Preparando un guiso en la "Viña del Moniato"
Francisco Pérez Rivera (a la izquierda)
En la Viña del "Moniato". Ubrique
Por Esperanza Cabello
Nuestra prima María Teresa nos ha traído esta entrañable fotografía de la Viña del "Moniato". En ella está su padre, Francisco Pérez Rivera,
con un vasito de café, y un montón de amigos, seguramente recogiendo ya
la uva, pues esa viña tenía un lagar y en ella se pisaba y se hacía el
mosto como en tantas de los alrededores de Ubrique.
Esa
foto es de los años sesenta, cuando la viña tuvo más importancia en el
pueblo. La llevaban un puñado de amigos, entre ellos "Rivera" (como
cariñosamente conocíamos a nuestro tío). Nos encanta la cafetera de
pucherete, el molinillo, las camisetas interiores (caladitas y de
tirantes, como estaba mandado en la época) que llevan todos y lo bien
que se estaba en la viña.
Nosotros
recordamos con especial cariño los días que íbamos a la viña, estaba
justo enfrente de la actual entrada de Ocurris, y al lado del camino
había un antiguo pozo artesiano como los de Villaluenga, en el que
siempre había un cucharro de corcho para beber y una panera para lavar.
Seguramente era el mejor pozo de la zona, y a su alrededor jugábamos los
niños a mil y una historias. El pozo de Santa Lucía era todo un
referente para nosotros y es un tesoro del patrimonio de los ubriqueños.
Los
días en que íbamos a la viña eran especiales. Por la mañana nuestra
madre preparaba la comida en un canasto, y nos íbamos andando por la
"calzá". Teresa y las niñas también venían, y muchos días nos juntábamos
un montón de familias.
Los
mayores hacían una candela y los niños íbamos a buscar leña, algunos
ponían un empeño especial, porque las candelas eran lo mejor de los
domingos.
Más
tarde preparaban un arroz o unas migas, siempre con el vasito de mosto,
y unas aceitunas "partías" y comíamos todos juntos. Curiosamente no
recuerdo nunca haber comido boniatos.
Por
la tarde era la hora del café. Todo un rito: alguien molía en el
molinillo los granos de café (como el niño de la foto) y se ponía la
cafetera en la candela con el agua para hacer el café de pucherete. Se
esperaba a que estuviera el agua hirviendo, se retiraba del fuego, se le
echaba el café, se esperaba a que recomenzara a hervir justo un segundo
y se dejaba reposar. Al servirlo se colaba con la manga, y utilizábamos
unos vasitos de "duralex".
A
los niños también nos daban café, si no había leche con un trozo de
queso fresco, y también una magdalena o un gañote, o carne de
membrillo...
A
atardecer volvíamos por la "calzá" a Ubrique, oliendo a candela y casi
siempre llenos de barro, con un membrillo en la mano y algunos
"candilitos" para hacer collares o jugar a las casitas.
Realmente merecían la pena los domingos en el campo...
La
viña del "Moniato" sigue estando allí, pero ahora pertenece a otra
familia, y también sigue estando el antiguo pozo, testigo de tan buenos
momentos, aunque ya no hay cucharro de barro ni panera. Menos mal que
siguen quedando los recuerdos y las fotografías... Ojalá lo tengan en
cuenta y lo recuperen pronto.
¡Gracias, María Teresa!
(Nota del 3 de diciembre: nuestro amigo José Luis, del blog "Cuaderno de campo Payoyo", nos ha enviado un enlace con información sobre el pozo de Santa Lucía , y es una lástima que está un poco dejado, el pobre pozo. Sería fantástico que esa entrada sirviera como toque de atención para que se adecente un poco su entorno y se ponga en valor esa joya quizás árabe. ¡Gracias, José Luis!)
(Nota del 3 de diciembre: nuestro amigo José Luis, del blog "Cuaderno de campo Payoyo", nos ha enviado un enlace con información sobre el pozo de Santa Lucía , y es una lástima que está un poco dejado, el pobre pozo. Sería fantástico que esa entrada sirviera como toque de atención para que se adecente un poco su entorno y se ponga en valor esa joya quizás árabe. ¡Gracias, José Luis!)
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