El motor en 1937
Gentileza de Antonio Bohórquez
Por Ramón Trujillo Zurita
80 ANIVERSARIO DE LA OBRA
NACIONAL EN UBRIQUE (4 OCTUBRE 1937)
Ubrique
está situado entre tres grandes y riquísimos manantiales, hasta 1680 no se
intentó conducir el agua al pueblo, con la obra de Fray Pedro de Teba. Este
ingeniero había construido el retiro de Santo Tomás del Obispo de Málaga y el
Convento de capuchinos de Jerez. Fray Pedro de Teba, eminentísimo ingeniero,
construyó el puente primitivo del Arroyo Seco, y sobre él un acueducto para
llevar el agua del Benalfí al Convento. En 1726 el ayuntamiento solicitó del
padre provincial y de la comunidad permiso para utilizar la cañería conventual,
construyendo el acueducto del que aún hoy en día quedan algunos restos en la
calle de San Francisco, que llevaba el agua hasta la fuente de cuatro caños en
la Plaza.
Pero en los
años treinta de este siglo Ubrique estaba con la necesidad de una obra más
global y más moderna para la época, y entonces don Francisco Bohórquez ideó
aplicar a Ubrique la Obra Nacional, presidida por él, el alcalde, dos médicos y
comisiones de patronos y obreros.
Primera piedra del depósito del Benalfí
4 de octubre de 1937
Gentileza de María del Carmen López
El
día 4 de octubre se colocó la primera piedra con la presencia de autoridades y
la bendición de las obras por el párroco, pronunciándose varios discursos
referentes al agua y al acto, que terminó con un suntuoso banquete.
La
recaudación empezó estableciéndose una captación para la prestación personal,
que llegó a recaudar todos los meses, por término medio, unas 18.000 pesetas,
más muchos otros donativos.
Desinteresadamente
se prestaron los ingenieros don José María Serra, don Arnold Eschear y don Antonio
Mauranera, y los arquitectos don Luis Salas y don Alberto Balbotín.
Todos
los sábados se hacían visitas a las obras para solucionar eventuales
dificultades. El ubriqueño Alfonso Toro fue un colaborador muy importante, y el
por aquel entonces secretario del ayuntamiento, don Miguel Reguera Bohórquez,
que llevó la dirección económica tuvo una contribución decisiva. También fueron
muy importantes los contratistas don Manuel Ferrande y don Salvador Rul.
Las obras junto al convento
Del libro de Fray Sebastián
Las aguas que
se iban a reconducir eran las de varios manantiales, entre ellos el manantial de El Benalfí, de 23 litros por
segundo en estiaje y gran cantidad en el resto del año, aguas profundas y de
muy buena calidad que no se enturbian con las lluvias del invierno. Se descubrieron
y unieron los distintos manantiales, se taponó con hormigón el salidero bajo de
Las Lagrimitas. También el del manantial de El Nacimiento; con 75 litros por
segundo en estiaje y de mucha cantidad en invierno, que se enturbia un poco con
las abundantes lluvias.
Los
dos manantiales van unidos por una cañería de cemento armado, dentro de un
túnel que arranca desde la salida del
puente del Arroyo Seco, pasa por detrás del Convento de Capuchinos a unirse con
el manantial del Nacimiento; a principios de la calle San Francisco, después
del puente del Rodezno.
Sobre
la estación elevadora de aguas, que conocemos como el motor, que se encuentra entre las calles San Francisco y
Nacimiento. En este lugar las tuberías de los dos manantiales confluyen en un gran
tubo, desde donde toma el agua un grupo motor-bomba, de unos doce caballos de
potencia, con motores y centrifugas dobles (para los casos de averías)
elevándola hasta el depósito.
"El motor" Fotografía actual de Ramón Trujillo
El
depósito de agua está construido en el sitio llamado La Cornicabra, de ahí su
nombre, “Depósito de la Cornicabra”. La explanación de los seiscientos metros
cúbicos hubo que hacerla a fuerza de dinamita, en la roca caliza viva.
El depósito,
de piedra y cemento, lleva una cámara lateral de refrigeración, un mirador en
el ángulo y otra cámara superior o cubierta doble, con gran espesor de muros, a
fin de mantener fresca el agua.
El
terreno circundante va reforzado con cemento, para que el edificio no sufra con
ningún seísmo. El conjunto es una infraestructura de gran belleza, con forma de
iglesia y campanario, hasta el punto que nuestros visitantes preguntan por ese
templo religioso.
Su capacidad
es de 520 metros cúbicos, o sea, 520.000 litros de agua.
Las obras del depósito
Gentileza de Antonio Bohórquez
Como
Ubrique está situado todo sobre roca caliza, hubo que emplear cantidades
enormes de dinamita, y vencer no menores dificultades a fin de que el
alcantarillado no tocara a las tuberías y evitar la contaminación de las aguas.
La red de distribución está construida con tuberías de hierro de buena calidad
y distintos calibres.
La
inauguración del servicio de aguas tuvo lugar solemnemente el día 4 de octubre
de 1938, en ese momento estaba activa la mayor parte de la red, el resto lo
estuvo el año siguiente.
Placa conmemorativa de la primera piedra
Fotografía actual de Ramón Trujillo
A
la inauguración solemne asistieron las autoridades de la época: el general
Queipo de Llano, con su esposa e hija; el almirante Basterreche, el gobernador
Civil de Cádiz; los alcaldes de Sevilla y San Fernando y todas las
personalidades destacadas de Ubrique, residentes en Jerez, Sevilla y Cádiz en
número de unos quinientos, que fueron invitados a un banquete servido por el
Nuevo Hotel de Jerez, y por la tarde corrida de toros.
En el
ayuntamiento se celebró sesión solemne presidida por el general,
que relató la historia de las obras y dio un mitin desde el balcón antes
de visitar las obras.
La calle San Francisco preparada para recibir a Queipo de Llano
Fotografía obra de Francisco García Parra
Para
una población de 8.000 habitantes gozaba
de 1.200 litros por habitante y día; en aquel momento, la ciudad de
Chicago, la mejor dotada del mundo, contaba con 1.040 litros por habitante y
día.
El
coste total ascendió a 7400 pesetas de la época, las obras, comenzadas el 4 de
octubre de 1937, se inauguraron el 4 de octubre de 1938.
Actualmente
estamos pasando por un otoño muy seco y caluroso, y aunque el pueblo ha crecido
mucho los cortes de agua no nos afectan
todavía, aunque todos esperamos las próximas lluvias “Como agua de mayo”.
Los datos de
esta publicación han sido tomados del libro Historia de la Villa de Ubrique, de
fray Sebastián, publicado en 1944.
Ramón Trujillo Zurita,
octubre de 2017.
Nota: gracias a los amigos de "Ubrique en el recuerdo" por compartir las fotografías históricas de nuestro pueblo.
.
Gracias a Ramón por este trabajo que nos descubre aspectos de nuestro pueblo.
ResponderEliminarSólo comentar que el remate que tiene la cúpula del motor quedó un poco volcado y cuando vino "El cubano" con dineros suficiente...protestaba por el mal remate hasta que se comprometió a arreglarlo y pagarlo. Buscó a mi tío Francisco Salas y este lo hizo en piedra, de un bloque y quedó perfecto. Quedando el Cubano contento.
He utilizado su apodo porque no se su nombre y si su apellido primero era Olmedo o más seguro Navas. Lo sacó por sus descendientes.