Una bonita colección de sillas Thonet
en el café Royalty de Cádiz
Por Esperanza Cabello
A veces esperamos mucho tiempo para hacer una entrada, porque nos faltan las fotografías, porque no tenemos los datos perfilados o porque no ha llegado aún la fecha. No importa, el caso es que llegue el momento.
Hace muchos meses nuestro hermano Manolo nos comentó que iba a intentar hacer una entrada sobre el Huerto del Tabaco, una pequeña meseta en medio de la pared de la Cruz del Tajo.
Permítannos que antes de continuar con nuestra historia los invitemos a leer la de nuestro hermano, pinchando en este enlace.
Ahora que saben del peligro y la dificultad de ir al Huerto del Tabaco, seguiremos contando nuestra historia:
Aquel día, cuando Manolo nos contaba sus planes, nuestra madre nos contó que hace muchos años, siendo nuestro padre un joven muy aficionado a la aventura, decidió subir al mediodía al Huerto del Tabaco, junto a dos amigos (Paco Izquierdo y Rafael Fatou), queriendo comprobar si quedaban restos de las plantaciones de tabaco que, supuestamente, hubo en esta pequeña plataforma.
Llegaron al lugar, desde el que hay una panorámica fantástica del pueblo, y una vez allí gritaron para llamar la atención de los vecinos a los que estuvieron saludando, y estos se iban arremolinando cada vez en mayor número en la plaza del pueblo para ver a los jóvenes. Unos saludaban, otros les gritaban que tuvieran cuidado, otros les decían que volvieran rápido...
Tanta algarabía se formó en la plaza, que nuestra abuela Julia salió al balcón a ver qué pasaba. Los vecinos la hicieron bajar (vivía en la Plaza) para ver a su hijo allí arriba y por poco le da algo a la pobre del susto.
Cuando aquel Manuel Cabello volvió a bajar desde el Huerto del Tabaco, su madre, muy, muy enfadada, no tuvo otra que coger una silla de las de la entrada (una silla Thonet, como dice nuestra madre) y lanzársela al excursionista para que se le quitaran las ganas de tanta aventura.
Y hoy, viendo las fotos de nuestro hermano, este Manuel Cabello, hemos sabido que realmente nuestra abuela debió de estar preocupada, porque la "incursioncita" se las trae.
Así que hoy, cuando hemos visto la entrada de nuestro hermano repechando por estos peñascos, hemos tenido la precaución de no poner muy a la mano las sillas Thonet que están a la entrada de nuestra casa, no fuera a ser que nuestra madre, después de leerla, quisiera seguir los pasos de su suegra, Julia 💜.
¡Enhorabuena, hermano! Buen reportaje
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Bonita instantánea Esperanza, y que irritación para vuestra madre, saludos.
ResponderEliminarGracias, Rafael, un saludo para ti también. ¿Viste la entrada de las acciones de la línea férrea? Al ver el nombre de tu pueblo me acordé de ti.
ResponderEliminarhttp://manuelcabelloyesperanzaizquierdo.blogspot.com.es/2012/11/ferrocarril-jerez-villamartin-y-setenil.html
Si lo ví, ya que sigo tu blog constantemente, conocía este artículo, lo que pasa que nunca lo publique, porque no tenia claro como enfocarlo , posiblemente ponga un nuevo enlace en mi blog para que lo puedan ver mis paisanos, un gran saludo.
ResponderEliminarManolo. Yo pensaba que teniamos solo un artista para esas fotos tan bonitas pero veo que la cosa. Va a mas. Estoy maravillada y viendote subir como tu padre cuantos recuerdos. Gracias . Un abrazo tita Reme
ResponderEliminarTita Reme.- No veas la ilusión que me ha hecho leer tus cariñosas palabras. Para mi es todo un lujo tenerlas para siempre escritas en el blog. Y que sepas que la saga continua; el Huerto del Tabaco traerá cola; ya lo verás en la próxima entrada. Un beso de tu sobrino "Manolito"
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