Publicidad de Emilio Santamaría
Aparecida en El Fígaro el 13 de diciembre de 1919
Hemeroteca Digital BNE
Por Esperanza Cabello
Actualmente todos conocemos el papel tan importante que Emilio Santamaría jugó en la evolución de la fabricación y comercialización de los artículos de piel. En Ubrique existía una gran tradición curtidora, y hacía más de cien años que se trabajaba la piel cuando este asturiano llegó en 1919, pero su llegada a Ubrique fue toda una revolución en el mundo de los artículos de piel.
Hoy nuestra tía Carmen nos ha comentado que su trabajo era muy reconocido en el pueblo, y que su firma fue de las más prestigiosas en los años de la postguerra, dedicándose a la fabricación de artículos de gran calidad y a la marroquinería de lujo, como hicieron también Antonio Benítez y Leandro Izquierdo.
Pero en los años setenta la figura de Emilio Santamaría no estaba muy reconocida, y hemos tenido acceso a un estupendo artículo de don José Conde Moncayo, reivindicando el trabajo de Santamaría y de los especialistas que vinieron de su mano: Cole, Cabello y Sanahuja.
Dicho artículo fue publicado en el ABC del doce de septiembre de 1972.
ABC 12 septiembre 1972
LOS PIONEROS
Con vistas al “concurso
literario” del Ayuntamiento de Ubrique, un año más, vienen apareciendo en los
diferentes periódicos, entre ellos este ABC, unos artículos que loan las
virtudes de los ubriqueños y el encanto de los parajes en que se encuentra
ubicado el pueblo.
Con el presente, que de antemano
lo considero pobre y por su consecuencia fuera de concurso, no pretendo otra
cosa que sea conocido por muchos de Ubrique y más de fuera, quiénes fueron los
únicos y verdaderos artífices del medio de vida que hoy se desarrolla por aquí.
Cuando allá por los años veinte
don Emilio Santamaría construyó la fábrica, en Ubrique no había personal
facultado para llevar a cabo la innovación de lo rudimentario de la petaca, que
era lo único que en Ubrique se sabía hacer (de ahí el apelativo de “Ubrique el
de las petacas”) y se vio en la necesidad de traer personal de fuera. Por su
gestión llegaron a Ubrique tres señores, Mr. Cole, italiano; el señor Cabello,
de Córdoba, y el señor Sanahuja, de Madrid.
Traía el señor Cole, entre otras,
la misión de modelar; el señor Cabello, la de repujado, y el señor Sanahuja la
parte de marcos, etc., todos bajo la dirección del señor Santamaría, que dio el
empuje, el real y verdadero empuje, la “puesta en marcha” a la innovación de la
industria de Ubrique.
Cuando leo los artículos
periodísticos, año tras año, lo mismo que cuando escucho los documentados
“cantos” de los mantenedores y observo que el paso y labor de estos señores
sigue en el “anonimato” sin que nada me ligue ni obligue, siento un infinito
dolor, no por ellos, que al fin y al cabo, muertos como están, poco necesitan.
Sino que me parece entrever por esto que Ubrique es desagradecido, y a mi
entender y parecer la ingratitud no se practica, al menos, con marcada
intención. Se puede deber más bien a que, habiendo transcurrido tanto tiempo,
cuando vienen a documentarse los que luego escriben o hablan y siendo jóvenes o
de fuera los informadores, la aportación que los mentados hicieran por y para
Ubrique queda en el olvido cada año.
Siendo malintencionados, podría
pensarse que se omite deliberadamente para que recaiga el mérito en ubriqueños
o en los ya lejanos árabes, que si bien ese es su origen (en cuanto al
repujado), a Ubrique llegó por el cordobés señor Cabello, de la mano de don
Emilio Santamaría. Don Emilio Santamaría a quien, sin paliativos de ninguna
clase, todo se lo debemos.
Don Emilio Santamaría, como todo
predestinado (él lo era para el artículo de piel) tropezó con el ambiente,
porque mira que ponerse a pagar el diez por ciento del sueldo anual bruto a
cada productor (no se llamaban así entonces) en concepto de regalo (hoy paga
extra) en la Navidad de 1931. Y hacerlo por nobleza, por altas miras, sin ley
que le obligara, por amor, como un testimonio más de afecto a Ubrique, por desinterés, y tal era que
pensaba unificar a todas las incipientes (mal llamadas industrias) en una sola
que se denominara “Ubrique”. No pretendía encumbrar su nombre, válido del
desconocimiento de los demás, quería, y no pudo realizarlo, formar la primera
fusión de empresas o la primera cooperativa, como se llaman hoy.
Se entregaron de lleno y de plano
por y para Ubrique. Trajeron la base y raíz de lo que Ubrique hoy es, y no debe
continuar por más tiempo olvidado u omitido el paso de estos hombres por
Ubrique, porque pueden juzgar para sus adentros los que hoy hacen algo por
Ubrique (los pueblos siempre necesitan que se haga algo por ellos) si a la
posteridad todo el desvelo y los sinsabores que producen las gestiones para la
consecución de un bienestar o un medio, toda su entrega de hoy fuere lacrada
con el sello del olvido… Cabe, una vez más, el aforismo de “suum cuique”.
JOSÉ CONDE MONCAYO
Eduardo Janeiro
ResponderEliminarBueno, los más viejos sabemos que Emilio Santamaría con su ABC, fue uno de los pioneros en la fabricación y modernización en aquella época del artículo de piel. Tal vez muchos ubriqueños no conocerán a José Conde Moncayo. Vino a Ubrique en primero " de los años 70 de Factor cuando Juan Sánchez "Juanito el Candalo", tenía la Renfe DA
y ya se jubiló el padre de los Salgueros, que fue el que siempre estuvo allí. José Conde Moncayo, aterrizó en Ubrique y se caso con una hija de María Sánchez Castro, dueña de la casita sola. Era un hombre vinculado a la problemática existente y le gustaba mucho escribir artículos, que publicaba en los medios de comunicación.
Así es, mi abuelo José Conde Moncayo, falleció joven por desgracia para mí, ya que gracias a vuestro blog y al del señor Gavira me ha ido llegando la información de qué era un hombre muy culto y defensor de lo suyo y de su entorno, al que no tuve el placer de conocer.
EliminarSe pueden encontrar en ABC varios artículos de denuncia, (del tren, de la sanidad...); así como también conocí que fue uno de los precursores de la fundación se UGT en aquellos años en los que no se podía hablar mucho...
Dejo a mi abuela Isabel García Sánchez, Efectivamente la de la casita sola, viuda con 2 mellizos de 6 años en los años 70 y ella fue la que lucho por sacar a su familia adelante.
Creo que tengo buen árbol genealógico!
Me acaba de llegar este artículo y con sorpresa encuentro que hablan de mi abuelo Pablo Sanahuja. Mi padre aprendió también el oficio en Ubrique y posteriormente tuvo muchos años fabrica de bolsos. Que pena que todos estos oficios se han ido perdiendo.
ResponderEliminarMarga G. Sanahuja
ResponderEliminarEduardo Janeiro, muchas gracias por este artículo. Mi abuelo era Pablo Sanahuja, que aparece en el artículo. Estuvo 7 años en Ubrique, con mi madre y mis tíos, desde ahí y hasta el día de hoy, nosotros seguimos yendo por Ubrique y teniendo contacto con el pueblo. Tenemos muchos amigos.
Muchas gracias, de verdad, me ha hecho mucha ilusión ver el artículo.