Páginas

jueves, 31 de mayo de 2012

¡Enhorabuena, Manuel!

Álbum con el que Manuel Cabello consiguió el
Premio especial al turismo de Misión Rescate en 1973


Por Esperanza Cabello 

Hoy, treinta y uno de mayo de 2012, hace doce años que murió Manuel Cabello Janeiro en Ubrique. Seguramente todos los que escribimos y leemos este blog, dedicado especialmente a su memoria, lo seguimos recordando con el mismo cariño y el mismo entusiasmo de siempre. Pero para nosotros este año es especial. A pesar de haber sido un año de tantas pérdidas tan dolorosas en nuestra familia (David, María Remedios, Antonio) y en las de nuestros amigos (un recuerdo muy especial a los que perdieron a sus padres, Manolo, Benja, Cande, Antonio) y a pesar de que seguimos echándolo de menos por encima de los años, ya no hay más duelo.
 Antonio, cuando murió su padre, nos decía que tenía la gran satisfacción de haber compartido con él muchos momentos inolvidables; la alegría de haber vivido tantos años a su lado y el orgullo de haber aprendido de él muchas de sus virtudes.
Nosotros, los hermanos Cabello Izquierdo, sonreímos cuando nos dicen que nos parecemos a nuestro padre (a nuestra madre también, claro). Unas por su aficción a la historia, otras por  lo "familieras", otros por su amor a la Sierra, otros por las ganas de superarse, otros por querer hacer de reporteros, otros por ser originales y mañosos... Enfin, miles de detalles que los hijos heredamos sin notarlo de los padres y que nos hacen sentirnos bien y nos muestran que pertenecemos a un núcleo familiar. Lo mejor es cuando vemos en los nietos y nietas tantas cosas de los abuelos, el tesón, la paciencia, la pizca de locura, el don de gentes, la curiosidad, el valor, la capacidad de organizar, la perseverancia. ¡Qué orgulloso estaría de ellos!

Por eso hoy queremos, en vez de ponernos tristes, felicitar a nuestro padre, en primer lugar porque consiguió (ahí si que ha tenido gran parte de responsabilidad nuestra madre) tener una familia como él quería y en segundo lugar porque la semilla que sembró en nuestro pueblo ha dado muchísimos frutos y de nuevo estamos recuperando nuestra etiqueta de pueblo histórico, turístico, pintoresco, trabajador y solidario.


La Plaza del Ayuntamiento
Nuestras tías Joaquina y Ana María 
a la fresquita  en el banco

Como es un día tan especial,  queremos sacar a la luz uno de sus muchísimos trabajos inéditos (nos harán falta varias vidas para publicarlos todos), un artículo que escribió en 1973 y que le sirvió para ganar el "Premio Especial a la Promoción del Turismo" del programa Misión Rescate, que pueden leer pinchando en este enlace.
Manuel Cabello supo como nadie promocionar la Sierra de Cádiz como valor turístico, y, de hecho, consiguió en aquellos tiempos en los que era algo tan poco frecuente que la prensa, la radio y la televión se volcaran en nosotros en muchas ocasiones.



La Calle Toledo y la Calle Nevada 


 Para nosotros es también una alegría poder dedicarle una magnífica serie de postales de nuestro pueblo a finales de los sesenta y principios de los setenta. Nos hemos dado cuenta de que después de cuatro años de búsqueda en cajones y archivadores de la casa de nuestros padres tenemos una estupenda colección de imágenes de Ubrique. Suponemos que a todos nos resultarán familiares, pero es una buena ocasión para agruparlas, y así nos hacemos mejor la idea de cómo era nuestro pueblo cuando Manuel Cabello empezó a promocionarlo más allá de nuestra Sierra.


