Azorín. Posdata. publicado en 1959
Capítulo dedicado a Carmen de Ubrique
Por Esperanza Cabello
Esta entrada, y las palabras de Azorín, quiero dedicársela
a mi tía Carmen Sánchez Rubio. Leyendo las reflexiones
del escritor alicantino hemos pensado que esa Carmen de Ubrique
bonita, encantadora, distinguida, fotogénica y buena solo
podía ser nuestra tía Carmen 💜.
"Carmen, ese bello nombre, que en latín dice poesía
y en arábigo vergel"
"Carmen, ese bello nombre, que en latín dice poesía
y en arábigo vergel"
Nuestra afición a la lectura y a los libros solo puede acarrearnos cosas buenas. Y así ha sido en esta ocasión. Compramos en una librería antigua una primera edición de un libro de Azorín, un librito pequeño y coqueto lleno de reflexiones mezcladas con lirismo y un magnífico ojo crítico: Posdata. Una obra de madurez del gran escritor de la Generación del 98 en la que confluyen sabiduría y buen hacer. Una obra moderna y vigente, a pesar de tener casi sesenta años, que bien podría haber escrito, con el permiso del maestro, nuestro amigo José Manuel Benítez Ariza, pues al tiempo que leíamos no parábamos de pensar en la obra de este escritor gaditano/benaocaceño.
Traductor, amante apasionado del cine, articulista, crítico literario, gran lector, bibliófilo... hay muchas coincidencias que nos hacen pensar en un Azorín actual.
La obra en sí, Posdata, es una delicia, a veces se nos escapan los detalles, la cultura del escritor alicantino nos supera con creces, pero su pluma es ágil, cómoda y delicada, llena de referencias a los clásicos, como en la introducción:
Qui vit sans folie
n’est pas si sage qu’il le croit.
La Rochefoucauld,
Máximas.
Azorín explica las intenciones de esta obra y las razones que lo han llevado a escribir una posdata a modo de prólogo.
Una posdata, ¿para añadir o para
enmendar? ¿Una posdata después de tantos años de escribir? En la vida se puede
rectificar o se puede perseverar. Pasan los años, y da lo mismo una cosa que
otra. No deben inquietarnos ni las contradicciones, ni envanecernos las
perseverancias. Seamos sinceros. Si bien lo miramos, encontraremos que en el
mundo –como en la historia- todo es contingente. Cuanto va en este volumen
chico ha sido escrito por instinto; mi ideal ahora, en lo tocante al estilo, es
escribir a la pata la llana. Lo elegante me desabre. ¿Pensar con lucidez y
escribir con claridad? ¡Qué cosa tan fácil y qué cosa tan difícil! La precisión
es el mayor tormento del escritor. Y eso es lo esencial; lo demás son...
Habladurías. Sentiré haber pergeñado un librito estridente.
Azorín. 1959.
Pues estábamos tan felices con nuestra Posdata, casi terminando la lectura, cuando al llegar al capítulo XXXIII nos hemos llevado una sorpresa mayúscula: ¡Hay un capítulo dedicado a Carmen de Ubrique!
Hemos releído varias veces el capítulo, intentando saber cuáles eran las intenciones del autor al hablar de una Carmen de Ubrique y proponerla para representar en el cine el papel de Carmen de Merimée, y no solo eso, sino también aspira a que esta mujer ubriqueña sea la protagonista de Mariana, de José Echegaray también en el cine.
Y no se queda corto en elogios para esta Carmen, no solo es bonita, encantadora, distinguida, fotogénica y de manos delicadas, sino que trabaja en el arte en que brilla el pueblo, en artículos de piel, de piel fina, suave y olorosa.
Carmen es una mujer de prestigio en el pueblo, en estos paisajes espléndidos, y lleva una vida sencilla.
Y Azorín reclama para ella, mejor que el papel de Carmen de Merimée, el de Mariana, de Echegaray, porque es el estudio de una mujer completa.
Hemos hecho un barrido en internet intentando adivinar algo más de esta Carmen de Ubrique, queriendo saber si Azorín -viajero incansable por toda la geografía española- conoció a alguna mujer aquí en Ubrique que lo inspirara, o si realmente hubo una Carmen bonita, encantadora y fotogénica a la que se le propusiera el papel de Carmen a pesar de su vida sencilla.
