Exposición 1971. Sala de curtidos
Manuel Cabello Janeiro
Por Esperanza Cabello
Sabemos que el mundo de la piel está relacionado con Ubrique desde casi los inicios de nuestra historia, pues se encontraron, según parece, restos de una curtiduría romana en la zona de la guardería a mediados de los setenta.
Pero seguimos empeñados en encontrar indicios documentales, y sabíamos que ya en el siglo XVIII había curtidores en Ubrique. Hoy hemos transcrito un documento muy preciado, digitalizado por el Portal de Archivos Españoles, relativo a nuestro pueblo. Se trata del Interrogatorio del Catastro de Ensenada, una serie de 41 preguntas que fueron respondidas por gobernantes y escribanos de todo el reino que hoy son una fuente muy preciada de información para poblaciones que, como la nuestra, perdieron gran parte de su archivo histórico por guerras y catástrofes.
Las respuestas a las preguntas, analizadas ya a finales de los ochenta por nuestras amigas Isabel María Bazán y María Isabel Pérez, que publicaron sus conclusiones en la revista "Papeles de Historia", son muy curiosas. Hoy nos detendremos precisamente en el primer maestro curtidor ubriqueño, aunque es de destacar el gran número de profesionales especializados que existían en Ubrique a mediados del siglo XVIII.
Esta es la respuesta a la pregunta 33 del Catastro de Ensenada, interrogatorio que tuvo lugar en Ubrique en agosto de 1752.
A la trigésima tercia pregunta dijeron haber en esta villa dos procuradores
del número[1]
a los que les regulan de utilidad anual a cada uno sesenta reales.
Hay
un fiel de repeso de harina a quien le consideran de utilidad anual con veinte
ducados que le paga esta villa de salario hasta ochocientos reales. Hay cinco
maestros de albañilería a quienes regulan de utilidad anual a cada uno hasta cuatrocientos
reales. Hay dos canteros a quienes le regulan anual de utilidad a cada uno
doscientos y cincuenta reales.
Hay cuatro
maestros de albéitares[2]
a quienes le regulan de utilidad anual quinientos reales a cada uno. Hay cuatro
maestros de herreros que ejercen asimismo el oficio de cerrajeros a quienes
regulan de utilidad anual a cada uno trescientos reales. Hay diez maestros de zapatero los siete de obra
prima, uno de vacuno y dos de obra sudada, y a los dichos siete de obra prima
le regulan a cada uno de utilidad anual trescientos reales, al de vacuno
setecientos y a cada uno de los de dicha obra sudada[3]
a ciento y cincuenta los que no tienen oficiales ni aprendices. Hay un maestro
de sastre el que no tiene oficial ni aprendiz y le regulan de utilidad anual
hasta cuatrocientos reales. Hay tres maestros de coheteros[4]
a los que le regulan de utilidad anual a cada uno ciento y treinta reales; hay cuarenta
y seis maestros tejedores de paños, rajas[5]
y jergas.[6]
A los ocho
maestros de tejer paños le regulan de utilidad anual a cada uno trescientos y
cincuenta reales y a ocho oficiales que tendrán a doscientos y cincuenta a cada
uno; y a los treinta y seis maestros de dichas rajas, jergas y sayales les
regulan a otros trescientos y cincuenta a cada uno, los que no tienen tampoco
oficiales ni aprendices, habrá como hasta setenta oficiales de cardadores de lana
a los que le regulan de utilidad anual a cada uno ciento y cincuenta reales.
Hay tres maestros de tundidores[7]
a los que le regulan de utilidad anual a cada uno de los cuatro a cuatrocientos
reales, y a los otros dos por no trabajar de continuo nada más que la mitad de un año se le regula a cada uno de utilidad anual
doscientos reales.
Hay tres maestros de carpinteros a quienes le
regulan de utilidad a cada uno anual hasta cuatrocientos reales, asimismo hay
diez maestros de taconeros a quienes le regulan de utilidad anual a cada uno
hasta ciento y veinte reales; y habrá como dos aprendices a los que tan
solamente les consideran a cada uno la comida que por el maestro se le da la
que le regulan a real por día. Hay un maestro de Curtidor a quien le consideran
de utilidad anual mil y cien reales. Hay dos oficiales de dicho ejercicio, y
que también usan del de zurrador, a quienes le regulan de utilidad anual a cada
uno a seiscientos reales.
Hay dos tintes para paños de que es maestro
el uno Juan de Cárdenas a quien le regulan de utilidad anual al susodicho hasta
doscientos reales y a Pedro Velasco que es el otro maestro hasta ciento y cuarenta,
y no tienen presente si hay o no maestros oficiales y aprendices que los que
llevan expresados y responden.-
[1] Procuradores de número: Oficiales de la administración de justicia encargados de
representar en juicio a las partes
[2]
Albéitar: veterinario, persona que ejerce la veterinaria.
[3] Se llaman
“zapateros de obra prima” a los que labran con material nuevo, y “de obra
sudada” a los que confeccionan y remiendan lo servido. (Boletín del centro
artístico de Granada, 1890)
[4]
Fabricante de cohetes y otros artificios de fuego
[5] Raja:
especie de paño grueso antiguo de baja estofa
[6] Jerga: Tela
gruesa y tosca
[7] Tundidor: El que
corta o iguala con tijera el pelo de los paños.