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martes, 30 de agosto de 2022

Entrevista a don Norberto Aparicio. Ubrique, laborioso y artesano

 



Nota: No estoy muy segura de cómo llegó este recorte de periódico a mis manos. Tengo la fotocopia de una página de un periódico que no puedo identificar, de fecha también desconocida. Seguramente una de mis colaboradoras me la ha enviado hace meses y no tuve la precaución de anotar fecha ni colaboración. Lo siento mucho.

Quizás se trate de una colaboración de Ana María León, que a veces me envía documentos muy curiosos, o de algún familiar de don Carmelo Gago o de algún amigo de Ubrique en el recuerdo. El caso es que no soy capaz de recordar quién ha sido el autor, para agradecérselo. Ruego al interesado o interesada que me lo comunique para poder enmendar este error. Gracias.

 


Por Esperanza Cabello

De vez en cuando recibimos documentos muy curiosos relacionados con nuestro pueblo y nuestra historia. En este caso se trata de un recorte de periódico, seguramente provincial, porque también hay un reportaje sobre Villamartín y Grazalema en la misma página, de fecha desconocida. Tenemos como datos que hay una entrevista a don Norberto Aparicio González, fabricante, y también al alcalde, don  Juan Reguera, que habla de la futura construcción de un grupo escolar (el CEIP Víctor de la Serna fue diseñado en 1957 por el arquitecto Sánchez Esteve. En este enlace) .

Del mismo modo tenemos como pista que nos habla de la prohibición (¿del gobierno?) de utilizar piel de vacuno (de becerro)  para la fabricación de petacas;  y el número de fábricas (45) y trabajadores (más de 6000).

Todo esto nos hace pensar que se trata de un artículo escrito en los años cincuenta del siglo XX. Quizás fuera el detonante para que en 1955 se hiciera el reportaje del nodo (en este enlace), en una película que dice mucho del espíritu ubriqueño. O quizás fuera al revés, que después del reportaje del NODO se escribiera este artículo en el periódico.

 



UBRIQUE, LABORIOSO Y ARTESANO

TIENE ESTABLECIDAS 45 FÁBRICAS DE ARTÍCULOS DE PIEL, QUE DAN EMPLEO A MÁS DE SEIS MIL PRODUCTORES

LAS PETACAS, POR SU HORMADURA Y COSIDO, GOZAN DE FAMA UNIVERSAL

El ayuntamiento y la delegación sindical comarcal son un ejemplo de organización y actividad.

 

A semejanza de lo que nos surgiere Valdepeñas y Jijona con relación al vino y al turrón, respectivamente, que muchas veces nos hace dudar de que sean capaces de producir cuanto parece consumirse del citado origen, nos sucede con los artículos de marroquinería de Ubrique.

¿Será posible -nos preguntamos con harta frecuencia- que Ubrique pueda por sí solo fabricar los miles y miles de petacas que con su marchamo ocupan uno de los bolsillos del 90 por 100 de los fumadores españoles?

Una visita a este pueblo, por breve que sea, consigue desvanecer esta duda. Ubrique es en esencia petaquera, y acaso alguien se atreva a afirmar que también por naturaleza. Y es su producción constante y cuantiosa, inagotable.

Cada casa ubriquense es un generador de estos varios y más o menos costosos «artefactos» que el buen fumador considera tan necesario como el tabaco mismo, las cerillas o el mechero. Deambular por cualquier calle, es ir dispuesto a respirar un simpático e ininterrumpido aire de curiosidad que es general en todos los ámbitos de este pintoresco pueblo gaditano. Las ventanas de los talleres, que el bochorno y la calma de estas tardes de riguroso estío obligan a abrirse de par en par, dejan ver verdaderas secciones de afanosos artesanos actuando con la plancha, la horma o la tijera en preparación de esto que pudiéramos llamar útiles del más arraigado y generalizado de los vicios.

