Rodríguez Cabas en Cuenca
Años cincuenta
Gentileza de Antonio Bohórquez Jiménez
Por Esperanza Cabello
El pasado mes de abril nuestro amigo Antonio Bohórquez Jiménez nos envió este cuadro de Juan Rodríguez Cabas, justo después de habernos enviado aquel tan precioso del puente de tablas de Ubrique.
Por aquellos días estábamos muy ocupados preparando la entraga de la cartera de don Serafín Bohórquez y, lamentablemente, se nos olvidó del todo hacer la entrada.
Hoy, revisando los correos, hemos visto la amable carta de Antonio y hemos pensado que, mejor que explicar nosotros mismos el cuadro, recuperaremos sus palabras.
"Para vuestro catálogo os envío fotografía de este cuadro de JRC, de
90 x 70 cm, que me regaló, poco antes de morir, mi tía Consuelo Sánchez. Siempre me pregunté donde habría
pintado ese paisaje y mira por donde, al ver en tu blog la publicación
sobre un cuadro en Cuenca me acerqué a la firma y vi que ponía también
Cuenca 1951.
Por transmisión oral sé que, poco después de casarse, en 1950, mi
tío Paco andaba buscando alguien que le hiciera un cuadro vestidos con
la ropa de boda. Por casualidad, un día, de vuelta a su casa, creo que
por la calle Alvareda o por Rosario, entre Tetuán y Méndez Núñez vio a
un pintor trabajando en un bajo y se acercó a él y, gustándole su
estilo, le encargó el trabajo del cuadro de boda. A partir de ahí nació
una amistad que llevó incluso a apadrinarle a un hijo. JRC, como buen
pintor, llevaba una vida muy bohemia y con muchas estrecheces
económicas.
Fue mi tío, creo, el que lo llevó a pintar a Ubrique, estando
una temporada en La Atalaya, entonces propiedad de mi familia, siendo
ése el motivo por el que tanto mi tio como mi padre tuvieran varios
cuadros suyos.
Cuando comenzó el boom de la Costa del Sol, allá por los
sesenta, Juan Rodríguez Cabas se marchó a Torremolinos y se dedicó a pintar para los
turistas, abriendo una tienda de souvenirs y siendo entonces cuando ganó
dinero.
Aunque recuerdo haberlo visto alguna vez de pequeño, fue cerca
de los ochenta cuando me lo encontré en casa de mi tío a quien había ido
a visitar con motivo de una bonita exposición que había hecho en
Sevilla. Fué la última vez que lo ví y cuando más tiempo estuve
charlando con él".
Muchísimas gracias, Antonio, por este nuevo cuadro y por estas explicaciones. Ahora conocemos por qué Rodríguez Cabas llegó a Ubrique, y cómo llegó a entablar amistad con nuestro abuelo Leandro, que tenía gran amistad con tu familia.
Y disculpa el retraso en la publicación, nos encantará publicar todos los cuadros que puedas enviarnos, así este catálogo que hacemos continuará aumentando. Este nuevo óleo hace el número 39.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sus comentarios son siempre bienvenidos. No publicamos comentarios publicitarios, ofensivos o incorrectos en ningún caso, y tampoco comentarios anónimos. Muchas gracias