Acinipo en el Diccionario Madoz, 1845
En este enlace el texto original
Por Esperanza Cabello
Ayer hablábamos de Setenil en el Diccionario estadístico-geográfico-histórico de Madoz en 1845, y había una llamada a la voz "Acinipo". Nuestra curiosidad nos llevó a leer el artículo, y descubrimos, a medias divertidos, que también aquí se equivocaron los que tallaban las lápidas o los que las leían, o sea, que no estaba claro (en 1845) a qué ciudad romana se refería ni cómo sería la evolución del topónimo. Aquí también hay "sabios" de todo tipo en posesión de la verdad auténtica que se atreven a decidir cómo hay que interpretar lo que se quiso escribir hace más de dos mil años.
Intentando discernir cuál era el problema concreto en el caso de Acinipio, leímos con atención el texto, y dejamos a su criterio la toma de decisiones.
Datos de la localidad:
ACINIPO: Si
atendemos solo á la doctrina de los geógrafos mayores y á la razón científica,
no es difícil determinar aproximadamente cuando menos la correspondencia
moderna de esta célebre ciudad bética; pero si volvemos también la vista sobre
nuestros geógrafos, y damos á su opinión la importancia que nuestro respeto
quisiera tributarles, hacemos esta reducción la mas oscura que puede presentar
la geografía comparada. En Plinio leemos: «Quae autem regio á Baeti ad Fluvium Anam
tendit extra praedicta (Alontigi, Cei, Allostigi), Baeturia apellatur, in duas
divisa partes , tolidemque gentes: Celticos, qui Lusitaniam attingunt, hispalensis
couventus: Turdulos, qui Lusitaniam et Tarraconensem accolunt, jura Cordubam
petunt.» Y Ptotomeo concluye la descripción de la Bética con la pequeña región
de estos célticos, oriundos de los Celtas lusitanos, á quienes Estrabon
atribuyó la mayor parte del país que media entre el Tajo y el Guadiana, los
cuales se estendieron por el lado meridional de este río, como espresó Rui
Bamba, siguiendo al mismo Estrabón, que
en este sentido debió decir, que los celtas de la Bética habían sido trasladados
de los celtas que asientan a la otra parte del Anas. De aquí vemos, que,
conocido con el nombre Beturia todo el pais que se comprende entre el
Guadalquivir y el Guadiana, desde poco mas arriba de Heliche, la parte
próxima á este río, hasta donde alcanzaron las poblaciones celtas, que se
trasladaron de la orilla opuesta, fué distinguida con la voz adjetiva Céltica,
y toda la restante , habitada por los turdudos, fué denominada Túrdula.
En esta pequeña región céltica de la Beturia, es donde Plinio y Ptolomeo
colocan la ciudad Ácinipo. Tan clara y terminante está la doctrina de los
maestros de la geografía acerca de su situación. Sin embargo, en las
cercanías de Ronda aparecieron algunas inscripciones , en las cuales se
creyó leer los patronímicos de Ácinipo y de Arunda (también de la
Beturia céltica), y desde luego Rodrigo Caro, que á la sazón estaba
escribiendo sobre las antigüedades de Sevilla, deslumbrado por este
hallazgo, y por la sonancia de las voces Arunda y Ronda, abrió camino á una
nueva reducción , contra toda la razón científica, y Florez, Masdeu, López, Cean
y otros muchos le siguieron, bien dando á la Beturia céltica una estensión
que no tuvo, contra la uniforme y constante espresion de los geógrafos
antiguos, bien arrancando de ella ciudades que estos terminantemente le
atribuyen, bien creando otra Céltica, que les fué á todos desconocida. Las lápidas
geográficas, supuesta la verdad de su hallazgo y la exactitud de su lectura,
son decisivas, cuando no concurre otra luz; ellas tienen mucha fuerza,.cuando
se presentan en apoyo de algún punto oscurecido ; pero son nada cuando , como
ahora, para seguir su indicación, se había de alterar completamente la
corografía de regiones bien conocidas , oponiéndose con decisión á la
espresion clara de todos los geógrafos antiguos (*). Estos no solo
nombran , como hemos visto , una región céltica betica. sino que la fijan junto
al Ana, limitándola á su orilla: ellos no solo no mencionan otra región céltica
en Ronda, sino que constantemente espresan corresponder á aquella los pueblos
que se ha querido atribuir á esta para su formación , como es Acinipo; y
existiendo en la Bética una región céltica , oriunda de los celtas
lusitanos, aunque todos los geógrafos callasen acerca de su situación, en vez
de fijarla con tanta precisión como lo hacen, la razón misma indicaría también
la orilla del Ana, que todos le atribuyen, porque nada mas natural que el
establecer en ella algunas población los que ocupaban la orilla opuesta.