La Plaza del Ayuntamiento



La calle Guindaleta




La calle Consistorio



La Trinidad y el Calvario 



Los Callejones, con el Hostal Ocurris recién construido 



 El Peñón de la Becerra
(El detalle de la jaula con el jilguero es único)



Ubrique, vista general

 
La calle de San Sebastián



La Plaza de la Verdura 



Nuestro recorrido por el Ubrique de finales de los sesenta y principios de los setenta termina aqui, en la Plaza de la Verdura, justo donde nació Manuel Cabello el quince de noviembre de 1931. 
Como llevamos unos cuantos días de coincidencias y casualidades, añadimos el recorte de prensa que adjudicaba el premio de la Dirección General de Turismo al grupo de rescate 208, del Colegio Nacional de Ubrique, publicado el dieciséis de noviembre de 1973.






Y, para terminar, otro recorte de prensa, también de 1973, del que, lamentablemente, no conservamos el nombre del autor ni del diario, en el que le dan la enhorabuena por otro de sus magníficos logros, conseguido con la colaboración de todos los vecinos y el trabajo de vecinos, amigos y familiares: la construcción de Plaza de Misión Rescate.







...Una vez más, la enhorabuena para 
Manuel Cabello Janeiro...

...pues eso, ¡Enhorabuena, Manuel!


.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Nuestra tía Teresa (Teresita)

 Teresa Ortega Rivera el día de su boda



Por Esperanza Cabello

Cuando comenzamos en blog (en abril de 2009) una de las primeras personas a las que quisimos rendir homenaje fue nuestra tía Teresa Ortega, a la que todos conocíamos como Teresita. Es una de las personas de la familia más apreciada, más querida y más admirada por todos.
Nosotros la queríamos como a una madre, pero eso era muy fácil, Teresa es una de esas personas entrañables que se hace querer y respetar por todos, una de esas personas que siempre está atenta a los deseos de los demás, que es capaz de educar sin levantar la voz, que está siempre pendiente de todos, por encima de sí misma.
No tenemos muy claro qué son las casualidades ni por qué las cosas pasan. Pero si que es cierto que a veces se dan una serie de circunstancias que te hacen pensar.
Teresa murió hace ya muchos años, pero nos acordamos de ella muchas veces. Sin embargo, en los últimos días hemos hablado y nos han hablado de ella tantas veces que  no lo hemos pensado más y hemos decidido volver a escribir sobre ella.
Hace unos días, cuando hablábamos de las Piñeritas, nuestra prima Antonia María nos comentaba que su madre siempre le hablaba de ellas, y en casa decíamos que Teresita era tan buena y tan primorosa como las Piñeritas.

Las mujeres de nuestra familia
 en la boda de nuestro primo Leandro, años ochenta.
Teresita con Elisa, María Remedios, Natalia y Esperanza


 Unos días después nuestra madre nos dio esta fotografía de la boda de nuestro primo Leandro (Teresa está con su nieta Elisa en brazos) para que la conserváramos, y nos estuvo hablando de Teresa, de lo mal que lo pasó cuando murió nuestra abuela y de lo que habría sufrido al saber que tita Reme también había muerto. Nos contó el gran apoyo que Teresa fue para nuestra abuela Natalia, de las veces que la ayudó, de lo  mucho que se encargó de nuestros bisabuelos y de lo feliz que era con sus nietos, Elisa y Rafael.

 La familia Pérez Ortega en la feria de Ubrique

Al día siguiente (viernes) nuestra prima María Teresa nos preguntó por unas fotografías familiares que habíamos escaneado el año pasado y en las que estaba toda su familia: Francisco, Teresa, Antonia María y María Teresa. Estas dos imágenes son también de esos escaneos.

 La familia Pérez Ortega a principios de los sesenta
El sábado, preparando una entrada en la que hablábamos de un juego de tocador, estuvimos recordando el montón de detalles que tuvo nuestra tía Teresa con nosotros, lo buena que fue siempre haciéndonos caso y contándonos historias familiares. Teresita nos regaló una pieza del tocador de nuestra bisabuela hace muchísimos años.
Por la  tarde celebramos un cumpleaños (¡Felicidades, Luis!) y estuvimos hablando de la leche condensada, Teresita tenía siempre una lata de leche condensada la Lechera abierta en una fresquera, y cada vez que íbamos a verla nos dejaba que cogiéramos una cucharada. Lo estuvimos comentando durante la merienda.
Ayer, domingo, hicimos una entrada sobre el juego de las tabas y recordamos unas bolsitas de tela que Teresita nos había hecho para guardarlas.


