Ubrique, descansadero de Los Gamonales, fotografía de Julia Ruiz Cabello
Por Esperanza Cabello
En nuestra familia no somos mucho de celebrar por todo lo alto el fin de año, éramos más de reunirnos en Nochebuena y Navidad, dejando el fin de año para otro tipo de celebraciones con los amigos, en la calle, o durmiendo tranquilamente.
Pero sí somos personas llenas de buenos deseos, y deseamos de corazón que el próximo año sea "normal"; muchos de nosotros no aspiramos a más. Sabemos que no va a ser igual, pues nuestras vidas no volverán a ser las mismas, pero esperamos que las pequeñas maravillas que suceden día a día nos hagan felices a todos.
Hemos elegido una fotografía muy especial para esta felicitación, una fotografía cuyo significado solo los ubriqueños podemos interpretar, por eso lo explicamos.
Esta fotografía está tomada en uno de los descansaderos de la Cañada de los Gamonales, cerca de Puerto Calvito. Esta última semana de diciembre ha habido días de sol para disfrutar de nuestro entorno y hemos elegido este lugar, justo enfrente de la impresionante mole del Garciago, para descansar y poder observar los cortejos de los buitres, que son verdaderamente majestuosos.
Y allí en silencio y sobre una antigua manta de Grazalema, nos dimos cuenta de que estábamos totalmente rodeados de plantas de gamones, un estupendo gamonal que con toda seguridad jamás se ha visto de esta manera (con los tallos secos) en los alrededores de Ubrique.
Todas las plantas conservaban los gamones secos de este año que termina. Jamás en Ubrique se han conservado los gamones, porque los recogemos, incluso en los lugares más recónditos, en la primera semana de mayo para celebrar nuestra Noche de las candelas, nuestra Fiesta de los gamones.
Este año no hemos podido hacer ninguna celebración en mayo , y los gamones se han secado en sus plantas. Pero por el milagro de la vida, como todo resurge, en todas las plantas podemos ver los nuevos gamones que están brotando, y en ellos hemos querido ver los mejores augurios para este año que empieza.
Este año se han truncado muchos proyectos, como simbolizan las varas de gamón secas, y hemos perdido a amigos y familiares que, desgraciadamente, se han quedado en el camino. Pero las raíces están fuertes y las nuevas plantas son robustas, como nuestras esperanzas y nuestra certidumbre de que el 2021 nos traerá, a todos, nuevas perspectivas, nuevas ilusiones y nueva vida.
¡Feliz año a todos, amigos!
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