La Sagrada Familia: María, José y su bebé
Más reales no pueden ser
Por Esperanza Cabello
Cada año por estas fechas las calles del casco antiguo de Ubrique se convierten en un verdadero Belén Viviente. Teniendo como eje central la plaza de la Verdura, decenas de ubriqueños y ubriqueñas se afanan por conseguir un ambiente realmente acogedor y familiar recreando, a la manera de la Sierra, aquella noche de Navidad de hace más de dos mil años.
Montar este belén viviente es realmente un trabajo gigantesco. Desde hace semanas unos y otros trabajan incansablemente para organizar todos los detalles y para que en un día como este no falte ningún detalle, hacen una tarea magnífica que es de alabar y debemos resaltar que todo este trabajo es con fines solidarios, por lo que toda la colaboración es aún más bienvenida.
Los Reyes Magos, los caramelos tradicionales, las tasquitas y los puestos de jabón, de buñuelos, de tortas fritas; las migas cocidas de los pastores (que este año traían al "caballo" Tornillo, haciendo las delicias de los más pequeños), la panadería, los chorizos asados de la "Legio VI Ferrata", el Grupo de Recreación Histórica de la Sierra de Cádiz, los canasteros, el sillero (este año es una nueva especialidad llevada magistralmente por nuestro amigo Andrés), la alfarera, los carpinteros, los romanos, la posada...
Nos hemos sentido muy orgullosos de ver a nuestros hermanos vestidos para la ocasión; Francisco de legionario y Leandro y Laura de pastores.
Seguro que aún quedan muchos que no hemos podido fotografiar, pero entre todos han conformado un magnífico Belén Viviente de Ubrique.
Ha sido todo un éxito de público, apenas se podían atravesar algunas de las calles con la cantidad de personas que había. Y eso que hoy también había un concierto con el grupo polifónico Canticorum.
¡Enhorabuena a todos!
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