 Mantel confeccionado por Teresita en 1982

 Pero lo que nos ha hecho, definitivamente,  pensar que no puede ser casualidad, es que estábamos planchando tranquilamente y nuestra prima nos ha dicho "¡Qué paño tan bonito! ¿Tú has hecho el croché? Me recuerda a las costuras de abuela y de Teresita".
Y nos hemos quedado de piedra. Teresita nos había hecho ese paño en 1982, tan bien hecho y tan primoroso como todas las cosas que hacía, siempre con delicadeza y siempre con cariño. Era la costurera más meticulosa y perfeccionista que conocemos, siempre hacendosa y trabajadora, siempre atareada.


Puntadas milimétricas y croché perfecto 
Ese era el sello de Teresita
Todos estos días hemos estado recordando a nuestra tía,  y aunque es verdad que nos acordamos de ella muchísimas veces, hemos pensado que lo mejor que podíamos hacer era dedicarle esta entrada, para que todos la  recordemos como hasta ahora, con alegría, con admiración  y con cariño. 

martes, 29 de mayo de 2012

La Romería de San Isidro Labrador

Romería de San Isidro Labrador
 Misa de Romeros en El Jardín


 Fotografías de José Manuel Solano Prieto

Nuestro amigo José Manuel Solano ha tenido la gentileza de cedernos estas fotografías de la Romería de San Isidro de este año, que ha resultado un éxito, el tiempo ha acompañado, con un poquito de calor, y los romeros han podido disfrutar de un magnífico día.
Se ha celebrado el domingo, 27 de mayo. Hace ya mucho tiempo que nuestro ayuntamiento decidió pasar la romería de San Isidro al último fin de semana de mayo, el domingo, y al mismo tiempo el lunes es fiesta local, "El Día del Petaquero", dedicado a los trabajadores de la marroquinería, aunque lo disfrutamos todos (quizás sea algo parecido al antiguo "Día de los Paseos", aunque ahora la gente se va a la playa o de compras).




La misa en la iglesia del Jesús
La Serrana Mayor, vestida "de corto" para la romería



La jornada de romería empezó a las diez en la iglesia del Jesús, en el Jardín donde se hizo una misa romera, tras la que se hizo una ofrenda de flores a San Isidro. El coro rociero de Ubrique se encargó de la música de la ceremonia.



San Isidro dentro de la Iglesia del Jesús



La imagen de San Isidro antes de la ofrenda floral



Las carrozas engalanadas se preparan para el camino

Una vez terminada la ceremonia religiosa, hacia el mediodía, los romeros se prepararon para emprender el camino hacia el lugar en el que se celebra la romería, el parque del Trasvase. Hace ya unos años que se celebra allí, cuando tuvo lugar la primera romería, en 1961, se celebró en la Cañada de los Gamonales, lugar en el que se siguió celebrando durante años.



 Sigue el caminopor la carretera del pantano
Aquí, junto a la urbanización Coto Mulera


El recorrido va desde la plaza de la Estrella por la carretera del pantano hasta el carril del Naranjal. Después atravesando la Vega hasta el puente romano, y desde allí hasta el trasvase. Es un buen trecho caminando. Algunos lo hacen a caballo, y también en autobús.



Por fin llegamos al Trasvase
Es la oportunidad de pasar un buen día con los amigos

Una vez llegados al Trasvase queda por delante todo un día para compartir, charlar, cantar, bailar, comer, beber y disfrutar con los amigos y la familia de este buen tiempo primaveral que ha acompañado todo el tiempo. El regreso, por la misma ruta que la ida, estaba previsto para las siete de la tarde.

