Comienza el pregón de Feria 2022
Fotografía gentileza de Manolo Canto
Por Esperanza Cabello
En la entrada anterior (en este enlace) hemos podido ver el pregón de feria 2022 íntegro gracias a la publicación de Todoves, y también nos sentimos afortunados porque contamos con el texto íntegro del pregón y unas magníficas imágenes del fotógrafo ubriqueño Manolo Canto para ilustrarlo. También hemos utilizado fotografías antiguas de Francisco García Parra, actuales de Radio Ubrique y de Leandro Cabello. Muchísimas gracias a todos y vaya por delante nuestra enhorabuena para todos los artistas que han conseguido, con tesón y mucho talento, acercarnos de una forma muy festiva y muy lograda a nuestras fiestas mayores.
¡Enhorabuena a todos!
PREGÓN DE FERIA 2022
Introducción (voz en off)
Se acerca el final del estío, se va acabando el calor, se acerca el día de nuestra Patrona y las fiestas su honor.
Los petaqueros están acabando las tareas, los pintores dan las últimas pinceladas de color, el mozo de espadas prepara con mimo hasta el último detalle, los músicos van tomando posición…
Ubrique y sus habitantes se preparan para el día más grande y para disfrutar de su feria.
El escritor y periodista sanluqueño don Eduardo Domínguez Lobato, en su artículo “La Colmena Cantadora” publicado por periódico ABC en septiembre de 1969, escribió: “El ubriqueño es recio, laborioso, dinámico, largo por igual en la labor y en la fiesta. Se precia tanto de trabajar catorce horas al día como de gozar a pleno desahogo cuantas oportunidades festeras se le tercien...”
Señora alcaldesa, señor concejal de Fiestas y resto de componentes de la Corporación Municipal. En nombre de Noelia y Sofía, y de todos los que formamos el Círculo Flamenco Hermanas Jiménez de la Rosa, les estamos muy agradecidos por haber recibido el encargo de pregonar esta feria de 2022. Representa un nuevo reto para nosotros y lo hemos preparado poniendo todo nuestro cariño y nuestro más humilde entender.
¡Vecinos de Ubrique, foráneos, señoras y señores!
Retomamos nuestra feria después de dos largos años sin poder disfrutar de ella. Los motivos son de sobra conocidos por todos. Queremos que nuestro primer recuerdo sea para los que nos han dejado durante este tiempo.
Las escenas que están viendo ustedes aquí, unidas a los textos, letras y música que les ofreceremos, representan solo una pequeña parte del amplio abanico cultural, artístico, histórico y festivo que poseemos en Ubrique. Son, a nuestro entender, algunas de las más representativas, pero ni muchísimo menos las únicas. Las hemos contextualizado en un espacio de tiempo determinado. Lógicamente en torno a la feria de Ubrique.
Algunos datos históricos y curiosidades
Para entender nuestra feria actual, creemos necesario recordar un poco de historia de la misma. Aportamos aquí, con la inestimable ayuda de la historiadora doña Esperanza Cabello Izquierdo, algunos párrafos extraídos de documentos publicados, con importantes datos y curiosidades. Veremos cómo hay historias y circunstancias que se repiten al paso del tiempo.
La feria de 1885, suspendida
En septiembre de 2014, el historiador don Fernando Sígler, habla, en “El Periódico de Ubrique”, de la feria del último cuarto del siglo XIX. Ente otras cosas, interesantísimas todas, nos cuenta lo siguiente:
El año 1885 se grabó en la memoria de los ubriqueños porque no se celebró la feria. Se daba la circunstancia de que en muchas zonas de la región se había declarado una epidemia de cólera, y ello motivó una orden gubernativa de carácter preventivo que obligó a la suspensión de los festejos. La corporación municipal, que ese año presidía D. Basilio Aragón Gómez, se lamentó de que la feria de ganados, que se venía celebrando en esta población durante los días 14 al 16 de septiembre, desde hacía ya bastante tiempo, hubiese sido suspendida por una circular del gobernador civil de la provincia «hasta nueva orden». A la altura del 5 de septiembre aún no se había recibido la esperada orden que revocara dicha prohibición. Por ese motivo, el Ayuntamiento ese día acordó, «en vista de las circunstancias por las que atravesamos, rodeados casi por completo de la epidemia colérica reinante», no celebrar la feria de ganados y la velada.
Para el año siguiente, 1886, se levantó la suspensión, y los ubriqueños pudieron volver a disfrutar de sus fiestas de septiembre.
