Foto: María Remedios Izquierdo y María Remedios Cabello
en la boda de Manuel y Esperanza, 10 de septiembre de 1957
en la boda de Manuel y Esperanza, 10 de septiembre de 1957
Tenemos la suerte de contar en la familia con dos personas muy queridas y muy cercanas, las dos hermanas pequeñas de nuestros padres que, curiosamente, tienen el mismo nombre: María Remedios, claro que desde siempre han sido "Tita Reme".
Cuando Manuel y Esperanza decidieron unir sus vidas para siempre ellas eran unas chiquillas,el hecho de ser las benjaminas de ambas familias hizo de ellas dos niñas decididas y atrevidas, que avanzaban con la modernidad.
Este verano nuestra tía Reme Cabello nos ha contado una anécdota que referimos a continuación:
Eran los años cincuenta, y las dos pillinas decidieron por su cuenta "poner una alcancía" para comprar una bicicleta. Usaron todos los trucos posibles para conseguir dinero: pedían para ir al cine al cine y lo guardaban, decían que tenían que comprar algo y lo guardaban...
Así estaban las cosas, y mientras la alcancía se llenaba, cada vez que podían se escapaban las dos a la Fuente de San Francisco para ir aprendiendo a montar en bici.
Un día Tita Reme Cabello decidió bajar sola la cuesta, pero perdió el equilibrio y cayó de lleno en las tunas (chumberas) que bordeaban la carretera. Totalmente llena de espinas, se quitó las que pudo y se fue para casa aguantando el dolor y sin decir absolutamente nada a su madre.
A la mañana siguiente se levantó completamente hinchada y lo pasó tan mal en los días siguientes que allí terminó la aventura de la bici para siempre.
Cuando Manuel y Esperanza decidieron unir sus vidas para siempre ellas eran unas chiquillas,el hecho de ser las benjaminas de ambas familias hizo de ellas dos niñas decididas y atrevidas, que avanzaban con la modernidad.
Este verano nuestra tía Reme Cabello nos ha contado una anécdota que referimos a continuación:
Eran los años cincuenta, y las dos pillinas decidieron por su cuenta "poner una alcancía" para comprar una bicicleta. Usaron todos los trucos posibles para conseguir dinero: pedían para ir al cine al cine y lo guardaban, decían que tenían que comprar algo y lo guardaban...
Así estaban las cosas, y mientras la alcancía se llenaba, cada vez que podían se escapaban las dos a la Fuente de San Francisco para ir aprendiendo a montar en bici.
Un día Tita Reme Cabello decidió bajar sola la cuesta, pero perdió el equilibrio y cayó de lleno en las tunas (chumberas) que bordeaban la carretera. Totalmente llena de espinas, se quitó las que pudo y se fue para casa aguantando el dolor y sin decir absolutamente nada a su madre.
A la mañana siguiente se levantó completamente hinchada y lo pasó tan mal en los días siguientes que allí terminó la aventura de la bici para siempre.
Foto: Leandro Cabello
Chumberas en la Fuente de San Francisco
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