¡Feliz Día de Reyes! Los roscones de Juan y Ana

 

 

 

Juan Román y Ana Isabel Naranjo

Preparando en "La Nave" sus roscones artesanos

 

Por Esperanza Cabello

 

No hay nada mejor que despertar un día de Reyes en una casa con niños, y bajar todos juntos la escalera con sigilo para ver qué han dejado los Reyes Magos en los canastos:

Un triciclo, una bici, muchos cuentos, casitas de piezas para encajar, un pulpo de peluche... La verdad es que da igual cuáles sean los regalos, lo mejor es compartir un rato todos juntos en familia viendo la cara de ilusión de los más pequeños y recordando la ilusión que hemos tenido los mayores ayudando a sus majestades a tener todo a punto.

Bueno, quizás hay algo que completa esta felicidad, y es un desayuno tradicional, nutritivo y preparado amorosamente con mucho cuidado.

 

 

 

¡Un roscón de Reyes!

Y es que unas tradiciones van intercalándose con otras, y mientras los niños de los cuarenta y los cincuenta soñaban con los piñonates o los roscos de las Piñeritas, o los de  los sesenta y los setenta soñábamos con aquellos jamoncitos de mazapán, aquellas guitarritas, aquellos bucaritos que fabricaba Romualdo en la confitería de Eloísa Pan, aquellos suspiros y todos los dulces que se preparaban en la calle Palma para la ocasión, ahora tenemos la oportunidad de desayunar con un delicioso roscón, fabricado a mano con mucho mimo, con ingredientes naturales y muy cuidados. Nada de pastelería industrial llena de conservantes.

Los roscones de Juan y Ana se fabrican a mano un par de días antes de Reyes, y durante toda la mañana vemos a deceneas de ubriqueños recogiendo sus pedidos y yendo rápidos a casa para poder disfrutar del día.

Así que esperamos que cuando nuestros nietos tengan sesenta años tengan los mismos deliciosos recuerdos de la mañana de Reyes que tenemos los abuelos, y que las buenas tradiciones no se olviden

¡Muchas gracias por endulzarnos la vida!

¡Ah! Y no os olvidéis de seguir las instrucciones, es un juego muy divertido💜

.