Julia Janeiro y Francisco Cabello
Por José María Cabello
Otra vez, un año más, la rueda del tiempo señala la misma fecha.
Amanece el día veinte de diciembre, casi inmediato a las alegrías
navideñas. Se nos marchó -hace ya muchos años- en vuelo que rompió
las nubes nuestro padre, el abuelo Paco. Ya había fallecido la abuela
Julia.
La doble pérdida fue un tremendo hachazo a nuestro árbol
familiar, y su vinculación a las fiestas navideñas nos hizo más dolorosa
la pérdida y más permanente su recuerdo. Especialmente ahora para sus tres hijos
sobrevivientes: María Remedios, Ana María y Pepe.
Abuelo Paco volvía -días antes- de Sevilla cargado de juguetes y regalos para la tienda.
Así hacía soñar a los pequeños y compartir ilusiones con la venida de
los Reyes Magos. Abuela Julia también gozaba a tope en estas fiestas.
Recuerdo con nostalgia aquel hermoso balcón que se extendía por toda la
fachada que daba a la Plaza de la casa natal. Ahora, que este año renace
la original tradición de los canastos para la Noche de Reyes, se me
agudiza la memoria. Y veo la policromía de tantos y tan diversos
canastos sacados al exterior con las macetas de flores y aquella
guirnalda de capullos azules que se entrelazan en la balconada. Allí
están los preparados para los seis hermanos y para todos y todas las
petaqueras. Así era de generosa aquella maga de excepcion, la abuela
Julia. Con la inestimable ayuda de la mejor artista de la familia, la
prima Isabelita Álvarez Janeiro.
Estos son mis sentimientos, que me gusta
encuadrar en este grupo familiar. El primero, de un piadoso recuerdo no
solo de los abuelos, sino de tantos familiares directos que nos
antecedieron en el Reino. Seguro que se unirán al coro angelical de
Belén que pregonan la Paz y el Bien.
Y enseguida la de alegría. La vida
sigue. Y las sillas que ellos dejaron vacías para la cena familiar ya
estan ocupadas. Nada menos que cuatro generaciones se enorgullecen de
ser sus descendientes. El árbol familiar sigue frondoso y las seis ramas
distinta que lo configuramos siguen muy vivas y siguen sus retoños. El
último incorporado es una preciosa niña, biznieta de nuestro hermano
Prudencio y nieta de su hijo Prudencio Cabezas Cabello.
"Fuera las
penas...Venga la alegría... Que en un humilde establo, ha parido María..
y en esas circunstancias nos nació el Mesías".
Besos "a pelón" y mis mejores deseos a todos y todas para el Nuevo Año.
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