Sombrero de fabricación ubriqueña
Auténtico y genuino sombrero de la Fula
Fotografía: Luis Eduardo Rubio
Por Esperanza Cabello
De vez en cuando nos sentimos realmente afortunados, los amigos nos ofrecen documentos, fotografías, enlaces... Y unos regalos muy singulares.
Nos han regalado un magnífico sombrero ubriqueño de la primera mitad del siglo pasado, perteneció a un carpintero ubriqueño que había nacido a finales del XIX y muerto poco después de la guerra civil.
Algunas veces en este blog hemos hablado de la fabricación de sombreros en Ubrique, de la Fula (el lugar en el que se fabricaban), de las badanas, de la cinta blanca en el interior...
Y en muchísimas fotografías de las antiguas hemos podido ver a nuestros antepasados con sus sombreros que asemejaban a un bombín a veces.
Pero pensábamos que no veríamos nunca ninguno, son realmente muy delicados, el fieltro se fabricaba con pelo de conejo apelmazado, y los atacan los insectos, la humedad y el olvido.
Pero pensábamos que no veríamos nunca ninguno, son realmente muy delicados, el fieltro se fabricaba con pelo de conejo apelmazado, y los atacan los insectos, la humedad y el olvido.
Los sombreros de dos carpinteros ubriqueños: Diego y Manuel,
el de la izquierda mucho más antiguo, fabricado en Ubrique
De todas formas cada vez que podíamos examinábamos los sombreros que teníamos al alcance de la mano, por si alguno tenía alguna marca que nos dijera que era de Ubrique. Así que cuando nos dieron el sombrero de Manuel León, el último carpintero de la calle Madera, pensamos que sería ubriqueño, pero no, estaba fabricado en Bilbao.
Sin embargo en esta ocasión hemos tenido mucha suerte: el sombrero reunía todas las características propias de los fabricados aquí: el color, la forma, la badana ancha...
Badana de piel de Ubrique, con el sello "Fabricación selecta"
Interior del sombrero
Al examinar el interior pensábamos que quizás tuviésemos suerte en esta ocasión, por lo pronto en la cinta de cuero del interior había un sello timbrado como en los artículos de piel...
Etiqueta del sombrero de Ubrique
Fotografía: Luis Eduardo Rubio
Y por fin, la etiqueta, algo desgastada por el uso y un poco enrollada, no nos dejaba leer con claridad el nombre del fabricante, aunque el apellido Arenas se veía bastante bien.
"Alta novedad. Hijo de José Arenas. UBRIQUE"
Se trata realmente de un sombrero de Ubrique, fabricado en la fula por José Arenas Rubiales, hijo de José Arenas, sombrerero.
Es para nosotros un honor y una alegría haber recibido este regalo, un sombrero fabricado en el taller de un ilustre ubriqueño, que fuera alcalde justo antes del comienzo de la Guerra Civil, precisamente el que presidía la corporación municipal cuando el Ayuntamiento se adhirió al Proyecto del Estatuto de Andalucía, en julio de 1936.
Ahora ya sabemos que existen aún sombreros de Ubrique, que no todos se han perdido, y seguro que es solo cuestión de tiempo que podamos fotografiar alguno más. Mientras tanto, seguiremos guardando este como un tesoro.
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Cuando nuestros antecesores se protegían del sol y del frío sus cabezas tendría que ser por algo.
ResponderEliminar¿No será que el cerebro que anda debajo de los sombreros es pieza clave para nosotros? Saludos.
es un Honor para mi ver que todavia existen esos sombreros de los que mi madre nos hablaba que los hacia uno de mi visabuelo.
ResponderEliminarPues nos ha costado mucho encontrar uno, Pilar, ¿Cómo se llamaba tu bisabuelo? Si recuerdas el nombre lo puebo poner en la entrada.
ResponderEliminarUn saludo
No estaría mal volver a usar sombreros, hermano, aunque creoq ue yo estaría siempre olvidando el mío por ahí, jeje. :)
ResponderEliminarEduardo Janeiro en facebok
ResponderEliminarLa Fábrica de Sombreros La Fula, estaba ubicada en la calle Prim, 12 de Ubrique. Su dueño era José Arenas Venegas, que estaba casado con Natalia Rubiales Coveñas. Tuvieron 10 hijos Pepe,Pedro, Paco, Sixto y Manuel, varones y Juana, Isabel, Francisca, Natalia y Nieve, hembras.
Toda la familia trabajaba en la confección de los sombreros. También estuvo gente de Ubrique trabajando con ellos, como Encarnación Carrasco.A partir de últimos de los años 50, ya se dejó de hacer los sombreros. Una de las materias primas era el pellejo de conejos, que allí los compraban. Y por parte de la familia de mi mujer, me dicen que nunca de hicieron paños.