Por Esperanza Cabello
En Ubrique hay una antigua tradición para los días mágicos de los Reyes Magos. Los padres o abuelos preparan, con su maestría y originalidad ancestral, unos deliciosos canastos de Reyes para esta noche especial.
Siempre hemos oído la historia de los canastos que nuestra abuela Julia preparaba para los más pequeños, incluso para vecinos y amigos. En la casa de nuestra abuela Natalia también encontrábamos unos canastos muy bien organizados, uno para cada nieto. Nuestro padre los hacía para nosotros y, cuando empezaron a llegar los nietos, era enternecedor verlos a todos revoloteando alrededor del abuelo para terminar los canastos la tarde antes de la cabalgata y dejarlos todos colocados en la alfombra del salón, cada nieto con su canasto. Mamá siguió con la tradición y toda su vida siguió dejando los canastos de los nietos para la noche de Reyes.
Ahora nos toca a nosotros, en años anteriores hemos fabricado canastos (sin maestría alguna, desgraciadamente) para hijos de amigos, sobrinos y vecinos. Pero este año es especial, y hemos fabricado nuestro primer canasto para la nueva componente de la familia 💜💜.
Habíamos buscado una bonita caja de zapatos y hemos ido a buscar el papel de seda de colores, podemos encontrarlos en cualquier papelería. Este año hemos comprado de cuatro colores en El Alambique.
También hemos buscado un papel más recio para forrar la caja, el envoltorio de un regalo (gracias, amiga), del que también hemos aprovechado el lazo.
Después hemos plegado y cortado tiras dobles del papel de seda. Hemos recordado que nuestro padre utilizaba el cuchillo del jamón para cortar las tiras.
A continuación hemos hecho flecos en las tiras de papel de seda.
Poquito a poco, con cola, hemos ido pegando las tiras de flecos a la caja que previamente habíamos forrado con papel de regalo. Se empieza por las tiras de abajo para que no se solapen.
Una vez colocadas todas las tiras recortamos una tira de cartón de la misma tapadera de la caja de zapatos, y la forramos con más cintas de papel.
Después pegamos la tira de cartón en la parte superior de la caja, a modo de asa, y comenzamos la decoración de la caja.
Como decíamos antes, la maestría no es lo nuestro. Un artista habría tenido suficiente paciencia para rizar todos los flecos, que era lo que hacían nuestros padres, pero nosotros hemos visto que el canasto de Reyes está estupendo así.
La noche de Reyes este canasto ocupará un lugar especial en el salón, cerca de los zapatos de los mayores. Seguro que los Reyes Magos traen también algo para este pequeño canasto💜💜💜.
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