Dato curioso por la similitud con lo que ha ocurrido ahora…
Cómo era la feria de Ubrique en 1892
En diciembre de 2020, doña Esperanza y don Manuel Cabello Izquierdo, dan entrada, en su “Blog de Ocurris”, a una publicación rescatada de la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. En ella, el número 11202 del periódico "El Guadalete", de septiembre de 1892, y en él un "alambicado" artículo dedicado a la feria, del entonces secretario del Ayuntamiento, don Antonio Pérez-Hinojosa y Ruiz, colaborador ocasional del periódico y hombre de pluma fácil y prosa muy característica del siglo XIX. Y afirman: “Nos parece toda una joya para la pequeña historia de nuestro pueblo”.
Pasaron como ligera nube veraniega los días que esta preciosa villa ha dedicado al negocio y al recreo, y cumplióse con exceso el programa oficial de festejos, pues duraron desde el 13 hasta bien entrada la mañana del 19.
Cuanto se diga de ello resultaría pálido ante la realidad, y todos confiesan que ningún año ha habido tan numerosa concurrencia, a pesar de no anunciarse corridas de toros, espectáculo que como nacional, tanto concurso de visitantes atrae, particularmente de las poblaciones limítrofes. Compensando la falta de ellas, el Ayuntamiento anunció atractivos variados, y esta ha sido la causa por la que los paradores, casas de huéspedes y hasta de particulares, se quedaran cortas para albergar el crecidísimo número de forasteros que nos han favorecido con su asistencia.
En medio de tanto gentío, ningún escándalo, cuestión, ni falta se han registrado, y los agentes de la autoridad no tuvieron que intervenir en esos incidentes que ocurren con frecuencia, donde el vino ocupa lugar privilegiado, y la alegría se torna en locura. Aquí todo ha sido orden, lo cual habla muy en favor del buen sentido de los concurrentes y de la fuerza moral que tanto honra a las autoridades constituidas, por lo que merecen unos y otras plácemes miles que todos, sin reserva, les otorgan.
La plaza de la Constitución, transformada en un bello y elegante kiosco, presentaba una fantástica perspectiva. Gasas con lluvias de flores y miles de farolillos a la veneciana formaban una alta bóveda. Dando entrada a lugar tan encantador, doce arcos ojivales revestidos de verde frondosidad con adornos varios, consistentes en banderines, escudos y canastillas conteniendo preciosas guirnaldas.
En este privilegiado paseo, diéronse citan las brillantes estrellas de nuestra escogida sociedad, y lástima es que un poeta cantor de tantas bellezas no me reemplace en esta tarea, que toco con miedo, como siempre ocurre al que se examina de una asignatura que desconoce; pero resignado aguardo el suspenso, único precio merecido a mi osadía, y conténtome con expresar que aquel no era Cádiz el chico, sino la Perla del Océano entre empinadas sierras, de cuyo seno se destacaban, como ondinas, beldades a cientos y bellezas sin número. Era aquel el cielo en la tierra, perdón por el símil, y ángeles muchos daban vida y animación a la amplia explanada donde bullían sin cesar cuerpos graciosos y elegantísimos, que sostenían preciosos rostros radiantes de satisfacción y regocijo.
Esta crónica continúa con largo recorrido y detalles de la feria, y con esta manera tan añeja de escribir. Efectivamente, “toda una joya”.
Recomiendo su lectura íntegra, disfrutarán enormemente de ella.
Cómo era la feria de Ubrique hace noventa años
En septiembre de 2009, don José María Gavira Vallejo, en su Blog “Historias de Ubrique”, realiza la siguiente publicación:
En 1932 el erudito alemán Wilhelm Giese estuvo en Ubrique durante la feria. La descripción que hizo de esta fiesta aparece en su libro “Sierra y Campiña de Cádiz”, con traducción al español en 1937 realizada por Manuel Rivas Zancarrón y publicada por la Universidad de Cádiz.
No tan animada como la de Ronda, aunque mucho más típica en su configuración, es la feria de Ubrique, que describiré como modelo de ferias de pequeñas poblaciones andaluzas.
La vida de la feria comienza en la víspera, cuando los feriantes llegan buscando alojamiento a la ciudad en autobús, a caballo o en mulo desde distintos lugares. Ante la fonda se apiñan los arrieros con sus mulas, una estampa muy atractiva que aviva aún más la España de los románticos.
La banda de música de Ubrique durante un concierto
en los años treinta
Los arrieros y campesinos se albergan en el espacioso establo de la fonda, en donde se tienden a descansar al lado de sus animales.
