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jueves, 14 de diciembre de 2023

La tenería de Bartolomé Romero Asencio en 1752

 

Antigua tenería en Pontevedra



Por Esperanza Cabello

 

Tristemente, pocas imágenes de las curtidurías ubriqueñas han llegado a nuestros días. Al tratarse de un oficio al aire libre, cerca del río, con mucha madera y algunos inconvenientes ("En Ubrique, la mala mosca te pique"),  el mundo de la curtición, germen de nuestra apreciada marroquinería, no era demasiado fotografiado.

Si a eso se una que las últimas tenerías fueron militarizadas durante la Guerra Civil, que se prohibió el curtido que no pasara por el Gobierno Civil y que al terminar la guerra y la época de militarización ya no volvieron a abrirse, eso hace que tengamos cada vez más lejos ese oficio que se había ejercido en las orillas de nuestro río desde la Prehistoria, gracias a la abundancia de cal, sal y taninos de nuestro entorno.

Las últimas tenerías que aún no están sepultadas debajo de las casas siguen en el Rodezno, totalmente en ruinas, pero podría ser ¡Ojalá! un maravilloso lugar en el que hacer una excavación para poner en valor el patrimonio artesanal de nuestro pueblo.



Una antigua tenería en Navarra, se puede visitar y nos da una idea de cómo serían las nuestras.


Por el momento, aparte de las imágenes de tenerarios que hay en el Museo de la Piel de Ubrique y de las historias que nuestro padre contaba en sus libros (en este enlace), tenemos varios documentos que atestiguan la presencia de curtidores en nuestro pueblo desde épocas muy tempranas, por ejemplo esta página de las respuestas particulares del Catastro de Ensenada, en 1753, en la que constan las propiedades de don Bartolomé Romero Asencio, que tenía una tenería en la calle La Puente (actual Moreno de Mora y principio de Los Callejones), según podemos leer en el Archivo Histórico Provincial de Granada.


Catastro de Ensenada

AHPGR


Una casa en la calle de la Puente propia del dicho, con ocho varas de frente y doce de fondo, un cuarto bajo, otro alto, cocina y patio, linda con casa de doña María Viruez y otra de Juan de Cárdenas, puede ganar al año doce reales de vellón.

Tenería: Otra casa tenería en la calle propia del dicho con todos los utensilios correspondientes y tiene diez varas de frente y diez de fondo un cuarto bajo, otro alto y caballeriza. Linda con casa de Diego Martín y el ejido puede ganar once ducados.

Personal:
Preguntas y respuestas generales: y su relación le produce su oficio al año tres mil reales de vellón.
 
Pues la tenería de don Bartolomé, que estaba en la calle de La Puente, lindaba con la casa de don Diego Martín por un lado y por el otro con el ejido, que es, según la RAE, el campo común de un pueblo, lindante con él, que no se labra, y donde suelen reunirse los ganados o establecerse las eras.
 
 
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