Expediente del juicio a Leandro Izquierdo Rivera
Madrid, 15 de julio de 1937
Archivos Estatales
Por Esperanza Cabello
El sábado fue San Leandro, un día muy sonado para la familia. Cada año hacemos un pequeño homenaje a nuestro abuelo, Leandro Izquierdo, el patriarca de la familia y este año no iba a ser menos. Pero en este caso el homenaje es muy especial.
Hemos hablado varias veces del encarcelamiento de nuestro abuelo durante la Guerra Civil, él estaba en Madrid como viajante de la incipiente fábrica de artículos de piel de su padre, Francisco Izquierdo Moreno, cuando se sublevaron las tropas que estaban en Marruecos.
Nunca hemos sabido bien cómo pasó todo, pero el caso es que nuestro abuelo estuvo casi todo el tiempo que duró la guerra en la cárcel.
En el diario El Liberal de 16 de septiembre de 1936, cuentan cómo fue detenido. Después sabemos que salió de la cárcel (ni él mismo sabía cómo) y que volvió a ser encarcelado unos meses después.
Pasó el resto de la guerra encarcelado, incluso fue llamado a las sacas del 8 de noviembre de 1938, pero no respondió a la llamada y así evitó su fusilamiento, quedándose en la cárcel "sin existir", de tantos presos como había.
Él sabía que lo habían denunciado unos ubriqueños, pero estamos seguros de que no conoció, como conocemos ahora, los detalles de su proceso.
En el Archivo Histórico Nacional están haciendo un esfuerzo por la Memoria Histórica, publicando y digitalizando documentos de los años de la Guerra Civil y la dictadura. Nosotros pedimos hace unos meses su expediente, pero era muy exiguo, apenas un par de folios, explicando que formaba parte del sindicato de estudiantes y que fue detenido en septiembre.
Pero ahora, en una segunda ronda, están digitalizados los documentos de su juicio por desafección al régimen (juicio que fue sobreseído), un total de 39 folios de un proceso que rompió nuestra familia y que causó tanto dolor entre todos los afectados.
Hemos necesitado un par de semanas para digerir la información que hoy publicamos, y no sabíamos si hacerla pública, porque aún hay personas vivas para las que este expediente puede ser doloroso, pero nuestro amigo el historiador Antonio Domínguez nos dijo que conocer la verdad histórica es siempre lo mejor, y tiene razón.
De este expediente de 39 folios que está a disposición de todos los españoles en el portal PARES solo transcribiremos el primer documento, que corresponde a la denuncia formulada por cuatro ubriqueños contre Leandro Izquierdo, y también el acta del juicio.
Adelantamos que después de meses esperando a juicio, este fue sobreseído por falta de pruebas y porque solo uno de los denunciantes compareció, asegurando que su testimonio se basaba en lo que sus compañeros habían dicho, y además un nuevo testigo, de la UGT, explicó que Leandro Izquierdo nunca estuvo interesado por la política.
DECANATO DE LOS JUZGADOS DE
URGENCIA
En
Porlier, nº 38 de 1938
COMPARECENCIA: En Madrid y siendo
las diecisiete horas del día quince de julio de mil novecientos treinta y
siete, ante Luis Vázquez Téllez, responsable-jefe de esta Oficina de
Información y Control y presente el funcionario Francisco Guerrero González
actuando en calidad de secretario-habilitado, comparecen Francisco Bazán
Viruez, de treinta y tres años, casado, natural de Ubrique (Cádiz), de
profesión obrero en artículos de piel, vocal de la organización obrera de su
ramo UGT; Antonio Añón Sánchez, de treinta y dos años, soltero, natural de
Ubrique, obrero del ramo de la piel, en la actualidad cabo de carabineros
afecto a la ciento cincuenta y dos Brigada Mixta; Pedro García Holgado, de
veintisiete años, soltero, natural de Ubrique, de igual profesión que los anteriores
y en la actualidad individuo del Instituto de Carabineros afecto también a la
indicada brigada, primer batallón; Cristóbal Ordóñez López, de diecinueve años,
soltero, de igual profesión que los precedentes, y asimismo soldado de la Sexta
Brigada Mixta, primer batallón; los que manifiestan:
Que tienen noticia de que se
encuentra en Madrid un individuo natural también de Ubrique, y patrono del ramo
a que se dedican (piel) cuyo nombre es LEANDRO IZQUIERDO RIVERA, cuyo sujeto
tienen noticias fehacientes de que pertenecía a la organización de F.E. que
actuaba en Ubrique, que no se recataba dicho sujeto de expresar esta tendencia
en público y siempre con menoscabo de la dignidad y prestigio de la República;
que ha ejercido propaganda a favor de F.E. en la mencionada localidad y que
saben que es un seguro enemigo del
Gobierno legítimamente constituido
y del Pueblo, así como que ha luchado por todos los medios contra las
reivindicaciones que las Organizaciones Obreras de Ubrique han proporcionado a
los obreros.