Continúa relatando cómo se está decorando la plaza. Ofrece todo tipo de detalles de su ornamentación y la de las placitas secundarias del lugar. Habla también del kiosco de la orquesta situado en el centro…
Cuando atardece, la plaza empieza a llenarse de gente. Los 15 cafés del lugar, los pequeños bares y las tascas experimentan una agitada afluencia. Las mujeres y jóvenes, con ropas modernas y de colores claros, y los hombres, la mayoría con sombrero andaluz y sin cuellos ni corbatas.
En la calle principal hay muchos tenderetes con chucherías y jueguecitos. Allí donde ésta se cruza con la carretera, se montan tiendas con pasteles y vino; hay columpios y carruseles. No faltan las casetillas para disparar.
Al final del pueblo se celebran mercados de ganado. Frente a la plaza de toros, se ha construido una carpa para vender vinos llamada Caseta “El Jardín”. Allí, una banda de violines, flautas, dos guitarras y una batería, toca a mediodía y por la tarde. Se hacen concursos de baile. Por la noche tienen lugar los fuegos artificiales.
Una compañía de teatro de Madrid, que está de gira por la zona, representó comedias en una sala durante más de una noche. El espectáculo de varieté, fue representado por una bailarina, una cantante y un cómico, y era de un alto nivel artístico.
El personal femenino vestía el traje popular andaluz, con la pomposidad que caracteriza a las folclóricas. Las bailaoras ofrecían sevillanas y malagueñas; la cantaora –una artista de procedencia marroquí–, cante flamenco, saetas y una canción árabe en su lengua.
La cantante que actuó en Ubrique confirmó, con su cante flamenco y su canción árabe, la homogeneidad existente entre ambos. No es casualidad que una marroquí haya conseguido una fama extraordinaria como cantante de flamenco y que haya sido acogida con fuertes aplausos por un público muy entendido. Y añade algo interesantísimo para los aficionados:
Aunque Hugo Schuchardt, gran entendido, niegue la conexión del cante flamenco con la música árabe, ésta no se discute. En mis diferentes viajes por Andalucía -Granada, Sevilla y Jerez-, he podido determinar, tanto en el cante flamenco como en las saetas, el uso de cuartos de tono (esto es, semitonos impuros), algo que pude observar también en las funciones musicales de Tetuán, y que debería ser investigado con más detalle.
Me consta que, desde 1932 hasta ahora, ha habido muchos investigadores del Flamenco que lo han hecho…
Noelia y Sofía (introducción)
Si os somos sinceras, nunca podíamos esperar este nombramiento como pregoneras, aunque somos de las que opinan que todos los ubriqueños somos merecedores de tan distinguido encargo. Aquí los pregoneros somos todos, porque todos y cada uno de nosotros tiene un Ubrique que contar.
Sentimos un respeto absoluto viendo algunos de los nombres de los pregoneros de años anteriores. Esperamos estar a su altura. Lo que sí os diremos, es que lo hemos preparado fundamentándolo en torno a la pasión que nos mueve desde pequeñas: El Flamenco. También os diremos que este 13 de septiembre quedará escrito en nuestra memoria para siempre como un día inolvidable.
Prolegómenos (actividades, fuegos y día de la Patrona)
Por todo el casco antiguo empieza a percibirse el olor a óleos, acrílicos y acuarelas. Sus calles serán testigo de una impresionante explosión de arte, luz y color. Sus rincones se convertirán en modelos que, de nuevo, posarán ante la multitud de artistas de la paleta, el pincel y la espátula, como lo fueron de antaño de Pedro de Matheu o, no hace mucho tiempo, del desaparecido Pedro Lobato Hoyos, entre otros muchos pintores de Ubrique.
En la Barriada del Jesús todo está preparado para la suelta de “Presidente” y “Espléndido”, de la ganadería de Rocío de la Cámara, que harán las delicias de todos los aficionados a esta actividad. El Toro del Gayumbo es un importante foco de atracción de foráneos a nuestro pueblo en ese día.
Los aficionados al flamenco ya están citados para el acto más importante que celebra la Peña Cultural Flamenca de Ubrique cada año: La Noche Flamenca de la Piel. En ella, podremos ver de nuevo a los ganadores del concurso y, además, disfrutaremos de otros grandes artistas invitados.
También tendremos Conciertos de las bandas ubriqueñas, el Super Tobogán Acuático, la Noche del Arte, Exposiciones por doquier, Conciertos de Música “Ochentera”, Conciertos de grupos locales, el Ubrikfest Music, Los Morancos y Bertín y, por si todo esto fuera poco, vienen los de la Vuelta a España a dormir!!.
Y aunque no sea cosa de feria, no crean que se nos ha olvidado, el verano que lleva Antonio “El del Corte”, rescatando buitres leonados.
