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viernes, 25 de octubre de 2019

Ubrique en el documental "El Pueblo"

 Fotograma del documental "El pueblo"
Calle Carril, Ubrique



Por Esperanza Cabello


Estos fotogramas pertenecen al documental "El pueblo", un reportaje sobre la España rural  de principios de los ochenta realizado por un equipo australiano que ha sido recuperado en los últimos días por el investigador de la Universidad de Cádiz Antonio Javier González.

Se trata de un documental realizado por una  productora australiana centrado en Villaluenga del Rosario, pero el investigador ha localizado varias escenas grabadas en Ubrique, en la calle Carril, como él mismo dice, "la magia del cine", que te traslada de un pueblo a otro en un abrir y cerrar de ojos.







Sabiendo que fue nuestro padre, un verdadero enamorado de Villaluenga, quien puso encontacto a los responsables de la productora con Antonio García para que los ayudara con las traducciones, Antonio nos ha pedido que aportemos cualquier testimonio documental o humano que podamos aportar con respecto a este proyecto.

Nos hemos puesto en marcha con el archivo y, a la espera de conseguir alguna respuesta, quisiéramos compartir con todos los ubriqueños y ubriqueñas esta tarea, por si alguno de ustedes recuerda estos días (entre septiembre y noviembre de 1981) o tiene algún tipo de testimonio gráfico (fotos, recortes de periódico...)





O, lo que parece más fácil, saber al menos a quién pertenecía esta casa en la época o quiénes serían los pequeños aspirantes a músicos que daban clases de guitarra con Pepe García.


El documental original puede verse en este enlace, y también podemos ver en este otro enlace el reportaje actual que compara la Villaluenga de 1981 con la actual.


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jueves, 24 de octubre de 2019

Documental "El Pueblo". La película de Villaluenga del Rosario en los ochenta

Documental "El pueblo" 1983



Por Esperanza Cabello

Hace unas semanas tuvimos la suerte de ver en televisión un documental sobre Villaluenga del Rosario en los años ochenta, en "La aventura del saber"  (en este enlace). En el canal de Youtube de la Universidad de Cádiz podemos leer:
Reportaje de 17 minutos del programa La Aventura del Saber (la2 / TVE) sobre la investigación de Antonio J. González Rueda (investigador del INDESS) en torno a la recuperación del documental australiano “El Pueblo” (1981) y a la España rural de la Transición. 
 El reportaje se denomina “Villaluenga, una cita con el recuerdo” y está dirigido por Ricardo Olmedo. Hace casi cuarenta años, un equipo de una productora australiana hizo un documental en Villaluenga del Rosario, el pueblo más pequeño de la provincia de Cádiz. Se trataba de un encargo del Ministerio de Educación de Nueva Zelanda, que quería dar a conocer a los estudiantes la vida y costumbres de un lugar en sus antípodas. Aquel trabajo audiovisual se perdió en la memoria de los vecinos. Este reportaje muestra el reencuentro del director australiano con ese pueblo y el de los habitantes de Villaluenga con su pasado.

Hasta aquí todo normal, una magnífica iniciativa de un investigador de la UCA, Antonio Javier González Rueda, que nos habría encantado que se hiciera con nuestro pueblo, por supuesto.
Nuestra sorpresa ha sido muy grande cuando  este investigador se ha puesto en contacto con nosotros, explicándonos su trabajo y diciéndonos que fue nuestro padre, Manuel Cabello Janeiro, quien puso en contacto al equipo australiano con Antonio García para que hiciera las veces de intérprete.
También nos ha explicado que en el documental original se ven varias escenas en Ubrique, precisamente en la calle Carril, y que fue complicado descubrir que se tataba de fotogramas tomados en Ubrique, porque se suponía que todo el documental era en Villaluenga. Sin embargo, las escenas de los niños con las guitarras son todas en nuestro pueblo.

Finalmente nos ha pedido recuperar, si es posible, algún recuerdo o algún dato de este documental en nuestro pueblo, por lo que nos hemos puesto manos a la obra revisando el archivo de nuestro padre. Esperemos que de buen resultado nuestra búsqueda. Por el momento, en Ubrique en el recuerdo hemos podido localizar a las dos niñas que aprenden a tocar la guitarra, y nuestro hermano ha podido fotografíar la casa del Carril que aparece en la película.

Mientras, queremos dar nuestra más sincera enhorabuena a nuestros vecinos payoyos por contar con este pequeño tesoro en su historia y a Antonio González Rueda por haber conseguido el documental original (que estaba perdido en el olvido) y el gran trabajo que está realizando.