Y para que conste se extiende la
presente diligencia que leída por cuantos en ella intervienen y hallándose
conformes con la veracidad de su contenido, la firman conmigo el Secretario, de
lo que certifico.
(Siguen las firmas
de todos)
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Llamado a declarar Leandro Izquierdo, manifestó que nunca había pertenecido a nigún partido político ni había hecho propaganda a favor de Falange Española.
En el expediente siguen las declaraciones de tres de los denunciantes, pues Cristóbal Ordóñez López no volvió a aparecer en todo el proceso.
Leandro Izquierdo solició la libertad provisional mientras esperaban al juicio, pero le fue denegada. Finalmente el juicio tuvo lugar el veinticuatro de mayo de 1938.
ACTA DEL JUICIO
En Madrid, a
veinticuatro de Mayo de mil novecientos treinta y ocho, constituido el Tribunal
por los señores del Margen, presente el ministerio Fiscal representado por Luis
Vázquez así como el inculpado Leandro Rivera, asistido de su letrado defensor
don Fernando Vela Crespo, se dá comienzo el juicio, dándose la voz de audiencia
pública.
Dada cuenta de
las actuaciones por el que dá fé, se procede al interrogatorio del procesado,
quien a preguntas del sr. Presidente dijo ser y llamarse LEANDRO IZQUIERDO
RIVERA, cuyas demás circunstancias ya constan, siendo exhortado a decir verdad.
A preguntas del
Fiscal, defensor, Jurado y Presidente, dijo: Que no son ciertos los hechos que
se le imputan de pertenecer a partidos de derechas ni haber hecho propaganda de
lso mismos; que estuvo afiliado al Partido Radical Socialista en Ubrique desde
1931 hasta su disolución, no habiendo pertenecido después a ningún partido
político ni sindical; que su padre tenía una fábrica de artículos de piel en
Ubrique, de la que era viajante el dicente, por cuyo motivo pernoctaba en dicho
pueblo, a lo sumo, estancias de quince días, y que no tenía tiempo más que de
ocuparse de su profesión, sin que jamás haya hecho propaganda de F.E.; que el
comportamiento del dicente con los obreros de la fábrica era el de uno más, sin
que jamás hayan tenido que ir al Jurado a Mixta a plantear alguna reclamación;
que estallado el movimiento se encontraba en Madrid y se presentó a prestar
servicio como chofer a la causa, pero por carecer de carnet político y
sindical no le admitieron, dedicándose a
la fabricación de monederos; y que debido a una enfermedad que padece del
pecho, y no poder hacer ningún trabajo rudo por tal motivo, no ha podido hacer
gestiones para ayudar a la República; que le extraña sumamente la denuncia
contra él formulada, ya que los denunciantes eran amigos suyos y con ellos,
después de estallado el movimiento y siempre que venían a Madrid con permiso
del frente, se reunía y alternaban juntos, achacando la denuncia a que siendo
muy aficionados los denunciantes Antonio Añón y Pedro García Holgado a la bebida, en estado de embriaguez lo
hicieran, pues no tienen ningún resentimiento personal con ellos; que condena
el movimiento subversivo y está dispuesto a servir a la causa en la medida de
sus fuerzas.
No comparecen
los testigos del Fiscal Antonio Añón y Pedro García Holgado, interesándose por
el Fiscal y Defensor se tengan en cuenta sus declaraciones, que dan por
reproducidas.
A continuación
comparece el que a preguntas del Sr Presidente dijo ser y llamarse FRANCISCO
BAZÁN VIRUEZ, de 34 años de edad, exhibe carnet de UGT de fecha de ingreso en
Marzo de 1936, prometiendo decir verdad.
A preguntas del
Fiscal, defensor, Jurado y Presidente dijo:
Que conceptuaba
al inculpado como de derechas, aunque no le ha visto nunca hacer propaganda en
tal sentido; ignora si el mismo ha pertenecido al Partido Radical Socialista, y
que por rumores de los otros dos denunciantes sabe que el inculpado estaba
afiliado a F.E.; que el declarante ha estado reunido alguna que otra vez en
Madrid y después del movimiento con el inculpado y los otros dos denunciantes,
habiendo estado alternando, sabiendo que los otros han estado más con él
alternando al venir del frente é incluso han ido a visitarle a su casa.