.
.

lunes, 28 de mayo de 2012

Aquellos juegos infantiles. Jugar a las tabas

Dos tabas: una taba de cabra y una taba de vaca
Fotografía: Luis Eduardo Rubio



Por Esperanza Cabello
Fotografías: Luis Eduardo Rubio

Aprovechando el puente local hemos ido a dar un paseíto por la sierra y hemos tenido la suerte de encontrar dos tabas, una de cabra y otra de vaca. La taba es uno de los huesecillos que están en las articulaciones de las patas de algunos animales (en realidad se llama astrágalo) que ha servido desde la antigüedad para jugar.
Se utilizaba para juegos fundamentalmente de niñas, porque es un hueso especial, tiene seis caras diferentes, casi como un dado, y las de cabras u ovejas son lo suficientemente pequeñas para caber bien en las manos de las niñas.


La taba de cabra, ya muy gastada por estar a la intemperie


Nuestra madre nos cuenta que pasaba horas y horas jugando a las tabas. Su madre, abuela Natalia, ponía especial cuidado en limpiar este hueso cada vez que comían pata de cordero o de cabrito en la casa. Lo limpiaba bien y después, en un cazo en la cocina de carbón, lo teñía con anilina. Le preparaba las tabas de muchos colores. 
Cuando fue nuestro turno también tuvimos tabas, íbamos al mercado que estaba junto al San Pedro a pedirle las tabas al carnicero, que siempre nos daba alguna. Necesitabas tener cinco tabas para jugar.
Había varios tipos de juego, y casi siempre se jugaba entre dos o entre tres. Nuestra madre nos ha explicado cómo jugaban ellas.
Se lanzaban las cinco tabas al suelo, después había que ir recogiendo una a una de una determinada forma. Al ser lanzadas caían de cuatro formas posibles: de panza, de hoyo, de pico y plana. Se decidía cómo había que ir cogiéndolas, por ejemplo, de panza (con la parte abombada hacia arriba), entonces se lanzaban, se cogía una de ellas, y lanzándola hacia arriba había que ir recogiendo una a una las que estaban de panza; las que habían caído de otra forma había que volverlas también una a una mientras se lanzaba la primera hacia arriba.


Les osselets, un juego de tabas francés que compramos hace muchos años
en Saint Jean Pied de Port, en el Camino de Santiago


Se seguía jugando hasta recogerlas todas de las cuatro formas posibles (se perdía el turno si se te caía la que lanzabas o si no recogías ninguna en un lanzamiento), y después, para ser la ganadora, había que lanzar las cinco con mucho cuidado e intentar recogerlas con el dorso de la mano. Ese último paso es realmente muy difícil, nosotros hemos intentado hacerlo con las tabas francesas y no lo hemos conseguido en ninguna ocasión. Pero nuestra madre dice que sí, que siempre terminaban todas el juego.


Las tabas francesas son más pequeñas que las de cabra
pero también  más pesadas
Cuando nosotros jugábamos a las tabas el juego era mucho menos complicado. Lanzábamos las cinco tabas, la contrincante te señalaba cuál sería la que tirabas hacia arriba, y después había que recogerlas. En la primera tanda, cuatro de una en una mientras lanzabas la quinta hacia arriba (eso era fácil); después de dos en dos; después recogías tres y una, y finalmente las cuatro a la vez, sin que se te cayera ninguna.



La taba de cabra es más grande que las metálicas

Nosotros también pintábamos las tabas, pero no con anilina, sino con pintura de uñas, estábamos siempre esperando a que alguno de los botes de nuestras madres o nuestras abuelas estuviera casi terminado para pedírselo y pintar las tabas. Nuestra tía Teresita nos hizo unas bolsitas de tela (suponemos que haría una a cada niña: Antonia María, María Teresa, Carmen y Esperanza) para guardar las tabas ¿dónde habrán ido a parar?