Verdaderos puñados de mujeres bonitas nos muestran la destreza de sus ágiles dedos, que consumen centenares de metros de cielo que dejan prisioneros en los remates de la delicada obra que se les ha confiado. Y el patrono, que aquí siempre es un obrero más, remueve de acá para allá: vigila, visa la obra terminada, envasa y marca, confundido, que su llaneza, camaradería y actividad entre aquellos expertos productores, que con su silencio, maestría, disciplina y fidelidad infinitas hacen un templo del taller.

En nuestro más vivo deseo de dar a conocer los más salientes detalles sobre el desarrollo y caracteres de esta industria, vida, y orgullo de Ubrique, nos hemos entrevistado con un fabricante: don Norberto Aparicio, y no precisamente ubriquense, sino manchego de pura cepa[i]; pero que, como él dice, vive en Ubrique desde chaval, en donde lleva infinidad de años establecido.

Consecuente a nuestras aspiraciones, el señor Aparicio así se explica en relación con la serie de preguntas que le formulamos:

-¿Puede usted decirnos algo sobre las primeras manifestaciones de esta industria en Ubrique ?

-No creo que existan datos, de interés, mejor dicho -nos contesta- que valga la pena de reseñar. Parece ser -continúa- que el origen de esta industria fue una consecuencia de la de curtidos, la cual aquí es antiquísima; data de principios del siglo XVI. Y según se afirma, para dar aplicación a la enorme producción de pieles, de calidad inmejorable, a alguien se le ocurrió confeccionar la primera petaca; ordinaria, vasta, molesta por su tamaño y hormaje; pero capaz para el fin a que se pretendía destinar; petacas éstas que solo usaba en un principio la gente ruda, pero que, al apreciarse su utilidad, se fue generalizando y poco a poco perfeccionando hasta alcanzar la importancia que hoy ofrece en sus múltiples y variadas formas y clases.

- Entonces –inquirimos-: Ubrique lanzó al uso la primera petaca

- ¿Sabe usted, aproximadamente, el número de obreros que suman entre todas?

-Unos 4500 o 5000: Ubrique vive de y para la petaca, y de los demás artículos que usted ya conoce. Y no hay que regirse por los productores que se ven en los talleres para formarse idea de la gente que vive al amparo de esta industria. Tenga en cuenta que el cosido, en su mayoría, se da a destajo y lo efectúan muchas mujeres más en sus domicilios respectivos.

 

Bella ubriquense en su tarea
 

¿Qué otros artículos se fabrican en Ubrique, además de las petacas?

Billeteras, rosarieras, tarjeteras, monederos, carteras de documentos, fundas de gafas, joyeros, costureros y algo de estuchería en general.

-        ¿Puede decirnos las pieles más usuales para estas cosas?

Y al hacer, esta pregunta, el amigo Aparicio se reclina en el respaldo de su butaca, sonríe con un gesto de resignación y, tras un breve paréntesis, que aprovecha para ofrecerme un pitillo que extrae de una enjaezada y artística piel de cocodrilo, especialidad de la casa, responde con ligero aire de consternación:

-Todas. Es decir, todas menos una. Y de esta una puede decirse que es en nuestro oficio lo que en los restaurantes suelen llamar «plato del día». Es como si dijéramos la madre de nuestro negocio. Trabajamos todas -sigue manifestando- las pieles de cabra, de reptiles, de cerdo, badanas y otras; pero entre estas otras, por desgracia para nosotros, no figura el becerro, para obra buena, barata, duradera, de verdadero resultado. 

Acaso el becerro fuese la fama de Norberto, en la seguridad de que esta prohibición debe tener por base un razonamiento convincente y humano, y seguimos con nuestro tiroteo de preguntas.

¿Cuáles son las esenciales características de la petaca de Ubrique?

El hormado y el cosido, sobre todo el hormado. Los puntos habrá quien los pueda dar igual, no lo dudo, aunque es difícil, pero en cuanto a la horma… ni hablar de eso.

¿Tan difícil es conseguir una buena horma?

--No es conseguir la horma. Es aplicarla. Y, además, el planchado, que es un punto interesante.

¿Perjudican a ustedes mucho las imitaciones?

--Jamás han prosperado, ni prosperarán. Ustedes se referirán a las falsificaciones ¿no?

