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jueves, 28 de diciembre de 2017

Carta de don Joaquín Hazañas desde Ubrique




Por Esperanza Cabello

En la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes hemos encontrado la reseña de una carta que don Joaquín Hazañas y Rúa (1862-1934), académico de Bellas Artes y Buenas Letras de Sevilla escribió a don Marcelino Menéndez Pelayo (1856-1912), escritor, filólogo, crítico literario e historiador, desde Ubrique, el 18 de agosto de 1895.


                                                                                      Ubrique (Cádiz), 18 de agosto de 1895 

         Mi querido maestro: recibí su afectuosa carta del 5 y agradezco mucho la benevolencia con que juzga los volúmenes del "Gutierre de Cetina", aticipándole gracias por el trabajo que se propone hacer para la Revista Crítica.
         He enviado ejemplares á Morel Fatio, Croce, Farinelli, Merimée, pero he olvidado enviarlo á Carolina Michaelis, mas tan pronto como regrese a Sevilla (mediados de Septiembre) subsanaré el olvido completamente involuntario.
     Siempre suyo afectísimo amigo y discípulo q.l.b.l.m.
                                                                                                     Joaquín Hazañas



Don Joaquín Hazañas tenía su residencia en Sevilla, se había doctorado en 1890 en Madrid en Crítica Literaria ante don Marcelino Menéndez con una tesis sobre La Celestina, y en 1895 había editado unas Obras en dos volúmenes del soldado y poeta español del Renacimiento Gutierre de Cetina, obra que menciona en esta carta a su maestro, al que le unía una gran amistad.
Nos llama poderosamente la atención la lista de personajes  a los que Hazañas ha enviado ejemplares de su libro, hombres y mujeres internacionalmente conocidos en el mundo académico: Alfred Morel Fatio, un hispanista francés; Benedetto Croce, historiador italiano,
Carolina Guillermina Michaëlis de Vasconcellos, alemana, la primera mujer profesora en la universidad portuguesa; Prósper Merimée, el autor de la conocidísima novela Carmen...

Lo que nos gustaria realmente saber es qué hacía  don Joaquín Hazañas en pleno verano en Ubrique, donde se podría suponer que se quedaría "hasta después de feria" (pues habla de su vuelta a Sevilla a mediados de septiembre). Eso quizás no lo sabremos nunca, pero hemos pensado que quizás la exposición que hizo doña Frasquita Larrea en 1824 sobre los veranos en Ubrique y la existencia de los dos balnearios (en este enlace)  en la zona de la actual depuradora pudiera haber sido de interés para que este escritor sevillano viniera a "veranear" a nuestro pueblo.


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