Ermita del San Antonio de Ubrique. 130 aniversario de su última
restauración (1886-2016)
Por Ramón Trujillo Zurita
Fotografías de Ramón Trujillo
Y Leandro Cabello
La ermita del
San Antonio de Ubrique, enclavada en un punto clave de la Sierra, como una joya
única que de cierta manera ha marcado a muchas generaciones de ubriqueños y
seguramente marcará a otras muchas venideras, como un símbolo de identidad de
sus raíces históricas, sociales y culturales.
Sus cimientos
eran de una mezquita árabe. Históricamente el origen de la ermita de San
Antonio habría que enmarcarlo en los siglos XIV-XV, dentro del periodo de
conquista cristiana de la España musulmana, concretamente en época nazarí.
Como edificio
actual, que todos conocemos, es casi en su totalidad de mediados del siglo XVII
y principios del XIX. Su origen debemos buscarlo en una supuesta primitiva
torre del siglo XIV.
Fotografía del San Antonio antes de 1886
Recuperada por Manuel Cabello para su libro "Ubrique, piel al descubierto"
Según la
documentación del archivo municipal, se
trataba de una capilla modesta, de una sola nave de quince metros de longitud
por tres de anchura. Cuenta con una sacristía, patio de entrada de más de diez
metros de largo por nueve de ancho. La sacristía da a un segundo patio, de unos
cien metros cuadrados.
El origen de
la última restauración se relaciona con la decisión tomada por el Ayuntamiento
el siete de agosto de 1886, de adquirir un reloj, que en principio iba a ser
colocado en la propia casa consistorial. A esta compra se destinó la cantidad
de 2.500 pesetas.
El reloj fue
adquirido a plazos a la casa cordobesa “Pascual de Gregorio y Compañía”. Como
curiosidad cabe decir que posee el mismo diseño y estilo que el que se
encuentra en el Big-Ben de Londres.
El pleno encargó la dirección de las obras al maestro de
albañilería Diego Tamayo Carrasco. Parece ser que las obras comenzaron a principio del año y la restauración fue terminada en el mes de
diciembre de 1886.
Una teoría,
transmitida por tradición oral, alude a que los elementos arquitectónicos y
decorativos de la fachada evocan la forma de instrumentos que se utilizan en la
industria marroquinera y simbología masónica (mandil o pañete, compás, reglas,
cantoneras, escuadras, enganches, etc.).
El retablo no
pertenecía a esta ermita, sino que fue adaptado para ella. Su estilo es
sevillano, del siglo XVII, pseudogótico, realizado con maderas nobles
acaobados. Procedía de la iglesia santuario del Convento de Capuchinos de
Ubrique, donde fue semidestruido en abril de 1936, y desde donde fue trasladado
posteriormente a la ermita.
El retablo se
divide en tres calles, la central es más ancha que las laterales. Estas últimas
son las que marcan las distintas divisiones procedentes del retablo. El tipo de
decoración es de arquillos apuntados entrecruzados, su intradós semeja arquillos
en gola, junto con formas tetralobuladas y treboladas. Destaca en todo él el uso del
pan de oro.
La Sagrada Forma
posee forma de arco de medio punto en el que se encuadra una cruz latina, en
cuyo eje aparece destacada la figura de Dios Hijo resucitado. En los haces de
la cruz, las letras A y W representan el ideograma de “Principio y Fin” (alfa y
omega).
En el centro
del Altar Mayor se venera la imagen de San Antonio de Padua, del imaginero
sevillano Francisco Buiza Fernández de 1965, y una pintura de un Ecce Homo con
túnica carmesí.
En el lado
izquierdo la iconografía de un San Juan y en el lado derecho el Corazón de
María, ambas imágenes son de escaso valor artístico.
En el lado izquierdo
de la ermita hay una hornacina con la imagen de Cristo Yacente o Santo
Entierro, obra anónima datada en el año 1956 y costeada por Antonio Vega Román,
y una pequeña imagen, de “las de vestir”, de la Divina Pastora, donada por Ana
Yuste Morales en 2008.
En el lado
derecho una pequeña imagen de San Nicolás, que tiene mucha devoción en el
pueblo, y en otra hornacina una imagen de la Inmaculada Concepción o Milagrosa
sobre peana de madera.
Cuatro
pinturas de autores ubriqueños de mediados del siglo XX: San Cristóbal, San
Miguel, Santa Rita y la Virgen del Rosario.
En la puerta
de entrada a la ermita hay un pórtico de piedra arenisca, pintado de corinto,
del año 1731.
Con
esta conmemoración del 130 aniversario de su reconstrucción, desde el mes de
junio del presente año se está restaurando la imagen de San Antonio en el
taller de Ismael Rodríguez de Bornos, y la espadaña de nuestro emblema, el San
Antonio, en agosto se ha estado pintando y ahora luce sus mejores galas para este
feliz aniversario y seguir inspirando a pintores, poetas y escultores.
Hace algunas semanas que su segunda campana se ha roto, se trata de la campana de la fundición Casa Calvillo Metales, de Salamanca, de 1953, y estamos deseando que pronto se arregle para seguir escuchándola.
Precisamente este año de 2016 el
cura ubriqueño Luis Piñero ha donado una reliquia para la ermita, un trozo de
hueso de San Antonio de Padua, que se venera en nuestra ermita de San Antonio.
Los datos de
este artículo han sido recopilados por Ana María Benítez Jiménez, licenciada en
Historia del Arte, y Ramón Trujillo Zurita.
Ubrique, octubre 2016.
El San Antonio, junio/ septiembre 2016
Fotografía de Leandro Cabello
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Nota: Nuestro amigo Ramón Trujillo ha querido hacer un pequeño homenaje a uno de los símbolos ubriqueños más reconocidos. El San Antonio ha supuesto mucho tanto para Ubrique como para los ubriqueños y los petaqueros. Incluso uno de los referentes de la marroquinería, el edificio ABC, tomó su nombre en honor al San Antonio (cuentan que Emilio Santamaría dijo que era un edificio Admirable, Bello y Contemplativo).
Agradecemos a Ramón que haya confiado en nosotros para la publicación de su artículo.
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""El pleno del cuatro de diciembre de 1886 encargó la dirección de las obras al maestro de albañilería Diego Tamayo Carrasco. La restauración fue terminada en el mes de diciembre de 1886.""Hola ¿estas fechas pueden estar equivocadas?Mucho trabajo para un mes¡¡
ResponderEliminarCreo conveniente dar a conocer que durante la primera corporación democrática y a instancias- reiteradas- de Catalina, la cuidadora, a la corporación municipal por medio de mi persona. Me contó Catalina, que varias veces por parte suya había teneido que hacer algunos pequeños arreglos, pero que el tejado, estaba muy mal con peligro de hundimiento por algunas zonas.
ResponderEliminarLo expuse, se envió a Francisco Cristobal para que fuera verlo e hiciera un informe. Hecho el informe y en vista que la Iglesia local no podía arreglarlo, solicitar arreglarlo por parte del ayuntamiento. Pero como no era un edificio municipal se hizo un acuerdo con el obispado para que el local se cediese para el municipio para temas culturales, civicos,etc..
Creo conveniente que lo publiqueis para que nunca la Iglesia se pueda negar a ese uso, recogido en un acuerdo bilateral.
Si por cultural te refieres a por ejemplo un concierto, jamás la Iglesia ha negado ese uso, y lo se de primera mano puesto que soy músico y he tocado en San Antonio. Un saludo!
EliminarGracias, tienes razón, han debido de mezclarse las fechas. Lo revisaremos :)
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