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jueves, 10 de junio de 2010

Nuevos datos de la familia Montero y la familia Cabello

Portada del último libro publicado por
Manuel Cabello Janeiro

Por Esperanza Cabello

En los últimos días andamos preparando, a petición de un amigo, una semblanza de Francisco Panal, o el Obispo Panal, como es conocido mundialmente este ubriqueño que dedicó toda su vida a los demás y que fue capaz de plantar cara al dictador Trujillo en la República Dominicana.

Leyendo la biografía que escribió nuestro padre pocos años antes de su muerte, hemos encontrado, por muy increíble que parezca, nuevos datos sobre la familia Montero. En concreto la familia materna de este ilustre ubriqueño tenía el apellido Montero: su abuela, su madre, y él mismo.

Como quiera que estamos intentando encontrar a los familiares de Antonio Montero y que nos hemos empeñado en encontrar más datos sobre su familia, publicamos el capítulo IX de "El Obispo Panal, un hombre comprometido", en el que podemos leer las actas de nacimiento y bautismo de Francisco Panal y en la que consta su apellido Montero.

Además, como hecho curioso, podemos leer que el sacerdote que lo bautizó era nuestro tío-tatarabuelo, José Cabello, del que también nuestro padre aporta datos biográficos.





Francisco Panal Ramírez
El niño español que soñó con ser misionero.

Continuaron nuestras labores de rastreo en el Archivo Episcopal jerezano, quizás por el deseo de alcanzar un poco antes noticias del nacimiento de Monseñor. Previamente habíamos entrado en contacto con el representante en Ubrique del Ministerio de Justicia, en su sección de Registro Civil, y solicitamos oficialmente copia del Acta de Nacimiento del niño Francisco Panal Ramírez, localizada al número 210, folio 2, clave número 2634101/94. Dice así:

“En la villa de Ubrique, provincia de Cádiz, a la una de la mañana del día veintitrés de septiembre de 1893, ante don Doroteo Rivero Vegazo, suplente Juez municipal. y don Francisco de Paula Álvarez, Secretario, compareció Sebastiana Montero Romero, natural de esta villa, provincia de Cádiz, de edad de sesenta años, de estado viuda, su ejercicio propietaria, domiciliada en la calle Remedios, con objeto de que se inscriba en el Registro Civil un niño; y al efecto como abuela (materna) declaró que dicho niño nació el día veintiuno de este més a las cuatro de la mañana.
Que es hijo legítimo de Manuel Panal Cobos y María Ramírez Montero, naturales de esta villa, jornaleros, domiciliados en la calle Palma.
Que es nieto por línea paterna de Bernardo Panal Rodríguez y Juana Panal Marchán, naturales de esta Villa, y por línea materna de Francisco Ramírez Sánchez, natural de esta Villa, y de la compareciente.
Y que al expresado niño se le puso el nombre de Francisco.
Todo lo cual presenciaron como testigos Bartolomé Baena Ortega y Miguel Romero Morales, de esta vecindad, mayores de edad, empleados. Leída íntegramente esta Acta é invitadas las personas que deben suscribirla, a que la leyeran por sí mismas si así lo creían conveniente, se estampó en ella el sello del Juzgado Municipal, y lo firmaron el Sr. Juez con los testigos y D. Sebastián Vegazo Valenzuela que lo hacía a ruego de la compareciente que no sabía, y de todo ello asumí la oportuna certificación.”

Firmado y rubricado : Doroteo Rivero, Sebastián Vegazo, Barmé Baena, Miguel Romero y hay una firma más ilegible.

En los dos folios que siguen hay que colocar la copia del Acta de Nacimiento.

La inmediata fue dirigirnos al Archivo Religioso, antes reseñado, en Jerez de la Frontera, con el deseo de localizar una copia literal del Acta de Bautismo del pequeño Panal.
Textualmente dice así:

“En la villa de Ubrique , Diócesis de Málaga y provincia de Cádiz, a veintisiete de 1893, D. Manuel Vegazo, Présbítero-Coadjutor de esta única Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la O, bautizó solemnemente a un niño que, según declaración de sus padres, nació el día veinte, a las cuatro de la mañana, en la calle de la Palma, púsole por nombre Francisco María Eustaquio Sebastián de la Santísima Trinidad. Es hijo legítimo de Manuel Panal Cobos y María Ramírez Montero, su mujer, naturales y vecinos de esta, y quienes aseguraron no haber tenido otro hijo de este nombre.
Abuelos paternos, Bernardo Panal Rodríguez y Juana Cobos Merchán.
Abuelos maternos, Francisco Ramírez Sánchez y Sebastiana Montero Romero, también naturales de ésta.
Padrinos José Reguera Sánchez y Sebastiana Rodríguez Torrejón, su mujer, naturales de Cortes de la Frontera (Málaga), quienes fueron advertidos de la obligación y parentesco que contrajeron.
Testigos, Lorenzo Chacón (organista)y Manuel Marchito.
Firmas de Manuel Vegazo (sacerdote) y José Cabello Medina (párroco).”

Debemos hacer un inciso en el relato de nuestra historia, en la que aparece un hecho anecdótico que se convierte en parte de la historia misma: Cuando nuestro abuelo, Francisco Cabello Medina, marchó a Argentina, contratado por el gobierno de allá y acompañado por su esposa Joaquina de Orellana Artacho, en 1885, para cubrir plaza de maestro de enseñanza primaria, católico, en la provincia norteña de Santa Fe, concretamente en la población de Sunchales, tuvo la fortuna de llenar su hogar con once hijos.
De estos once, murieron cinco, afectados por algunas de las muchas enfermedades infantiles de la época, sobre todo aquellas que se desarrollaban en zonas pantanosas, como las que bordeaban la ciudad. Para mayor desgracia, nuestro abuelo desapareció para siempre siendo muy joven, afectado por una epidemia. La abuela Joaquina, sola y con aquella gran familia se vio obligada a volver a España, a principios del siglo XX, y vino concretamente a Ubrique, población gaditana, de donde era cura titular el único familiar que tenía en el mundo, don José Cabello Medina, hermano de su esposo Francisco, quien la acogió con mucha bondad. De los hijos que vivían, nuestro padre, Francisco, se casó con una ubriqueña, Julia, nuestra madre.
Por eso también recordamos a nuestra familia al ver la firma de dicho sacerdote, del cual dice el Padre Sebastián de Ubrique en su historia de la localidad que “fue un celoso párroco a quien tocó el periodo máximo de paz y esplendor de Ubrique. Había nacido en Sedella (Málaga) en 1855. Hizo sus estudios en el seminario malacitano, y fue párroco propio de esta villa desde 1893 (año del nacimiento del niño Panal y de la muerte de su madre, a quienes ofició el primero y el último de los Sacramentos de la Iglesia) hasta 1923. Era predicador de palabra clara y fácil”.




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