Don José Sánchez Bazán
Dirigiendo la Coral de Ubrique
Por Francisco Javier Sánchez Pozo
José
Sánchez Bazán (Pepe Bazán)
Nace el 12 de Junio de 1922 en el
seno de una familia compuesta por su padre, Francisco Sánchez Guerrero. Su
madre, Ana Bazán Viruez y cinco hijos de los cuales él es el mayor.
Las penurias en las que entonces se
vive hacen que vaya a la escuela hasta los doce años solamente a pesar de que
su maestro, viendo las cualidades que tiene, se ofrece para pagarle unos
estudios más allá de lo que se les enseña a los niños. Quiere que sea maestro,
como él, pero las condiciones de la familia no están como para que se dedique a
los estudios, aún sin tenerlos que costear, en lugar de colocarse ya en una
fábrica para realizar los trabajos que hacen los chicos de su edad y así
aportar una ayuda económica en casa. Ello no le quita que, al haber nacido con
una condición de autodidacta extraordinaria, además de aprender el oficio de
marroquinero siga estudiando por su cuenta en los ratos libres.
Desde pequeño, aparte de jugar como
todos los niños, ya comienza a despertar en él su interés por la música. Dicho interés
irá aumentando con los años hasta llegar a convertirse en una enorme afición por la misma (pasión,
amor y devoción solo la va a tener en su vida para con su familia). Es por esa
afición musical por lo que, aún siendo un chaval de 14 años, se incorpora a la
Banda Municipal de Música en la que toca el clarinete, su instrumento preferido
además del piano.
Su juventud la vive entre la
marroquinería, su afición por la música y seguir estudiando todo lo que
despierta interés en el, por ejemplo la electrónica. La música le cala ya tan
adentro que está tentado en varias ocasiones por escapar de su casa y marcharse
a buscar nuevos horizontes donde encontrar aquello que ya en él es más que una simple
afición.
Antes de marchar al servicio militar
va a Sevilla a trabajar con un tío suyo. Esta dos años con él y vuelve de nuevo
a Ubrique donde entra a trabajar en la fábrica de Norberto Aparicio. El trabajo
lo sigue compaginando con estudiar aquello que le atraer, sobre todo música.
Llega el servicio militar y tres los
años que pasa en Ceuta. En el cuartel le destinan a la oficina y aprovecha para
aprender mecanografía. Hay cerca de dicho cuartel un restaurante cuyo dueño le
ofrece el que por las noches se haga cargo de las cuentas de las mesas, cosa
que acepta y acaba entablándose una estrecha amistad que duraría muchos años
después de terminar su estancia allí. Es en Ceuta donde recibe la noticia de la
muerte de su padre, al que entierran sin que pueda acudir a despedirle, y al
volver a Ubrique se reincorpora a de nuevo a la fábrica de Norberto Aparicio,
pero ahora lo hace para trabajar en la oficina. Poco dura en ese puesto pues el
maestro de la fábrica, un hermano de Norberto, decide marcharse y este le da la
oportunidad de elegir entre el lugar que ocupa ahora o pasar al taller, como
maestro o encargado. A él le gusta más la marroquinería y se decide por el
taller.
Remedios Pozo y José Sánchez Bazán
Antes de marchar a Ceuta ya había
entablado una relación sentimental con una joven que vivía en la calle Botica.
Su nombre Remedios Pozo. Aquella relación terminaría en matrimonio que se
celebra el 5 de Abril de 1948, y fruto de dicho matrimonio nacen tres hijos:
Francisco Javier, en Septiembre de 1949. Tere, en Febrero de 1953 y Ana mari,
en Febrero de 1956.
Después de su jornada laboral su
tiempo lo dedica a su familia y a sus aficiones. Continúa estudiando música y a
oír todo lo que puede con los medios que hay a su alcance en aquella época.
También estudia electrónica a la que cada día dedica un rato para reparar las
viejas radios de lámparas y los transistores después.
En los años 50 es nombrado concejal
del Ayuntamiento, puesto del que dimite algún tiempo después al no estar de
acuerdo con algunas de las decisiones que se toman en los plenos y en
consecuencia negarse a firmar las actas correspondientes. El tiempo que permanece
como concejal propone, entre otras cosas, que al doctor Alexander Fleming se le
dedique la calle que tiene ahora (y no el callejoncito que deseaban otorgarle).