Nota del 26 de octubre:
En su trabajo, el investigador de la UCA Antonio Javier González incluye esta carta de James Wilson con la nota que sigue a continuación:


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CARTA DE AGRADECIMIENTO DE JAMES WILSON A VILLALUENGA: El pasado 26 de julio, tras 28 años de espera, se estrenó en Villaluenga el documental El Pueblo rodado en 1981 en la localidad payoya. Ian James Wilson me pide que haga público esta carta de agradecimiento. Dice así:
Querida Villaluenga del Rosario:
Deseo mostrar mi agradecimiento a todos los residentes de Villaluenga del Rosario por la maravillosa recepción que me brindaron en el estreno nacional del documental 'El Pueblo' el pasado 26 de julio de este año.
Fue un privilegio único reencontrarme con ustedes y con Villaluenga después de 38 años, y confraternizar con la nueva generación que nació o llegó a la aldea después de 1981.
La película es un homenaje a todos ustedes que fueron tan generosos en su hospitalidad con John Tristram y conmigo en 1981 cuando pasamos casi 2 meses conviviendo con ustedes en el pueblo. Durante ese tiempo, confiaron en nosotros para compartir sus vidas y rutinas diarias en el pueblo. Espero que la película permanezca para siempre como muestra de su amabilidad y generosidad de espíritu.
Atentamente,
Ian James Wilson
Juniper Films Pty Ltd

lunes, 21 de octubre de 2019

La etimología del topónimo "Ubrique"



Ubrique en la provincia de Cádiz
Azulejos de la Plaza de España de Sevilla
Fotografía de Leandro Cabello





Por Esperanza Cabello

El origen del nombre de nuestro pueblo ha sido objeto de estudio para todos los que se han preocupado de nuestra historia y nuestros orígenes. Efectivamente, el nombre de un pueblo habla mucho de su historia primitiva y habremos de interesarnos por esta etimología si nos interesa nuestra historia.
Independientemente del nombre que tuviera el asentamiento romano de El Salto de la Mora, que para nosotros, por tradición, sigue siendo Ocurris, aunque haya versiones para todos los gustos y este nombre haya ido perdiendo letras hasta quedarse en "Ocur", el nombre de nuestro pueblo debe tener otro origen, no hay nada que nos pudiera hacer pensar que Ubrique tenga alguna relación con Ocurris.
Durante nuestro tiempo en la universidad, un profesor de griego nos explicó que existía un adjetivo en griego clásico que le recordaba al nombre de nuestro pueblo "ubristicós", que significa "abundante en manantiales de agua", y esa versión fue mantenida por los estudiosos de los setenta.
Más tarde nuestro admirado don Bartolo nos explicó que para él estaba claro que el nombre de nuestro pueblo estaba relacionado con las palabras latinas "uber" (abundante) y "acqua" (agua).
Y esta explicación nos parecía tan estupenda como la primera, una del mundo griego y la segunda del mundo romano.

Pero si nos fijamos bien, a nuestro alrededor todos los nombres de pueblos y núcleos de población son de origen árabe (aquí deberíamos exceptuar Villaluenga), y nuestra sierra fue árabe desde finales del siglo VIII  hasta mediados del siglo XV. Siete años siendo árabes debería dejar en nuestro entorno algo más que unos cuantos minúsculos restos arqueológicos.
Y, efectivamente, hemos encontrado el trabajo de varios autores, como Antonio Llorente Maldonado de Guevara, que en su obra "Toponimia Salmantina" (en este enlace) concluye, sin lugar a dudas, que Ubrique es un topónimo mozárabe.



Así que hemos estado dándole vueltas a la palabra y, sin ser especialistas en árabe, nos hemos ayudado de otros topónimos similares a la palabra "Ubrique".
En primer lugar nos hemos interesado por la palabra "Alberique" , nombre de una ciudad valenciana cuyo final se asemeja terriblemente al de nuestro pueblo, y hemos localizado otros nombres de lugares con la terminación "-ique" (Penique, Añique). 

A continuación por los nombres de pueblos más cercanos cuya similitud ha hecho que se confundan, a lo largo de la historia, con el nuestro. Nos referimos a Jubrique, en Málaga; y a Ourique, en la vecina Portugal.

