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viernes, 20 de diciembre de 2019

El adiós de abuelo Paco en el recuerdo de tito Pepe

Julia Janeiro y Francisco Cabello




Por José María Cabello



Otra vez, un año más, la rueda del tiempo señala la misma fecha. Amanece el día veinte de diciembre, casi inmediato a las alegrías navideñas. Se nos marchó -hace ya muchos años- en vuelo que rompió las nubes nuestro padre, el abuelo Paco. Ya había fallecido la abuela Julia. 
La doble pérdida fue un tremendo hachazo a nuestro árbol familiar, y su vinculación a las fiestas navideñas nos hizo más dolorosa la pérdida y más permanente su recuerdo. Especialmente ahora para sus tres hijos sobrevivientes: María Remedios, Ana María y Pepe. 
Abuelo Paco volvía -días antes- de Sevilla cargado de juguetes y regalos para la tienda. Así hacía soñar a los pequeños y compartir ilusiones con la venida de los Reyes Magos. Abuela Julia también gozaba a tope en estas fiestas. 
Recuerdo con nostalgia aquel hermoso balcón que se extendía por toda la fachada que daba a la Plaza de la casa natal. Ahora, que este año renace la original tradición de los canastos para la Noche de Reyes, se me agudiza la memoria. Y veo la policromía de tantos y tan diversos canastos sacados al exterior con las macetas de flores y aquella guirnalda de capullos azules que se entrelazan en la balconada. Allí están los preparados para los seis hermanos y para todos y todas las petaqueras. Así era de generosa aquella maga de excepcion, la abuela Julia. Con la inestimable ayuda de la mejor artista de la familia, la prima Isabelita Álvarez Janeiro.
Estos son mis sentimientos, que me gusta encuadrar en este grupo familiar. El primero, de un piadoso recuerdo no solo de los abuelos, sino de tantos familiares directos que nos antecedieron en el Reino. Seguro que se unirán al coro angelical de Belén que pregonan la Paz y el Bien.
 Y enseguida la de alegría. La vida sigue. Y las sillas que ellos dejaron vacías para la cena familiar ya estan ocupadas. Nada menos que cuatro generaciones se enorgullecen de ser sus descendientes. El árbol familiar sigue frondoso y las seis ramas distinta que lo configuramos siguen muy vivas y siguen sus retoños. El último incorporado es una preciosa niña, biznieta de nuestro hermano Prudencio y nieta de su hijo Prudencio Cabezas Cabello. 
"Fuera las penas...Venga la alegría... Que en un humilde establo, ha parido María.. y en esas circunstancias nos nació el Mesías". 
Besos "a pelón" y mis mejores deseos a todos y todas para el Nuevo Año.

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