Fotografías de Natalia Cabello, Santi Fernández y Esperanza Cabello
La quema de la Patacabra Carnavalesca se ha convertido en todo un acontecimiento para el pueblo de Ubrique. Algo que comenzó hace veintiséis años como un divertimento entre amigos está siendo un verdadero disfrute para mayores y pequeños en el pueblo.
Aquí les presentamos al artífice de todas las patacabras carnavalescas de Ubrique, por si no se lo reconoce demasiado bien bajo ese disfraz de steampunk (el futuro visto desde el pasado), se trata de nuestro hermano Leandro.
Electricista de profesión, desde pequeño se le dio estupendamente crear artilugios, inventar circuitos y manejar todo tipo de materiales, y también desde pequeño destacó por su pasión por los nuevos retos y el fuego.
Normalmente él se encarga de casi todo el trabajo, pero contando con la ayuda de los amigos, pues forman un grupo de amigos carnavaleros desde hace muchos años, y entre ideas y ánimos la patacabra va tomando forma.
Todos los que viven el carnaval en primera persona saben que a pesar de que son pocos días en realidad los preparativos comienzan muchos meses antes.
Recordamos a Leandro dándole vueltas a la siguiente patacabra desde que empieza el verano. No sabemos bien cómo surge la chispa, pero en cualquier momento surge, y a partir de ahí todo va tomando forma.
Las andas están listas y las medidas ya están tomadas desde hace años. Incluso en una ocasión intentó hacer entrar esta patacabra gigante en el Guiness, pues sus medidas son de récord.
Y este año se ha superado a sí mismo con esta patacabra de un supuesto año 2042. La idea estaba clara: como los visionarios del siglo XIX, en aquel mundo de máquinas de vapor, que imaginaban el mundo futuro lleno de engranajes, mecanismos, remaches y mucho hierro.
Y a partir de esta idea la patacabra carnavalesca ha ido convirtiéndose en esto que vemos: chimeneas, planchas de vapor, tubos... y una especie de flamenca que toca la guitarra.
¡Pero la toca de verdad!
Este año, como decíamos, se ha superado a sí mismo, hasta el punto de que ha habido un clamor popular para que esta patacabra fuera indultada, al igual que en Valencia se indulta cada año un ninot.
El problema es que no hay espacio municipal para conservar esta patacabra monumental, y a eso se añade que es una obra efímera cuyo objetivo era hacer un precioso fuego después de haber hecho disfrutar a todo el mundo, pues mucho mejor.
Ayer domingo, como está mandado, la Patacabra llegó a la plaza de la Verdura a la hora habitual, y poco a poco los más representativos del mundo del carnaval ubriqueño, pregonero incluido, fueron agrupándose en este lugar emblemático de los ubriqueños.
Los Steampunk también fueron reuniéndose alrededor de la patacabra, aunque echamos de menos a muchos de los que se habían reunido ayer sábado para la presentación "en sociedad" de la nueva patacabra. Más tarde los fuimos viendo, algunos disfrazados, otros con trocitos de disfraz.
A la hora establecida, cuando la policía municipal vino a confirmar que el tráfico estaba ya organizado para el evento, los mayores comenzaron a desmontar un poco de la estructura de la patacabra para que pudiera salir de la plaza, mientras la patacabra infantil comenzó a salir por el callejón de Janeiro, precedida por Laura, que ejerció de capataz con una destreza envidiable.
El primer escollo, el pivote del callejón, lo sortearon los pequeños con gran habilidad y un gran estirón. Nos parece estupendo que Leandro esté pendiente, además de diseñar y crear la patacabra carnavalesca, de fomentar la afición de los más pequeños. Desde hace muchas ediciones hay una patacabra infantil, con músicos infantiles como nuestro sobrino Leandro, que pasa todo el desfile tocando el bombo.
Pasado el primer escollo de la patacabra infantil la capataz Laura vigila que todo esté en orden, tiene muy claro lo que deben hacer y ejerce de encargada con maestría.
A continuación sale del callejón la primera parte de la estructura, todo está pensado para que el cortejo pueda sortear todos los elementos arquitectónicos.
Y la señora Patacabra Carnavalesca sale de la plaza sobre los hombros de muchas mujeres carnavaleras, que son quienes comienzan el desfile. Nuestro amigo Serafín Cordón es el capataz desde el primer año, siempre pendiente de lo que era necesario.
Nos encanta ver a nuestra familia tan implicada en el carnaval. En todo el recorrido vamos encontrando a unos y otros, y, a la salida de la plaza, a nuestra sobrina María haciendo de cargadora junto a Inmaculada.
Al llegar a La Plaza nos fijamos en los escudos que flanquean toda la estructura, se trata del escudo de Ubrique, que originalmente cuenta con una rueda dentada, símbolo del trabajo artesano e industrial del pueblo, y que para el carnaval está lleno de ruedas, mecanismos y engranajes.
Hace unos años que el ayuntamiento colabora con la fabricación de la patacabra, poniendo además a disposición del creador un local municipal para que pueda llevar a acabo su trabajo.
Comienza la "Ruta de la Patacabra". Como el mismo Leandro apuntó en una entrada anterior (en este enlace), la patacabra carnavalesca iba a encontrarse, en este recorrido, con varias patacabras de todo tipo. La primera parada fue junto a la ferretería La Clave, en cuyo escaparate aún pueden verse las patacabras artesanales que se venden.
La segunda parada en la Pilita Abajo, en la que hay una gran patacabra formando el mosaico del pavimento, a partir de este momento hay cada vez más ubriqueños que se unen a la comitiva.
También se para la patacabra frente al nuevo edificio de la avenida de España, en el que hay dos modernas patacabras sobre la estructura metálica de la fachada.
Así, poco a poco, la Patacabra Carnavalesca va siguiendo las "estaciones" previstas. La penúltima, en la nueva plaza del Petaquero (en este enlace), y la última en la carrera para subir la calle Patacabra.
Todo el recorrido por la avenida de España fue increíble, cada vez más personas uniéndose al grupo, no sabemos cuántos podrían ser los participantes, pero se contaban por centenares.
Entre ellos, una participante de excepción, nuestra hermana Natalia, apoyando la fiesta y orgullosa, como todos nosotros, de su hermano "steampunkero".
Ya llegando a la plaza de Las Palmeras tuvimos la ocasión de comprobar de nuevo la habilidad de la capataz infantil, nuestra sobrina Laura, organizando a los músicos y a los cargadores para poder poner las dos patacabras en su meta.
Y en el punto final... el fuego. Todo bien previsto y seguro , policías y bomberos organizados pendientes de todos los detalles, y los carnavaleros, tristes porque un nuevo carnaval termina.
¡Adiós, patacabras! ¡Adiós, caballito! ¡Adiós, sombreros! ¡Adiós, disfraces!
Un año más el castillo de fuegos artificiales acompaña la quema de la Patacabra Carnavalesca, y el coro de los que tanto disfrutan con estos bailes (¿Que este año no hemos cantado?) canta y baila alrededor de la candela.
Faltan un par de meses para las siguientes candelas, y un añito para la siguiente Patacabra.
¡Enhorabuena a todos los que organizan y participan en estos festejos populares!
¡Enhorabuena, Leandro!
Muchísimas felicidades, hermano
Espero poder acompañarte muchos años más💜💜💜
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