Naturalmente; a los desaprensivos que indebidamente ponen el sello de Ubrique a sus artículos.

-Pierden el tiempo, responde convencido. El sello en las petacas de la mayoría de las fábricas de Ubrique lo llevan dentro. No se ve.

Y al vernos con gesto de extrañeza, añade:

-Que no se lo ponemos, y van ustedes a convecerse.

Y así diciendo saca de una caja de cartón una preciosa colección de petacas y billeteros preparados para la facturación y nos muestra unos cuantos ejemplares, sin sello, marchamo ni señal que acredite la procedencia.

—Vemos que son ustedes muy confiados—le decimos.

Más que confiados, convencidos del buen gusto y la competencia de nuestros consumidores, que conocen nuestro género por el aire de familia, sin necesidad de nombres ni apellidos.

— Y ya, señor Aparicio, la pregunta final: ¿Quiere decirnos hasta dónde llega su mercado?

—España nos basta y nos sobra. Se lleva cuanto podamos producir. No siente hartura. Y es lógico. Nuestra producción es única por sus modalidades y resultado; y si a esto unen ustedes que, en plaza, ha conseguido sea tomada como tipo en toda la comarca gaditana.


 Trabajo de mesa efectuado en una fábrica de Ubrique


 

En nuestra breve charla con el alcalde presidente, don Juan Reguera, de recto espíritu constructivo, hemos sacado la consecuencia de que Ubrique, transcurridos unos años, será una de las ciudades más completas de la provincia. Hoy por hoy ya tiene detalles que se echan de menos en pueblos de mayor categoría: Y aquí nos referimos al abastecimiento de agua. La red distribuidora llega hasta las casas más humildes, con la especialísima circunstancia de que existen instalaciones múltiples en cada una de las respectivas viviendas. Lo que se llama “agua corriente en todas las habitaciones”. Y si completa y vasta es la red de distribución, no lo es menos el grupo de elevación, a base de dos motores de diez caballos instalado para hacer llegar el líquido a unos depósitos que lo reparte en los lugares de mayor altura.

Y en cuanto al programa para un futuro próximo, consignemos la construcción de un grupo escolar y una casa cuartel de la Guardia Civil, pues aunque la existente es habitable por todos conceptos, resulta ya insuficiente, por haberse elevado el pueblo a la categoría de cabecera de línea, exigiendo, por tanto, ampliación del personal.

Se proyecta también la construcción de un mercado de abastos y dé un grupo de veinte viviendas, habiéndose celebrado ya la subasta de las obras. Dicho grupo se ampliará hasta cuarenta.

Bien merece Ubrique cuanto se haga en su beneficio, puesto que es acreedor a todo, por su limpia historia, su moral y sus tradiciones.

 

DELEGACIÓN SINDICAL COMARCAL

Justo es dedicar un párrafo de esta información a los valientes y luchadores muchachos, los inmejorables camaradas Carlos Moreno y Carmelo Gago, respectivos Jefe y Secretario de la Delegación Comarcal Sindical. Poseídos de la responsabilidad de su cargo, actuando siempre alentados por la más acendrada vocación falangista, han iniciado una campaña renovadora en el orden sindical, de tal altura, que podemos asegurar, sin incurrir en exageraciones, que ella ha de marcar necesariamente el camino a seguir a otros camaradas de igual o aún superior condición jerárquica.


 

En el orden cooperativo su labor es francamente Inimitable: funcionan dos Cooperativas de consumo, dependientes de este Sindicato, en Villaluenga y Ubrique. Han creado otra de producción textil aún en nacimiento.



[i] Norberto Aparicio González: natural de Alcubillas (Ciudad Real). En 1930 tenía 33 años; estaba casado, y llevaba en Ubrique 2 años trabajando en su fábrica de la calle Deán García Sarmiento (este negocio estuvo en funcionamiento hasta principios de los años 80 del siglo pasado en la calle Real).

Manuel Zaldívar. “Fabricantes de petacas y curtidos en Ubrique entre 1924 y 1935(En este enlace).

 

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