Aunque el origen del topónimo Ourique parece en el genitivo de antropónimo godo "Auricus" (María Luisa Seabra Marques de Azevedo "Moçarabismo e toponímia em Portugal"), han sido varias las  ocasiones en las que los nombres de estos dos pueblos se han confundido, incluso en tratados de geografía:





 El Diccionario Geográfico Universal confunde Ourique con Ubrique


 También hemos encontrado láminas e incluso alguna página web actual que confunde el nombre de nuestro pueblo con el nombre portugués (en este enlace), y hemos podido ver a Viriato ganando la "Batalla de Ubrique", aunque en realidad se trataba de la batalla de Ourique.
Incluso en una página de compraventa de objetos antiguos hemos podido ver una moneda portuguesa de 250 escudos de 1898 conmemorando la "Batalla de Ubrique", cuando se trataba, claro está, de la Batalla de Ourique.




Con respecto a nuestro vecino Jubrique, también hemos sufrido muchas confusiones a lo largo de la historia, quizás una de las más llamativas sea la que confunde, en los azulejos de la Plaza de España de Sevilla, este pueblo malagueño con el nuestro, y que nuestro hermano Leandro nos ha señalado en algunas ocasiones.


"Ubrique" colocado erróneamente en la provincia de Málaga
Debería estar escrito "Jubrique"
Plaza de España de Sevilla
Fotografía de Leandro Cabello




La similitud de los dos topónimos ha hecho que nos interesemos por la etimología de Jubrique, y hemos encontrado un magnífico libro editado por "La serranía". Se trata de "Toponimia mayor de la Serranía de Ronda", una minuciosa publicación de Virgilio Martínez Enamorado y Juan Antonio Chevarría Vargas.




 En él hemos podido leer que el topónimo  Jubrique proviene seguramente de la palabra latina suber (alcornoque) y el sufijo -áccu, (con imela) con sentido abundancial. Es necesario leer todas las explicaciones de la evolución de estas palabras en este artículo, porque es de una claridad impactante.
Así que el nombre del pueblo vecino, Jubrique,  tendría una significación concreta: "el alcornocal, donde hay abundancia de alcornoques".

Pero, ¿y Ubrique? Nos hemos dirigido, siguiendo las indicaciones del libro anterior, a un artículo de Oliver Asín escrito en 1962 "Suber en la España Musulmana". En este artículo Oliver Asín dice que "Ubrique hay que relacionarlo con Urique en Málaga y Ourique en Portugal con el resultado andaluz de -áccu, o sea, -íque, con imela total".
Así pues el sufijo parece claro, siempre que no se trate, como apunta el propio Oliver Asín, de un sufico -acqua con imela.

Hemos continuado nuestro viaje en la historia de la lengua y nos hemos remontado a Menéndez Pidal (guiados en este caso por Asín)




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Llegados a este punto no podemos elaborar aún una teoría concreta sobre el origen del topónimo Ubrique. Sí que queda claro que  es un nombre producto del bilingüísmo existente en nuestra sierra, de la unión de las palabras latinas y las árabes, de la fonética específica de nuestros antepasados y de todas las circunstancias que acompañan siempre a la lengua.


En todos los documentos que hemos podido consultar durante todos estos años no hemos encontrado apenas variantes del nombre de nuestro pueblo (si exceptuamos las confusiones con Ourique, Jubrique e incluso la torre de Hubrique, en Alhaurín el Grande, en este enlace).


En 1587, OBRIQUE.

En la portada de las "Misceláneas" de Aragón Macías, encontramos el nombre de UBBIQUE, repitiendo la letra "b", pero creemos que es una errata.



Y también hemos encontrado el nombre "Uberique", con una traducción muy singular: sobre los molinos del arroyo, algo que también conviene a la fisonomía de nuestro pueblo.


Aún nos queda por añadir un topónimo recientemente "descubierto", Benaubrique (en este enlace),  una zona en el término de Benarrabá, ya no sabemos si relacionado con Ubrique o con Jubrique.

¿Tendrán estos nombres, Ubrique y Jubrique, el mismo origen y diferente evolución? ¿Será nuestro pueblo abundante en agua o abundante en alcornocales? ¿Tendrán algo que ver los molinos del arroyo?
Necesitamos profundizar mucho más en este apasionante tema; después de tanto ir y venir, de tantas lecturas, de tanto remontarnos al erudito anterior y de algunas semanas consultando autores y artículos, no tenemos aún ninguna seguridad del origen del topónimo Ubrique.
Quizás no la tengamos nunca, pues la evolución de la lengua es muy caprichosa a veces, además la etimología popular  y tantos otros factores pueden influir tanto en el resultado actual que quizás nunca estemos seguros de la verdadera fuente (nunca mejor dicho) del nombre de nuestro pueblo.