Poco a poco están llegando los feriantes. La iluminación especial está casi lista, los farolillos y banderines ya van dando color al real. El montaje de las casetas lleva un buen ritmo, “qué ganitas hay por empezar”.
Y aunque este año no los hemos tenido y soñar no cuesta dinero, vamos a soñar un poco y hablemos de los fuegos.
Ya es día 7 de septiembre, ya están preparando los fuegos, ya nuestros visitantes y paisanos se sitúan para verlos. Unos en sus balcones, otros en sus azoteas, muchos en la sierra y en los olivares y el resto dando un paseo. La banda desfila con sus alegres notas musicales, desde una terraza la oímos y la vemos “qué bien suena esta banda” “qué pedazo de banda tenemos”.
De pronto el primer chupinazo, los estorninos empiezan a revolotear buscando ponerse a cubierto, los perros ladran asustados, los gatos maúllan y también buscan cobijo. Y ahora otro, y otro. Qué bonitos los colores, qué fuerte ha sonado ese. La sierra se ilumina, el pueblo entero resplandece. ¿Qué figura es esa?, -es una palmera. Y ahora muchos a la vez, ahora un trueno, ahora una bengala y después una bombeta. Qué inmenso ruido, qué humareda, por fin encienden la traca, es el final de los fuegos. En él, lo más esperado con sus chorreras incandescentes ¡¡VIVA LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS!!, viva Ubrique y su gente!
De nuevo, la banda nos regala armónicas marchas y alegres pasodobles para despedir una jornada llena de sorpresas y previa al “Gran día”.
Y así, casi sin darnos cuenta, nace un nuevo día “el Gran día”. Hace un tiempo excelente, creo que este año no lloverá, se huele, se siente. Ya están todos los ubriqueños aquí, ya están llenos los albergues, las peluquerías no dan abasto, los vestidos y trajes están preparados y los zapatos relucientes. Porque esta tarde nos vestiremos con nuestras mejores galas, la ocasión lo merece.
“Qué guapa va doña Concha, qué elegante doña Mercedes y qué apuestos caballeros los que a su paso las preceden”.
Ya está el pueblo en la plaza, ya están preparados los costaleros, y la banda formada afinando sus instrumentos. Qué emoción, que recogimiento, ya la van a sacar, solo esperan la orden de Aurelio. Suenan las notas del himno y todos guardan silencio, la salida es delicada, se la juegan los costaleros.
Nuestra patrona ya está en la calle. Lanzan cohetes desde la ermita del San Antonio. Repican las campanas de la parroquia. Va a iniciar su recorrido, las autoridades encabezan el cortejo y seguidamente los fieles, este año con más ilusión, más entusiasmo y más fervor si cabe. Llueven pétalos de rosas desde los adornados balcones de la calle Real. La banda comienza a tocar una marcha y el gentío se dispone a seguirla calle arriba. Y así por el San Juan, Perdón, Beato Diego, Pilita Abajo (donde el coro le canta “por derecho” delante de su pueblo), San Sebastián, Virgen de los Remedios, Toledo, la Trinidad, calle Botica…
Ya está de vuelta en la plaza, hace rato que cayó la noche. Los costaleros sudorosos y agotados, el pueblo les reconoce el esfuerzo. Más cohetes al cielo ubriqueño, no han parado desde que salió, repican todas las campanas, el director de la banda ordena parar, todo el mundo guarda silencio, van a cantarle la salve.
Emoción a raudales en el gentío, lágrimas que se derraman. De pronto se escucha un ¡¡Viva la Virgen de los Remedios!!, y otro y otro. Los corazones aumentan las palpitaciones, esto llega a su fin. El capataz ordena la última “levantá”, la banda inicia las notas del himno y los costaleros, mirando de cara su pueblo, le dan entrada en el Templo.
El gentío ya se retira, se van a tomar un refrigerio. Bajan por la calle del Agua, por la calle Beato Diego y por la Costanilla de San Pedro.
¿Dónde podremos sentarnos? ¡¡Estoy con los pies que no puedo¡¡
¿Quién dará este año el pregón?
Y mientras la gente camina y comenta cosas de la procesión, empiezan a preguntarse… ¿Quién dará este año el pregón?... Dicen que lo dará fulano. Dicen que lo dará mengano…
(Esto lo contesta Araceli)
¡¡Rivera ha dicho en la radio que lo darán Noelia y Sofía que tienen flamenco el corazón!!.
Comienza la feria 2022
El pregón ha terminado, se enciende el alumbrado y una explosión de alegría se produce en mi ciudad. Por fin comienza la feria que tanto hemos deseado, este año con ilusiones renovadas y cambios en su ubicación. Las atracciones en la zona de Hipersol, las casetas, como siempre, en la Plaza de las Palmeras. Los puestos de turrón, garapiñadas, piñonate, algodón azucarado y el coco recién duchado, repartidos por el Real.
