¿Ubrique? ¿Obrique?

 

Revista Española "Mensagero de las Cortes" junio 1836

Hemeroteca Digital BNE

Por Esperanza Cabello

Hace muchos años que reflexionamos sobre el uso de la lengua, sobre la evolución de las palabras, sobre la ortografía, sobre la soberbia de aquellos que solo son capaces de ver su versión de los topónimos, sobre el habla de nuestro pueblo y sobre el origen de su nombre.

Y hasta hoy nunca se nos había pasado por la cabeza resaltar el montón de veces que hemos encontrado el nombre Obrique refiriéndose, sin lugar a dudas, a nuestro pueblo. Imaginamos que se trata de un nombre antiguo, que fue perdiéndose poco a poco en favor de Ubrique, del mismo modo que la humilde petacabra ha pasado a llamarse patacabra sin más.

El primer ejemplo lo tenemos en una revista de las Cortes, en el número de junio de 1836, periódico diario en el que se incluyen, el día 28, los distritos electorales de la provincia de Cádiz. Y si leemos con atención podemos ver en el distrito cuarto, entre Torre-Alhaquime y Villaluenga del Rosario, el nombre de nuestro pueblo Obrique. Eso sí, seguramente el periodista dudara, porque el listado es por orden alfabético y debería estar delante de Olvera si hubiera estado seguro de que era con O... ¿O se  trata de un error de imprenta?

Diario de Madrid, 1936

Hemeroteca digital

El segundo ejemplo lo tenemos también en una publicación madrileña, "El Diario de Madrid", de 1936, en el que se cita a varios ciudadanos para la lectura del testamento de don Francisco Langedo, y entre ellos está don Simón de Guerra, subteniente del regimiento de infantería de Saboya , natural de Obrique, en Andalucía: a su madre, hermana o herederos.

Transcribimos el aviso completo por su interés histórico.

 

JUZGADOS DE PRIMERA INSTANCIA

Por providencia del señor don Benito Serrano y Aliaga, ministro togado honorario, juez de primera instancia de esta capital, se cita y emplaza a todas las personas  que tengan que hacer alguna reclamación contra los bienes de la testamentaría concursada de don Francisco Langedo, maestro calderero que fue en esta corte, y particularmente a las designadas por él mismo en el testamento y codicilo bajo los cuales falleció, y son la estanquera que vivía en la calle de Toledo, más abajo del cuartel de la plazuela de la Cebada, a la izquierda, y cuyo nombre no recordaba; D. Joaquín de Raya, vecino de Cádiz; D. Manuel Garrido, empleado en el crédito público: el teniente coronel D. Manuel Salamanca, vecino de Bonal: D. Pedro Gómez, cura del lugar de Casa Franca: D. Simón de Guerra, subteniente del regimiento de infantería de Saboya , natural de Obrique, en Andalucía: a su madre, hermana o herederos; y al P. Fr. José Pereiras de Meneses, ex religioso Francisco, para que dentro del término de treinta días, contados desde Ja publicación de este anuncio en la Gaceta del gobierno, comparezcan per sí o representados en forma, a deducir el derecho de que se crean asistidos en el juzgado del referido Sr. juez, y escribanía de número de D. Santiago Alboniga, donde se les oirá y administrara justicia; apercibidos de que al que lo hiciere le parará el perjuicio que haya lugar.