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Comentario de José María Cabello el 23 de enero de 2020

Con la lectura de esta magnífica y documentada investigación, me parece ocioso aportar nada nuevo. Pero bajando el tono cultural al simplemente anecdótico, me permito un " addenda". Iniciando mi hermano su labor divulgadora, ya andaba buscando la etimología del nombre que nos interesa. Me aventuré con él a determinar su origen en el "ubique" latino parejo al "panta jou" griego, que significan en todos los lugares o en todas partes. 
Y pasados los años, en una interpretación plena, después de todo lo leído, entiendo que si en su origen no fue Ubique lo tiene ya merecido por su crecimiento, su desarrollo artístico y sus exportaciones de artículos de piel hasta cualquier lugar del mundo. 
Personalmente me apunto a la toponimia de abudante en aguas, como las que caen ahora mismo con fiereza para incrementar todos los cauces que surgen de la sierra. Vivo y sueño mi pueblo. Siento el ruido de los nueve caños y me parece ver a las aguas despeñandose por el Río Seco. Y grabado para siempre ese triple color gris y verde de la Sierra con el rabioso blanco de sus casas. Incrementado con esa nueva piel de armiño, que supongo cubre hoy la Avenida y los Callejones.



NOTA DEL TRES DE OCTUBRE DE 2020:

JOSÉ MARÍA GAVIRA VALLEJO HA PUBLICADO (en este enlace) UN INTERESANTÍSIMO ARTÍCULO SOBRE LOS ORÍGENES DEL NOMBRE DE NUESTRO PUEBLO.




viernes, 18 de octubre de 2019

Exposición "El color de lo cotidiano" Por Estefanía Hernández.






Por Esperanza Cabello

Nuestra amiga la pintora Estefanía Hernández inaugura hoy, a las 20:00 horas, su nueva exposición "El color de lo cotidiano".
Esta ubriqueña inquieta y creativa, que vive en un constante proceso de creación (ahora está con un nuevo reto inKtober), abrirá una nueva exposición esta tarde, llena de color y muy difirente a lo que nos tiene acostumbrados.
Leamos su invitación:





¡Mucha suerte, amiga!


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domingo, 13 de octubre de 2019

¡Feliz san Eduardo!

Eduardo Izquierdo en los sesenta. Ubrique



Por Esperanza Cabello


Hoy es el día de san Eduardo. Este nombre tan familiar nos trae recuerdos de muchas personas queridas que ya no están con nosotros y de un montón de personas maravillosas de cuya compañía disfrutamos cada día.
Nuestro bisabuelo Eduardo fue el causante de que el nombre de Esperanza se instaurara en nuestra familia. Viajante de comercio guapo y zalamero era el sueño de nuestra bisabuela Pepa, que  recibió toda su vida tiernas y cariñosas cartas de amor hasta la temprana muerte de su marido.
Sus dos hijos, Natalia y Baldomero, llamaron Eduardo a dos de sus hijos, nuestros tíos Eduardo Fernández y Eduardo Izquierdo.
Ellos fueron los primeros de una saga de Eduardos en la que, desgraciadamente, nos falta un Edu pequeñín y querido.
Por parte de nuestro padre también echamos de menos a nuestro primo Eduardo Janeiro Esquina.
También el bisabuelo de nuestra hija era Eduardo, un hombre cabal e increíble que dio paso a otra saga de Eduardos a cual más increíble, en tres generaciones diferentes.

Muchísimas felicidades a todos!!


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sábado, 12 de octubre de 2019

Volverán las oscuras golondrinas... ¡aunque cambien de color!





Por Esperanza Cabello

Cuando buscas una casa en el casco antiguo de un pueblo, tienes mucho cuidado de comprobar que, efectivamente, hayan anidado las golondrinas en los aleros de sus tejados o en los patios o en culquier rincón de la terraza, porque, desde siempre, tener golondrinas en la casa es un augurio de buenísima suerte, sinónimo de hogar feliz, de que la fortuna acompañará a todos los miembros de la familia. Además todos sabemos, a estas alturas, el bien que estas aves hacen a nuestro entorno y lo necesarias que son para que sigamos existiendo.