Por todo lo que , el hallazgo cierto de las lápidas, tales como se
presentan, verificado en las cercanías de Ronda, solo probaria que Acinipo, con
el permiso de la ciudad que ocupara este sitio, elevó un monumento en su
foro, semejante al de los Ausetanos que se encontró en Barcelona, y á otros
muchos que se conocen. Pero ni esto se puede asegurar por tales lápidas, en
atención á que debieron aparecer casi ilegibles, de modo que se
distinguen entre sí cuantas copias se han hecho de ellas. Veamos como se
presenta aquella á que mas importancia se lia querido dar. D. Macario
Fariñas, anticuario de Ronda, que fué quien la descubrió, remitió á Caro
su copia en esta forma;
MARL.E MA. .
. . R. FABIUS VICTOR. PO SV. ORDO ACCINIPONENSIS LOCUM DECREVIT. M AEMILIUS S.
P. T. D. S. R D.
(*) Los
geógrafos no han de ser violentamente arrastrados á los sitios donde se
hallan las inscripciones, sino que debe ser al contrario, las inscripciones
deben ser aplicadas á los sitios indicados por los geógrafos; (Bamba)
El mismo la
copió después para Laso de la Vega de esta manera:
L. FABIUS
VÍCTOR TESTAMENTO STATÜAM PONÍ. ; . . . JÜSSIT ORDO ACINIPONENSIS LOCUM DECREVIT
MALUIT JUSSÜ EJüS STATUAM FIERI P....................... O
Y también se
ha copiado:
FABLE MATRI
L. FABIUS. VICTOR TESTAMENTO. STATUAM
PONI. IUSSIT ORDO. ACINIPONENSIS LOCUM. DECREVIT M. AEMILIUS. S . . P. .
. STATUAM FIERI P. O.
Solo el
patronímico Aciniponensis se encuentra siempre integro en estas copias,
aunque como el compuesto de mas elementos paleográfieos era el que mas
fácilmente debió alterarse; pero este nombre es el que interesaba
resultase para la apetecida reducción, y para sostener un error, cuyo
fundamento , á pesar de todo es siempre nulo. Mas todavía aparece una
cuarta copia de la misma lápida, y en ella, no solo se ha alterado, sino que
ha desaparecido completamente este nombre:
MARIE. . .
MA. . . R. . . FAVIUS VÍCTOR PO SV LOCUM. DECREVIT M. AEMILIÜS. S. P. T. D. S.
R. D.
Tal ha sido
la ligereza con que en este caso determinaron hombres doctos, á quienes
tanto debe la ciencia geográfica: pero á pesar de lo general que se ha
hecho este error, no todos lo han padecido, y así vemos como lo censuró
Arduino: « Carus Aciniponem et Arundam, et caetera, quae sequntur oppida magno
errore extra Baeturiam Celticam , quae tota Ana et Baeti amnibus
clauditur , fere ad Gaditanum fretum ablegat prope Rondam, vocum
affinitate inductos in fraudem.» Cortés cree que en estas lápidas debió
leerse Lacipponensis en vez de Aciniponensis, , y ciertamente , aunque
Mela dice ser esta ciudad litoral entre Salduba y Barbesula , Ptolomeo la
nombra entre las mediterráneas, perteneciente á los Turdulos, y Plinio,
que no hace mención de ella al describir la costa ibérica, la asigna al
convento Gaditano. Ademas, entre las muchas copias que se han hecho
de las referidas lápidas, aparece una en esta forma:
F. L. C.
FIL. CAI . . . I. UTRO. S. . . M. VIR ANN. T. . . NIOI. . . R M DECURIORUM
ACINIPPONENSIUM D. D.
donde se vé
el nombre Acinipponensiun con la p doblada, escritura propia de Lacippo,
la cual no se presenta en ninguna de las diferentes monedas que acuñó
Ácinipo; y en unas inscripciones tan desgastadas, no seria estraño que también
este nombre pudiera leerse con igual facilidad Acinipponensium como
Lacipponensium. El mismo Sr. Cortés reduce esta ciudad á Setenil, y
Ácinipo á Fregenal, cuya reducción es sin duda la mas probable, pues
Fregenal está comprendida en la Baeturia céltica, conserva indicios de
antigüedad, y su nombre parece de igual etimología. Ácinipo es formado
por aféresis de Acinipolis , cuyo fruto ostenta en sus medallas, y
dé la voz latina Acinus, es sinónima la celta Ragin, que los franceses
han convertido en Raisin , y leído con digarna eolico resulta Fragin, de donde
muy naturalmente pudo formarse Fraginalis y Fregenal (V).
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