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viernes, 7 de diciembre de 2012

Ubrique en 1926

Ubrique en 1926
Fotografía de nuestro tío Pedro Janeiro
Publicada en la revista del Ateneo de Jerez en diciembre de 1926


Por Esperanza Cabello

Nuestra amiga Conchi Benítez nos acaba de enviar una joya para la familia y para el pueblo: se trata del número 29 de la "Revista del Ateneo" de Jerez de la Frontera, publicada en diciembre de 1926, que incluyealgunos artículos interesantísimos, entre ellos un artículo de investigación del escritor payoyo Pedro Pérez Clotet, unas fiestas mutualistas en Benaocaz y Villaluenga y, lo que más nos ha gustado, un artículo llamado "Panorámica de Ubrique", en el que, encabezado por una fotografía realizada nuestro tío abuelo Pedro Janeiro, hay una descripción del pueblo de don Rafael Fiol, un sevillano colaborador de la revista y experto en esperanto.



 Portada de la Revista del Ateneo número 19
Diciembre de 1926


"En el fondo de un cerrado valle, recostada en la falda occidental de alta sierra, pedregosa, se halla la villa de Ubrique, una de las más interesantes de toda la pintoresca serranía de la provincia gaditana. A pesar de estar alejada de las grandes vías de comunicación, y luchando con dificultades enormes para exportar sus productos, esta simpática población desarrolla su importante industria de elaboración de objetos de cuero, de manera tal, que es única en España yfamosa en el mundo, exportando su mercancía a los más apartados países del globo. Como si eso fuera poco, aún le queda energía para sostener una floreciente industria de paños finos de riquísima lana y, en menor escala, clásicas tenerías de pieles, de típico valor arábigo.
Cuando gracias a la realización del Ferrocarril de la Sierra, ese pueblo, como otros muchos serranos, se encuentre más cercano a la civilización mundial podrá, aumentando sus negocios y engrandeciendo sus productos actuales, instaurar una más: la del turismo, ya que en pocos lugares de España encontrará el viajero curioso paisajes tan agrestes y pintorescos como estos de Ubrique, llenos de la dureza de la piedra berroqueña de sus peñascales y de la alegría y placidez de los lindos rincones y vallecillos, cubiertos de floridos huertos y regados por saltarines arroyos."
R.F.


Queremos reiterar nuestro agradecimiento  a Conchi por su gentileza al habernos enviado  este ejemplar de la revista, realmente todo un hallazgo.


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