Si has tenido esa suerte y tienes nidos de golondrinas en tu fachada, ¡enhorabuena!, solo tienes que colocar, al llegar a la primavera, una cajita debajo del nido para  que nada se manche y hacerles la vida agradable.
Cuando éramos pequeños sabíamos que, además, en las casas y patios se colocaban golondrinas de cerámica no solo para adornar, sino para gozar de esa buena suerte infinita que estos animalitos propocionan a las personas. En el patio de abuela Julia había unas preciosas golondrinas negras que aún recordamos perfectamente.
Hoy día seguimos siendo beneficiarios de esos nidos de golondrinas en el patio, lo que hace que nos sintamos afortunados, pero, por si fuera poco, nuestra amiga Marta nos ha traído un regalo original y lleno de buenos deseos: una familia de golondrinas de Manises absolutamente insólita, de un color muy personal y con un cariño que nos ha emocionado.
Nuestras golondrinas de Manises color lila son, sin lugar a dudas, una muestra de originalidad y buen hacer.
Gracias, Marta, por traer un poquito más de felicidad a nuestro hogar.
¡Bienvenidas, golondrinas!


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martes, 8 de octubre de 2019

¿Cuáles son los orígenes de la fiesta de los gamones de Ubrique?

Gamones en la calle Ronda
Fotografía de Leandro Cabello



Por Esperanza Cabello

Hemos estado conversando con nuestro amigo Zarva Barroso sobre una de las fiestas más espectaculares y características de nuestro pueblo. La tradicional fiesta de los gamones, que se celebra en Ubrique a principios de mayo. 
Nuestro interés es saber en concreto qué origen podría tener la costumbre de explotar varas de asfodelos (nuestros gamones) en las hogueras (candelas) que se encienden en los barrios. Pero vamos a comenzar por el principio...

Para poder profundizar sobre este tema hemos tenido a bien consultar en internet un buen número de páginas de las que hemos ido extrayendo diversas conclusiones, incluyendo El Mundo, El País, Shamanrites, Desde Alájar, Cadizpedia, Wikipedia, Celtiberia.net, Historia y arabismo, la tesis doctoral de Guillermo Benítez Cruz sobre etnobotánica publicada por la universidad de Granada, etc. A todos ellos agradecemos la cantidad de información que nos han proporcionado. También hemos consultado, por supuesto, los textos de Fray Sebastián (que habla de la devoción a la cruz de Fray Buenaventura y el Beato Diego, y también de los jóvenes y los "algamones" de los campos, que se quemaban en varias fiestas religiosas), de nuestro padre, que le dedica varias páginas en su libro "Ubrique, piel al descubierto", de 1992, y de don Bartolo, que también menciona la fiesta en su libro "El habla de Ubrique", de 2004.


Los orígenes de las fiestas en mayo (en general) se remontan a las antiguas civilizaciones, entre ellas  de fenicios y griegos, que manifestaban su adoración a sus dioses y el agradecimiento por el cambio de estación y el comienzo de la etapa fecunda del año.  La fiesta mayumea fenicia exaltaba la primavera. Esas costumbres fueron asimiladas por nuevas civilizaciones prerromanas, como la celta

Los celtas celebraban el "Beltane", la fiesta del buen fuego, a primeros de mayo. El fuego es elemento purificador, et que te protege de los enemigos y hace brotar la vida al mismo tiempo. En los poblados celtas se hace durante el Beltane una gran hoguera en la que se quema lo antiguo, utilizando el poder purificador del fuego para regenerar, para celebrar la fecundidad de la tierra. En este enlace podemos leer qué es esta  fiesta del fuego celta.



Esta tradición fue asimilada por los romanos en su adoración y culto a multitud de dioses. También asimilaron esta tradición mayumea en honor de la llegada de la primavera y de las primeras flores del año, el día que corresponde con el actual primer día de mayo. Todo poblado romano tenía además de los dioses oficiales los propios autóctonos. 


En Hispania se adoraba a la diosa Bona Dea, también llamada Maya, Maia o Fauna, diosa de la fertilidad en la mitología romana con la que se celebraba la llegada de la primavera. Seguramente esta tradición sufrió variaciones con la llegada de la civilización árabe a los campos de Castilla, como la manifestación en cantos o rondas a la persona amada. 

El cristianismo ha asimilado multitud de fiestas paganas que se profesaban con anterioridad a su implantación en fiestas religiosas. Así, en relación con la Fiesta de Mayo, surgieron celebraciones como la Cruz de Mayo, reemplazando el tótem sagrado por el símbolo cristiano. 
Además las fechas se han hecho coincidir, pues en la liturgia cristiana la festividad de "Las cruces de mayo" se celebra tradicionalmente el día tres de mayo, día en el que Santa Elena descubrió, en el año 326, la cruz en la que según la tradición Cristo había sido crucificado.