Y de que se realicen las obras oportunas para subir el agua potable, por medio
de las correspondientes tuberías, hasta las viviendas del Carril y del Ubrique
el Alto.
La familia Sánchez Pozo con la pequeña Mari Carmen
En el año 1958 muere su suegra, Amalia Álvarez
Benítez. Como debe guardar luto, acompañando en el mismo a su esposa por un
periodo bastante largo como es la costumbre, decide ocupar parte de su tiempo en
casa para estudiar inglés. Llega a dominarlo de tal forma que no tiene problema
alguno para comunicarse con aquellos clientes que van a la fábrica y solo
hablan dicho idioma. Sigue con su entusiasmo por la música aunque la
marroquinería es lo primordial en su vida sacando al mercado nuevos modelos de
carteras y monederos. El carácter que tiene le hace acreedor de la amistad y el
respeto de sus compañeros. El no los trata como encargado, maestro o jefe del taller
sino como unos compañeros más. De ahí el buen ambiente de cordialidad y respeto
que se respira en toda la fábrica. Entre los artículos que se producen en
aquella fábrica destacan las piezas fabricadas en piel de cocodrilo gracias al
tratamiento que le da a dicha piel para hacerlas más atractivas a la vez que
más flexibles y cómodas de manejar Dichas piezas en piel de cocodrilo alcanzan
tal prestigio en el mercado que nadie ha de preguntar en qué fábrica se han
elaborado. Saben por su aspecto y calidad que ha sido en la fábrica de Norberto
Aparicio.
Fábrica de Norberto Aparicio, en la calle Real
Fotografía de Ubrique en el Recuerdo
Los conocimientos que ha ido adquiriendo en
electrónica hacen que su hermano Paco (Paco Bazán), ya entrada la década de los
60 y en la de los 70, recurra a él cuando se presenta alguna incidencia técnica
las máquinas que representa y vende. Viendo los problemas que resuelve sin que
tengan necesidad de enviar al técnico correspondiente desde Elche hasta
Ubrique, le ofrecen que se encargue del mantenimiento de dichas máquinas. Él lo
rechaza de plano pues su mundo es la marroquinería.
En los años 60 inició la que sería su
colección de discos con su música favorita. Desde las grandes obras de los
clásicos hasta la música de Bandas, destacando de entre estas últimas las
marchas procesionales. Más concretamente una de ellas, “La Madrugá”, de Abel
Moreno Gómez.
Así van transcurriendo los años
hasta que en el mes de Febrero de 1980 enferma su esposa. Un ictus la deja
mermada en sus facultades. Aprovechando que a él le dan la baja laboral por varias
dolencias que padece se dedica a cuidarla y a oír su música favorita. Así hasta que en Abril de 1991 padece un nuevo
ictus y fallece el 21 de Mayo, es decir al mes siguiente.
La muerte de su esposa le provoca
una depresión de la que solo ve posibilidades de salir dejándose llevar por los
consejos que se le dan para que forme una Coral polifónica. Acepta con una
condición, ha de llamarse “Coral Polifónica Remedios Pozo”. Todos los componentes que se han ido
incorporando a la misma aceptan y debutan extraoficialmente el 8 de Septiembre
de 1992 en la Función Principal de Instituto de la Virgen de Los Remedios. Los
asistentes salen sorprendidos y emocionados al oír aquel coro. En el mes de
Noviembre del mismo año sería su debut oficial con motivo del día de Santa
Cecilia. Alcanzan tal éxito que no duda en aceptar el llevar la Coral a Rota, a
Chipiona y a Canal Sur entre otros lugares.. Ya, en los años 60, había formado
un coro que tuvo la oportunidad de oír el Cardenal de Sevilla, José María Bueno
Monreal, en visita cursada a Ubrique. Les invitó a ir a cantar a Sevilla pero
en aquella ocasión la responsabilidad le pudo y desestimó la invitación. Pero
esta Coral que ha creado y dedicado a la memoria de su esposa va a tener un
ciclo muy corto.