Pero no hemos encontrado, por el momento, respuesta a ninguna de nuestras preguntas. Quizás solo utilizó este nombre sonoro dándole un toque andaluz y aprovechó el renombre de nuestro pueblo para su obra. Quizás todo es una metáfora y una excusa literaria para hablar de la personalidad de heroínas literarias.
Solo nos queda la alegría del descubrimiento de este nuevo libro y de esta nueva historia: Azorín, uno de "Los Tres" grandes de la Generación del 98, dedicó un capítulo a Carmen de Ubrique.
XXXIII
CARMEN
DE UBRIQUE
Carmen de Ubrique vive en Ubrique. Fueron a buscarla para que hiciera—en
el cine— la Carmen de Merimée y... Carmen llevaba—por aquellos paisajes espléndidos—una
vida sencilla; tenía su prestigio en el pueblo,
en la región.
Trabajaba; ya se supondrá que trabajaba
en el arte en que brilla el pueblo: en artículos de piel, de piel fina, suave, olorosa. Sus manos delicadas—las de Carmen—hacían
primores. Y vamos a nuestra historia. Cada actor tiene su temperamento;
cada temperamento reclama una modalidad. No puede irse a redropelo[1]
del temperamento.
Vi, hace muchísimos años, a Novelli en el Hamlet; siempre era el
Novelli de Papá Lebonard, una obra de Jean Aicard, que Novelli hacía admirablemente.
He visto estos años pasados—en la película Ariadna—a Gary Cooper de
frac y corbata blanca; andaba desvaído, borroso. De pronto, al final de la obra
y durante un minuto, Gary Cooper era Gary Cooper. En la estación, cuando el
tren acaba de ponerse en marcha, Gary Cooper saltaba al tren. Ese momento representaba
todo un drama pasional, silenciosamente incubado.
Carmen de Ubrique es bonita; es encantadora; tiene maneras distinguidas;
su fotogenia la favorece en el cine. Su manera de producirse, en el arte y en la vida, la corroboran.
Podría pasar, con facilidad, de un modo psicológico a otro. Y ello sin violencia,
sin aspavientos. Existía antes—hace muchos años—un género de comedias
llamadas de guante blanco; no es que calzaran los
actores albos guantes, sino que, siendo comedias realistas, no eran
truculentas. Hay una idea fatalmente errónea del realismo. ¿No es realista La cocina de los ángeles, de Murillo? Pues ¿qué
están haciendo aquellos ángeles sino lo más realista en una casa: cocinar? No
me convencerá nadie de que la Genoveva de Lamartine no es tan realista como la
Carmen de Merimée. Y además, buena, abnegada, modesta.
¿No habrá alguien que lleve al cine—y para Carmen
de Ubrique—Mariana, de Echegaray? En
1892, cuando se estrenó, María Guerrero hizo una Mariana prodigiosa. Mariana es un estudio de mujer completo; en
Mariana se van sucediendo todos los matices de la afectividad humana; Mariana
es amable, arisca, generosa, insinuante, irónica, sarcástica, iracunda, blanda,
altiva, humilde... No sería dispendioso el escenario—en el cine—; bastaría con
un salón elegante en Madrid y con una sencilla estancia en Aranjuez.
Gracias. Ya está listo
ResponderEliminarComentario de Antonio Blanco Ordóñez en facebook:
ResponderEliminarSobre Pio Baroja, Ubrique........
Una sorpresa!!!!!!. Los topónimos son los mismos que se utilizan hoy día, salvo Garganta de Fox. Se denomina Boca de Foz a la angostura de la garganta de Bogas, inmediaciones de la Ermita del Mimbral (San José del Valle).
Tal vez Guadalsacatén es otro error de transcripción.
"GUADALSACATIN" encajaría mas con Ubrique.
Una reflexion personal..Sobre la palabra: "Guadalsacatin"
Zacatin (saqqatín) como plaza o mercado ropavejero encajaría bien en el entorno del río.
Mas lejano (a mi parecer) Guadial Calasín, amojonamiento encontrado en Tempul referido al río de los sederos.
( Wadi al-qazzazin)
Son reflexiones personales, solo me une a esto, mi afición por andar y el vínculo familiar con el Pantano.
Además de seguir a Manolo.
Nota: olvidé mencionar el nombre completo.
"Wadi al-saqqattín"