Durante la dominación árabe parece que las creencias de origen preislámico fueron continuadas por las clases populares mozárabes y musulmanas (en este enlace), y que a pesar de que este tipo de celebraciones no estaban permitidas se mantuvieron. De todas formas hay constancia de que los rituales de fuego también se celebraban en África.


Las primeras celebraciones populares conocidas de la Cruz de Mayo son del siglo XVII. Lope de Vega escribió en su obra La mejor enamorada, la Magdalena una versión cristiana de la copla Este sí que es mayo famoso dedicada a la cruz de mayo:
Este sí que se lleva la gala que es la Cruz en que Dios murió.
Este sí que se lleva la gala

que los otros árboles no.


La cruz de la plaza de la Verdura, años sesenta


En nuestro pueblo la celebración de la Cruces de Mayo debe de remontarse al siglo XVIII. Sabemos que Fray Buenaventura de Ubrique era un gran devoto de la Santa Cruz, y que durante sus años de predicación fue el creador tanto del Vía Cruces que iba al calvario, como de las tres cruces que rodean al pueblo.
En este enlace podemos leer muchas de las historias de las cruces de Ubrique. 

Imaginamos que la antigua tradición de civilizaciones antiguas  de quemar los viejos muebles  en grandes hogueras a principios de mayo se había conservado en nuestro pueblo, y que en un momento determinado estas hogueras, a las que en Ubrique llamamos candelas, comenzaron a hacerse alrededor de las cruces, que para eso había cruces en cada barrio, de eso se había encargado el Beato Diego.
Del mismo modo, al ser una fiesta ancestral de regeneración, una práctica ritual para alejar la muerte, y atraer sanación y fecundidad, los jóvenes que trabajaban en los campos de los alrededores tenían la ocasión de coincidir en estas fiestas, y comenzaron las canciones, los juegos de palabras y los famosos columpios, como forma de poder acercarse un poco de forma lúdica y a la vez ritual.

Hasta aquí un cuadro que podría ser corriente en cualquier lugar de nuestra geografía, pero ¿y los gamones?
Nuestro padre investigó y buscó, se metió de lleno en archivos y en la memoria viva de los ubriqueños, pero no halló ningún dato fehaciente que pudiera darle ninguna pista.
Nuestros abuelos sabían crujir gamones, lo habían aprendido de pequeños, y siempre habían oído hablar de los gamones. Uno de los topónimos ancestrales de nuestro entorno es "la cañada de los gamonales", que hace referencia al gamón (nombre cuya etimología veremos más tarde) que crece libremente, al ser una planta propia de terrenos pobres.
Pero nadie, absolutamente nadie, puede asegurar cuál es el origen de esta "parte" de la fiesta, que se ha convertido con el paso de los años en la parte más llamativa, más típica, más auténtica seguro que además de misteriosa es "mágica", nos gustaría pensar que a la manera de los druidas.

Los gamones se han usado en toda la cuenca mediterránea como combustible, podemos comprobarlo por ejemplo en esta interesantísima tesis (en este enlace) , el Estudio etnobotánico de la provincia de Mtruh (Egipto), de Nagla Mohamed Al-ashkar,  de la facultad de Farmacia de la Universidad Complutense, en Madrid, y si utilizamos un buscador, podremos ver que la relación de los gamones y el fuego en el Mediterráneo ha sido recogida en decenas de estudios etnobotánicos. 
 
La fiesta más cercana es La Quema de las Gamonitas, en Bollullos (en este enlace), que relaciona igualmente fiesta, gamones y fuegos, aunque es muy diferente de la nuestra. Hay otros muchos ejemplos, en Azuaga (en este enlace), los niños prenden los haces de gamones para empezar la Navidad.

Como ya hemos explicado en anteriores ocasiones, en un programa de radio en los noventa nuestro padre apuntó, como idea, que al ser usado como combustible, quizá el primer gamón lo explotó un pastor calentándose en una candela en la sierra (la planta del gamón arde muy bien), y que era posible que lo hubiera utilizado para asustar a los animales salvajes.

También se planteó que podría haberse utilizado para asustar a los invasores franceses, aunque teniendo claro la imposibilidad de este dato, pues cada vez que los franceses llegaban los ubriqueños se iban sierra arriba y no se acercaban al pueblo hasta que los invasores se habían ido.

