Manuel Cabello Janeiro
En el molino de la Ribera, 1987
Por Esperanza Cabello
Hoy es, un año más, el día 31 de mayo. Hoy hace dieciséis años que murió nuestro padre. Demasiado pronto, demasiado joven para morir. Con tantos planes, con tantos proyectos, con tantas ilusiones...
Como decía Serafín, "el día que le tocaba a mayo irse, hiciste al maleta y te fuiste con él" . Y fue antes de tiempo.
Aún quedaban libros por escribir, historias por contar, excursiones por hacer y nietos por conocer. Ahora, dieciséis años más tarde, sabemos que estarías muy orgulloso de tu esposa, de tus hijos y de tus nietos. Todos hemos seguido, en la medida de lo posible, tu estela. Nosotros también estamos todos muy orgullosos de ti. De ti y de mamá, que siempre ha sido una mujer fuerte, una luchadora, y, como siempre, la bandera de la familia. Y además somos una familia muy unida, eso te encantaría, con lo familiero que eres, como buen Janeiro.
En estos años han pasado muchas cosas, y entre ellas hemos seguido, todos, cultivando aquel jardín de cultura ubriqueña que sembraste con tanta ilusión y tanto tesón. Unos nos ocupamos de los romanos y de Ocurris; otros de excursiones y entorno; otros de patrimonio; otros de seguir con las publicaciones y colocarlas en internet; otros de grupos y de inventos.
Como no queremos que este sea un recuerdo triste, sino un buen recuerdo, hemos pensado que sería una buena idea, para conmemorar este aniversario, publicar uno de tus trabajos inéditos, de cuando eras el profesor-jefe del Grupo de Misión Rescate 208 de Ubrique. "El cesto de las cerezas".
¡Va por ti, papá!
Con vuestro permiso, y aprovechando su aniversario, os dejo una letrita que le escribí hace ya muchos años...
ResponderEliminarNadie es profeta en su tierra
dicen los viejos
son las verdades
del refranero
Que vale más cualquier "pringao"
que va a la tele
que el que murió estudiando
para poder enseñar a su gente
Ubrique es mucho más
que la cunita de algún torero
por siempre tu, marroquinero
Que bien lo sabe
este gran paisanode nuestro pueblo
por enseñarnos del petaquero
llevas mi aplauso Don Robustiano
con gran respeto
Ah, perdonen
no olvido a quien se marchara
y está en el cielo
viendo sus ruinas romanas
Llora tu ausencia
tu niña, "el salto la mora"
Ocuris para que lo veas
mira al cielo y se engalana
Míranos, llenos de orguyo
tu pueblo
que la historia de mi Ubrique ya tiene
por padrino a Manuel Cabello
Mario García Salas (Pasodoble comparsa "Fantoche" 2001)
Jose Maria Cabello Janeiro: No puedo dejar de participar en este memorial de mi hermano que convierte en vivo su recuerdo.Dos pinceladas más para acercarnos a su poliedrica figura: Los dos grandes amores fe su vida los inicio desde su niñez. La investigación surgió cuando recayó en la casa un montón de libros que se salvaron de la quema del Convento.En aquellos años de penuria algunos petaqueros utilizaban sus paginas para envasar las piezas, pero abuelo Paco los guardó en la azotea. Y allí pasábamos - los dos hermanos- muchas horas hurgando en aquel tesoro; descubrimos a Madoz,César Cantu, Feijoo y la España Sagrada de Florez. Y su amor a Esperanza lo fue desde niño. Eran muchas las visitas que hacíamos a su casa de la calle Real , dada la buena amistad con Paco y con Lesndro. Pero lo definitivo - y ya lo conté en otra ocasión, fue el "grafitti" que apareció cerca de la escuela de don Fernando "Manolo quiere a Esperanza". Y aquí nos queda - con su extremada limitación gisica- la que por méritos es la abanderada familiar, la mujer fuerte que ha sido capaz de luchar contra viento y marea, cuidada ejemplarmente por sus hijos y querida no solo por su numerosa prole y nietos sino por todos quienes la conocemos; Esperanza Izquierdo, la esposa de siempre y para siempre de Manolo Cabello.
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