Los bares para comer y beber esperan clientes -algunos de los habituales los echamos de menos-. A la entrada de la Plaza de Las Palmeras chocolate caliente con churros y los Cuerpos de Seguridad y al fondo las casetas de la juventud con “un ruido infernal”. En las de en medio, ya se empiezan a bailar Rumbas, Bulerías y Sevillanas. “Qué buen ambiente vemos”, eso es lo que más nos gusta de nuestra feria, eso es lo que queremos.
Y así, de caseta en caseta, aquí una copa de vino, allá un rebujito, en la otra un montadito, en aquella un plato de jamón y en todas, alegría desbordada.
Ya va siendo hora de irse a casa a descansar, que aún nos quedan cuatro días y esto no ha hecho nada más que empezar.
Por la mañana nos despertará la Banda Municipal con su alegre diana y los gigantes y cabezudos. Después tendremos el paseo a caballo por el Real. Por la tarde a los toros, este año cuatro “novillás”, y según dijo Rivera, una corrida de toros… quizás.
Todos los años por estas fechas, Ubrique huele diferente y sabe a Ubrique. Cuna de historiadores, poetas, pintores y toreros. De artistas y periodistas que lo cantan y lo cuentan, de médicos, de músicos, de empresarios y, cómo no, de petaqueros, panaderos, barrenderos, electricistas, albañiles, de carpinteros, de bomberos, de comerciantes o de hosteleros, porque a Ubrique lo forma su gente, la gente que lo ama, hayan nacido o no aquí.
No diremos que nuestra feria vaya a ser la mejor, tampoco que sea perfecta, queremos que sea distinta, queremos que sea flamenca.
Y cuando la feria llegue a su final y los niños vuelvan al colegio, no queremos que les enseñen Reguetón ni Rapp, queremos que le enseñen flamenco.
Cuando este pregón acabe, solo estaremos contenta, si hemos merecido vuestro aplauso y si nos dicen que les hemos sonado a flamencas.
Y como dice esta letra de El Barrio:
Yo sueno flamenco, Yo sueño distinto, Yo lo llevo dentro, Porque así he nacío… Y porque así he vivío.
Ya estamos en la última noche de feria. El castillo de fuegos artificiales se hace presente en nuestro cielo para despedir las fiestas. En las casetas se empieza a bailar la conga, y los “bailones” portan gorritos, gafas con narices incorporadas y matasuegras. El confeti y las serpentinas inundan el fin de fiesta, los músicos no paran de tocar. Se apuran los últimos benjamines de champan y algunos ya cantan a coro, en un tono “más alto” de lo normal.
Nos despedimos de nuestra feria, esta feria que tardó en llegar. Lo hacemos con algún cansancio, con alegría y esperando ya a la próxima… que llegará.
Presentar a los figurantes y a todos los músicos.
Al compás de la patacabra, desde Ubrique: Pepe Benítez y Francisco López
Dándole color a su lienzo, joven y guapa, desde Ubrique: Andrea Peralta
Novillero de arte y valor, que el viernes debuta aquí con picadores, desde Ubrique: Mario Sánchez
Al piano y flauta travesera, desde Jerez de la Frontera: Alejandro Pérez
A la percusión, desde México: Jorge Gabriel Aguilar
A las palmas y jaleos, desde El Puerto de Santa María: Araceli Arias
Al cante, desde Arcos de la Frontera: Ana Barba
A la guitarra, padre e hijo, desde Arcos de la Frontera: Miguel y Gabriel Chamizo
Agradecimientos y despedida
Y aunque no estén aquí con nosotras, nuestro profundo agradecimiento a la pintora Remedios Rubiales, al profesor y pintor José Antonio Martel, a la historiadora Esperanza Cabello y a todos los que de una u otra manera nos han ayudado en la elaboración y puesta en escena de este pregón.
Y, para terminar, queremos pediros que no abandonéis nuestra feria y que permanezcáis en ella estos días, que disfrutéis como si no hubiese un mañana, con alegría y en armonía, con la familia y los amigos, y que todos gritemos juntos, más fuerte que nunca, para que nos oigan desde todos los rincones de Ubrique los vecinos que no han podido venir esta noche:
¡Viva la Virgen de los Remedios! ¡Viva nuestra Feria! ¡Viva Ubrique!
Y ahora, vámonos para la feria, con Salvador García “Pitu”
(Alto y a dúo): ¡¡Vámonos por sevillanas!!
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