Por el letrado defensor
se propone la prueba testifical, que es admitida, consistente en la declaración
del que comparece y a preguntas del Sr. Presidente dijo ser y llamarse TOMÁS
BUENO ORTÍZ DE ZÁRATE, de cuarenta y dos años de edad, soltero, comisionista,
exhibiendo carnet de la UGT, de fecha de ingreso de 1º de Mayo de 1937 del
Sindicato de Agentes de Comercio y de la Industria, en que pasó a la UGT;
promete decir verdad.
A preguntas del
defensor, Fiscal, Jurado y Presidente, dijo:
Que por
relaciones de negocios conoce al inculpado, y nunca le ha oído hablar de
política, no creyéndole peligroso para el régimen.
Por el Fiscal y
Defensor dan por reproducida la prueba documental propuesta.
Por el
Ministerio Fiscal, vista las pruebas practicadas y lo que aparece del
expediente, estima que los hechos base de la denuncia han sido motivo por
consecuente de la bebida, retira la acusación que venía manteniendo contra el
expedientado, solicitando el sobreseimiento libre de estas actuaciones.
Por el Sr.
Presidente se pregunta a los asistentes al juicio si alguno desea sostener la
acusación retirada por el Ministerio Público, no obteniendo respuesta. Acto
seguido dicta acto de sobreseimiento libre y decretando la inmediata libertad
del inculpado, dando por terminado el juicio.
Lo relacionado
responde en un todo al desarrollo de la sesión del presente juicio, y
debidamente autorizada y sellada con el visto bueno del Sr. Presidente extiende
la presente, doy fé.
Se supondría que a partir de este momento Leandro estaría en libertad, pero lamentablemente la carta que recibió (si la recibió) fue la siguiente:
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Ilmo. Señor
Tengo el honor
de participar a V.I. que con esta fecha se ha recibido su mandamiento
decretando la libertad del detenido LEANDRO IZQUIERDO RIVERA por expediente con
el número del margen, no pudiéndose llevar a efecto por quedar retenido a
disposición del Excmo. Sr. Gobernador Civil de la Provincia.
Salud y
República
Madrid, 24 de
mayo de 1938
Así pues, nuestro abuelo fue denunciado en primera instancia por cuatro ubriqueños el quince de julio de 1937, ingresó en prisión provisional a la espera de juicio en la cárcel de Porlier (en el centro de Madrid). Uno de sus denunciantes no se ratificó, otros dos no se personaron en el juicio, que tuvo lugar el 24 de mayo de 1938. En este juicio el único testigo del fiscal fue el ubriqueño don Francisco Bazán, dijo que había testificado según los rumores de los dos que no se habían personado, que eran muy aficionados a la bebida.
El testigo de la defensa, don Tomás Bueno, testificó que nunca había oído a Leandro Izquierdo hablar de política, y que no era un peligro para el régimen.
El juicio fue sobreseído pero, en contra de lo previsto, Leandro Izquierdo nunca fue puesto en libertad. El siete de noviembre de 1938 seguía en prisión, enfermo de pulmonía, cuando lo llamaron para la "saca" diaria. No atendió al llamamiento, y continuó viviendo dentro de la cárcel hasta casi el final de la guerra como un "muerto viviente". (En este enlace).
Ha sido para nosotros muy difícil y muy triste leer todos los documentos de este expediente. Sabemos de la sinrazón de la guerra y del sinfín de denuncias falsas que se hicieron en esos años, sabemos que murieron miles de inocentes y que muchos infames se ensañaron con sus convecinos, asesinándolos sin más por nimiedades. Nuestro abuelo al menos tuvo un juicio, es verdad, pero aún siendo declarado inocente del crimen por el que lo denunciaron, " desafección al régimen" lo quisieron fusilar.
Nos horroriza imaginar a nuestro abuelo, con veintinueve años, debatiéndose entre denuncias, testigos, juicios, carceleros e incertidumbres.
Debió de ser muy duro no conseguir la libertad provisional, esperar durante más de un año para el juicio y ver cómo, a pesar del mandato de los jueces para quedar en libertad, el Gobernador Civil de Madrid no lo dejó salir.
En algún momento lo cambiaron de prisión, de Porlier a la cárcel Modelo, donde fue la saca del 7 de noviembre y donde se quedó hasta que un día, sin más, cerca del final de la guerra, lo dejaron salir.
No sabemos si esta verdad nos ha hecho más libres, de lo que estamos seguros es de que, al menos por el momento, nos ha dado una gran tristeza.
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