Pero la imaginación popular es muy rápida, y pronto  corrió el bulo de los franceses, alimentado por los munícipes del momento que, queriendo dar énfasis a la celebración, invitaron a los franceses de la Recreación de El Bosque a desfilar en nuestras calles en los días previos al tres de mayo.

Afortunadamente, el cuento  de los franceses no se ha alimentado más.

Aunque aún nos queda algo que arreglar, el nombre con el que registraron la fiesta: "La crujía de los gamones". No hay nada que nos moleste más que la mala ortografía (sin una comilla ni nada) para representar que somos andaluces;  y que se hagan carteles perpetuando esas faltas de ortografía eso aún es peor. 

Así que el origen de esta fiesta está entrelazado en las tradiciones ancestrales de las que somos herederos, y compartimos con otros muchos pueblos casi todos los aspectos de esta fiesta:
La devoción a la cruz, el fuego purificador, los rituales para alejar a la muerte, el cambio de estación, deshaciéndose de muebles y enseres viejos, los cantos populares, los adornos florales, las coplas de columpio (incluso las hay de autor)...

Pero colocar gamones en la candela, calentarlos hasta que hierve la savia y hacerlos explotar contra una roca con un tremendo estruendo, deseando la salud de alguien, eso no lo hemos podido localizar en ninguna fiesta de ninguna civilización de ninguna parte, lo que hace que nuestra


"Fiesta de los Gamones"

sea absolutamente singular. Y si mezclamos todos estos elementos en la coctelera de la tradición y de las fiestas, tendremos un día único y una celebración ubriqueña cien por cien.


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sábado, 5 de octubre de 2019

Magnífica conferencia de Ladislao Rodríguez Galán


 Conferencia sobre fotoperiodismo en la ermita de San Pedro
El presidente de la AFU, Salvador Romero, junto a la alcaldesa de Ubrique, Isabel Gómez García, y el conferenciante, Ladislao Rodríguez Galán


Por Esperanza Cabello


Como explicábamos ayer, hemos tenido la suerte de ser invitados por nuestro amigo Salvador Romero Venegas, el Presidente de la Asociación Fotográfica Ubriqueña, a la conferencia que tuvo lugar por la tarde en la ermita de San Pedro a cargo de Ladislao Rodríguez Galán, el decano de los fotoperiodistas cordobeses.
El acto estuvo presidido por la alcaldesa de Ubrique, Isabel Gómez Garcia, y a él asistieron varios miembros de la corporación municipal, entre ellos el concejal de cultura José Manuel Fernández Rivera y el teniente de alcaldesa y diputado provincial Manuel Ángel Chacón, miembro a su vez de la AFU. También toda la directiva de la Asociación Fotográfica Ubriqueña así como muchos de sus asociados y, lo que más nos gusta, dos ilustres ubriqueños, don Bartolomé Pérez Sánchez de Medina, Hijo Predilecto de Ubrique, y don Manuel Pérez Trastoy,  Hijo Adoptivo de Ubrique.
Por supuesto también pudimos apreciar la presencia de muchos ubriqueños y ubriqueñas interesados por la fotografía y por la cultura.
El acto comenzó con la bienvenida del presidente de la Asociación Fotográfica, que además agradeció todas las facilidades que había encontrado durante la organización de esta conferencia y que quiso agradecer la presencia de todos los asistentes y especialmente la de Ladislao Rodríguez, compañero de cámara y fotoógrafo de profesión desde hace varias décadas.
A continuación la alcaldesa, Isabel Gómez, agradeció a su vez todos los esfuerzos realizados para organizar esta conferencia, la asistencia de los visitantes y, por supuesto, a asistencia de Ladislao, llamando la atención sobre la importancia fundamental de los fotógrafos profesionales para conocer de cerca la actualidad y también para llamar la atención desde el punto de vista social, lugar en el que el fotoperiodismo juega un papel fundamental.







