever). A mís tíos y primos Ruiz, expertos en generar primitos. A mi tío Serafín y un agradecimiento especial a mis primos madrileños: María, Cari, Eva, Miguel Ángel y Fernando, por vuestra cálida acogida cuando me vine aquí, y por nuestras comidas, cenas, bodas y espectáculos varios. Gracias a todos.





Por último, gracias a todos los que faltan en esta lista, que son muchos. Perdonad que no os haya incluido. Y gracias a Trufa, Puchi y Kika por vuestro amor incondicional.

 SERAFÍN RUIZ CABELLO
Mayo de 2014


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