Colección de tabas


Después de tantos recuerdos y tantos juegos, lo único que nos queda claro es que vamos a intentar conseguir diez tabas y las vamos a preparar para jugar, quizás enseñando a algunos niños estos juegos tan antiguos consigamos que no se pierdan para siempre.


.

domingo, 27 de mayo de 2012

Un paseo por los campanarios de Ubrique

Parroquia de Nuestra Señora de la O
Fotografía: Leandro Cabello


Fotografías: Leandro Cabello


Algunas veces tenemos muy cerca pequeños tesoros en los que no nos fijamos demasiado. Nuestro patrimonio artístico no es demasiado extenso, pero dentro de él hay elementos decorativos y arquitectónicos que son verdaderas joyas, detalles pequeños y a la vez importantes que nos rodean y en los que quizás no reparamos por cotidianos.
Nuestro hermano Leandro tenía empeño en hacer fotografías de la torre del campanario de nuestra Parroquia, quería ver las campanas, saber cómo estaba después de las reparaciones de los años anteriores, recordar los tiempos de niño en los que a veces podíamos subir al coro o al campanario.
Así que habló con Ildefonso, el párroco, y Juan Bernal, el sacristán, para pedir el correspondiente permiso, y se fue al campanario a esperar un buen momento para fotografiar el sol tras el San Antonio.



El campanario de Ubrique
La campana de la Plaza
Fotografía: Leandro Cabello

Nuestro padre nos contaba que a una de las campanas la llamaban los niños "Golondrina", y a otra de ella "Golondrón", pero Juan no recuerda esos nombres. La conocida como de "Nuestra Señora de la O" es la más grande de todas. 
Nuestra madre dice que quizás las campanas con nombre fueran las del asilo, o tal vez las del Víctor de la Serna, que tenía dos campanas para llamar a los niños al patio. El caso es que no conocemos los nombres de las demás campanas, aunque es un hecho que cuando se bendice una campana se le pone un nombre.




La campana que se ve desde el San Pedro


Cuenta Juan Bernal que la campana de Nuestra Señora de la O se cayó cuando él era chico. Seguramente habrá muchísimas anécdotas con las campanas y el campanario.
Lo que hemos podido comprobar es que son muy peculiares, están llenas de grabados e inscripciones, sabemos que en la tradición campanera estas inscripciones se hacían en la fundición, a veces eran oraciones, otras el nombre del donante, otras el nombre de quien mandó fundirlas, el año... Las nuestras tienen varias inscripciones, podemos ver en ellas fechas y  símbolos religiosos, pero tendríamos que poder acercarnos un poco más a ellas para poder observarlas con tranquilidad.



La Ermita de San Pedro desde el campanario
Fotografía: Leandro Cabello


Es una pena que casi todo el campanario tenga una tela metálica para evitar que las palomas entren, así no ensucian ni estropean las campanas ni el edificio, decimos que es una pena porque no se puede salir con facilidad a hacer la fotografías, ni se puede encuadrar bien el objetivo, pero alragando los brazos se pueden obtener instantáneas muy curiosas... Quería Leandro capturar el nuevo escudo de mármol de la plaza de Francisco Fatou, pero no habia manera...


El San Antonio desde el campanario



Detalle de la campana de Nuestra Señora de la O




Hay un crucificado en la campana que da sobre la Plaza



Y en esta otra también podemos ver un crucificado




Es una pena que la malla metálica no nos haya dejado hacer fotos desde fuera



En cada una de las campanas podemos ver inscripciones religiosas



Desde nuestro campanario se domina la vida "municipal" del Ayuntamiento



La Plaza desde otro ángulo
con la casa de la familia Peña a la izquierda



La Plaza y el Calvario al fondo



La sierra de Ubrique y el San Antonio 
tras las rejas del campanario



Hay un entramado de cuerdas para tocar las campanas con comodidad




Vista de la nave central de la Parroquia desde el coro




Órgano de la Parroquia de Ubrique
que era el párroco y organista de Ubrique en nuestra infancia 



.