La conferencia de Ladislao Rodríguez, que vino a continuación, nos dejó atónitos.
Habíamos conseguido un lugar en la sala un poco alejado de las primeras filas, y no teníamos tampoco muy buena visión porque el pasillo estaba ocupado por las cámaras de video, así que estábamos casi resignados a ser oyentes, a la manera de la radio.
¡Y vaya si fuimos oyentes!
Con una voz extraordinaria, con un deje cordobés innegable y fantástico y con una cadencia sosegada llena de gracejo popular y buen saber hacer, Ladislao hizo todo un alarde de profesionalidad y de sabiduría contándonos los entresijos del fotoperiodismo, en una conferencia plagada de guiños a nuestro pueblo, a su buen trabajo y a toda una vida llena de momentos y momentazos (fotográficamente hablando).
Una conferencia llena de humor, de lirismo, de erudición y de conocimiento, algo que solo sucede cuando el conferenciante es cercano y al mismo tiempo dominael tema con maestría.
Realmente fue todo un lujo para los oídos y, todo hay que reconocerlo, para los ojos, porque con una coordinación envidiable, cada frase que pronunciaba el conferenciante estaba ilustrada por unao varias de sus fotografías.
Una conferencia viva, única, atrayecte e impactante.
¡Enhorabuena a todos! Magnífica actividad.



jueves, 3 de octubre de 2019

Manual de la provincia de Cádiz. 1847

Primera página del "Manual de la provincia de Cádiz"
de don Luis de Igartuburu, 1847



 Transcribimos a continuación la descripción que de Ubrique da don Luis de Igartuburu en 1847, en su "Manual de la provincia de Cádiz", una curiosísima publicación que nos habla de los orígenes de todos los pueblos de la provincia y de la etimología de algunos topónimos.




UBRIQUE
Villa del partido de Grazalema, una de las cua­tro hermanas de la serranía de Villaluenga, á orillas del Majaceite.
Su nombre actual parece arábigo, pero su crea­ción es mui anterior á la dominación de los moros, si es cierto que este pueblo era el Ocurrís de los lati­nos : aunque tampoco sobre esto se bailan acordes los autores, pues alguno de ellos supone que no se llamá sino Ogarrys.
En el año de 1587 se nombraba Obrique, era del duque  de Arcos, tenia una pila bautismal i contaba 287 vecinos, según aparece de la relación dada en 19 de Enero de aquel año por el Obispo de Málaga, de que he hablado en la primera parte.
Fué del partido de Ronda antes de pasar á la Provincia de Cádiz por la última división del ter­ritorio.
Da buenos i abundantes pastos á toda clase de ganados: en sus llanos hai viñas, olivos i cereales, i se habla de algunas minas de hierro en su tér­mino[1].
Celebra anualmente en los dias 15, 16 i 17 de Setiembre una de las ferias de ganados mas concur­ridas de la Provincia.
Ubrique es una de las conquistas de los Re­yes Católicos, como los demás pueblos de la misma serranía.
Habiéndose conducido con igual heroicidad que los demás pueblos del partido de Grazalema resis­tiendo á las armas francesas en la guerra de la inde­pendencia, le son debidos los mismos elogios i ad­quirió la misma gloria; sobre lo cual puede verse el artículo de Benaocaz en que se hace una breve, reseña de aquel comportamiento, que he colocado allí solo por exigirlo el orden alfabético que se sigue en este Manual.


[1]
Uno de los mayores alicientes que tuvie­ron las naciones bárbaras i extranjeras para apode­rarse, sin reparar en los medios, de nuestra España, fué la multitud de minas de oro, plata, azogue, plo­mo i otros metales que había en todo el país, con es­pecialidad en Andalucía i de consiguiente en esta nuestra Provincia; testigo de ello el famoso Amílcar, general cartaginés, que al decir de nuestras historias halló á su entrada en esta parte del Reino que no solo eran de plata los muebles i vasijas de servicio, sino que encontraron hasta pesebres del mismo metal: testigos los fenicios que para poder llevarse todo el oro i plata que encontraron, tuvieron que fabricar de estos me­tales los utensilios de sus navios, como dejamos in­dicado en el artículo de Tarifa; i testigos los romanos que empleaban de continuo 40.000 operarios en la explotación do nuestras minas, las cuales les produ­cían 25.000 dracmas diarias.
Estrada asegura que además se cogian perlas, coral i otros objetos preciosos.
Las minas del Nuevo Mundo nos hicieron olvidar i abandonar las del Viejo: hoi que aquellas se per­dieron para nosotros volvemos la vista á estas; pero están ya tan oscurecidas por el largo desuso, que cuesta harto trabajo el hallarlas.
En los primeros tiempos se consideraban des­honribles los trabajos materiales de la explotación de las minas, i solo se dedicaba á ellos á los esclavos i á los delincuentes que no eran de pena capital. La idea del infierno en las entrañas de la tierra por una parte, i los graves peligros de estos trabajos por otra, pudieron ser causa de aquella costumbre ó preocupacion, que los tiempos i la ilustración han destruido completamente.