Coral Polifónica Remedios Pozo, dirigida por José Sánchez
Parroquia de Ubrique. Domingo de Ramos 1994
En el mes de Septiembre de 1994 le diagnostican
una enfermedad que le va a ir deteriorando físicamente hasta verse obligado a
dejar la dirección de lo que creó con tanta ilusión. Se acabaron los ensayos y
las actuaciones. Ya la Coral, con el nombre de “Remedios Pozo”, pasa a ser
historia en la cultura musical de Ubrique.
En el mes de Noviembre de 1995, con
motivo de la celebración del día de Santa Cecilia, el Ayuntamiento decide darle
un homenaje ofreciéndole un concierto en el que participan la Banda Municipal
de Música, la Agrupación Musical y, por última vez, la Coral que decide sumarse
a dicho homenaje y dedica su actuación al creador de la misma. El Delegado de
Cultura le hace entrega de una placa en reconocimiento por su labor realizada
en el terreno musical, pues no solo ha creado a lo largo de su vida más de una
Coral de gran prestigio que ha dejado el nombre de Ubrique a un gran nivel sino
que también ha enseñado música, de forma altruista, a muchos jóvenes que
querían aprenderla. La emoción que le embarga en dicho homenaje es
indescriptible.
La enfermedad sigue deteriorando su
salud hasta acabar con su vida el 21 de Marzo de 1996. Al día siguiente, y
cuando el féretro que porta sus restos mortales se aproximan a la Iglesia
Parroquial, las campanas comienzan a tocar a gloria. Así lo quiso el pues su
muerte suponía el reencuentro con su querida y añorada esposa.
José Sánchez Bazán y Remedios Pozo
Jardines del Generalife. Granada
Hoy día, a pesar de los años
transcurridos, todas aquellas personas que le trataron y conocieron, bien por
la fábrica de Norberto Aparicio o bien por la Coral que fundó, guardan un
cariñoso recuerdo suyo y así nos lo demuestran a sus tres hijos cuando nos
cruzamos con ellas por la calle. Especialmente emotivos son, y han sido siempre
desde que murió, aquellos que tenemos con las personas que fueron sus compañeros
de trabajo en aquella fábrica de la calle Real donde tantas horas, y a lo largo
de tantos años, compartieron juntos: Amistad, trabajo, dedicación y todo lo que
conlleva una relación laboral de tantos años de duración. No hay uno solo de
esos encuentros en los que no terminemos con los ojos humedecidos. Ellos por el respeto y el afecto que mutuamente se
tenían. Nosotros por el orgullo y el honor que sentimos por ser sus hijos.
Así era, y así será siempre en
nuestros recuerdos y nuestros corazónes, José Sánchez Bazán (Pepe Bazán), mi
padre.
Javier SánchezPozo
·
es precioso este donde este estara orgulloso de este homenaje
ResponderEliminarEmotivo recuerdo hacia tu entrañable padre al que tuve la dicha de conocer y de poder participar de su añorada coral. Hoy en día sigue funcionando gracias a ese empuje inercial que supo imprimir nuestro querido director. Primordialmente en nuestros encuentros personales, estuvimos de acuerdo en afirmar que el Lacrimosa de Mozart era la pieza musical por excelencia. Van para él mis "lácrimas"
ResponderEliminarpero de alegría pues pude disfrutar de su sabiduría y grandeza interior y ahora está junto a su amada Remedios, la mujer que inspiró la oportunidad a Ubrique de tener una muy honorable coral polifónica. Un beso a tus hermanas Ana y Tere y a tí Javier, un fuerte abrazo.
Me he emocionado al leer la bibliografía que escribe mi primo Javier sobre su padre, cuantas vivencias se me vienen a la cabeza sobre mi niñez relacionadas con esta familia.
ResponderEliminarMuchas cosas tendría que decir de mi Padrino Pepe Bazán, sus grandes conocimientos de música, fotografía, inglés, electrónica, etc.. y sobre todo su gran sentido del humor.
Con este pequeño comentario diria que mi Padrino ha sido un gran humanista que ha dado nuestro pueblo.
Francisco Esquivel Benítez
Ahijado de José Sánchez Bazán